El Apple Watch a prueba: libertad limitada
Después del entusiasmo inicial, cuando el Apple Watch salió a la venta, hubo una cierta decepción y algunos incluso consideraron que el dispositivo había sido un chasco.
Sin embargo, de entonces a esta parte el reloj inteligente se vende bien y Apple acaba de presentar la tercera generación (Series 3) , que lleva un procesador nuevo y más rápido, en tanto que la memoria interna se duplicó a 16 GB. De ese modo se pueden grabar más canciones en el reloj para escucharlas cuando uno sale a caminar o a correr en los auriculares bluetooth. También se incorporó un barómetro.
Pero la principal novedad es un módulo de telefonía móvil opcional que conecta al reloj con las redes LTE (4G) y UMTS. Y que hace que no sea necesario que el iPhone esté cerca para recibir datos o hablar por teléfono. En Estados Unidos algunos usuarios se han quejado sin embargo de algunos problemas de conexión.
Al hablar por teléfono o transmitir datos, el Apple Watch intenta proteger lo más posible su propia batería y por tanto hace uso del iPhone o las redes inalámbricas accesibles. Sólo cuando estas alternativas no están disponibles se activa la conexión propia.
Se trata de una libertad de la que pueden sacar provecho sobre todo quienes hacen deporte en su tiempo libre, y que ya no necesitarán llevar el teléfono encima al salir a correr, jugar al pádel u otras actividades al aire libre para hablar por teléfono, navegar por Internet, preguntar a Siri o usar aplicaciones.
Durante varias llamadas de prueba los interlocutores no notaban la diferencia de estar hablando a través del reloj o con el smartphone. Y eso que no era necesario tampoco tener la muñeca pegada a la boca. Eso sí, mientras se habla por teléfono no es posible hacer ninguna otra acción con el reloj.
Esta libertad de movimiento funciona únicamente en el país de residencia, ya que el Apple Watch no tiene roaming. Y hay que tener en cuenta que las llamadas agotan la batería del reloj. Si uno habla una hora ya sólo queda un tercio de la batería pese a que es más grande en este modelo que en el anterior.
También consume mucha energía la pantalla si uno activa la función linterna. La batería cargada dura 100 minutos si se utiliza el reloj como fuente de luz. En general en las pruebas con un uso normal la batería se agotó después de unas 20 horas de uso. Apple se compromete a unas 18 horas de un tirón.
Muchas novedades de la Serie 3 del Apple Watch traerán beneficios a los usuarios de modelos anteriores, porque forman parte del nuevo sistema operativo watchOS 4, que funciona con todos los relojes salvo el primer modelo de 2015.
Entre ellas se cuentan una pantalla de Siri en la que con ayuda de inteligencia artificial se muestran informaciones relevantes en ese momento, por ejemplo una cita pendiente, la tarjeta de embarque digital para el avión o el recordatorio de una tarea que hay que hacer.
La variante con conexión telefónica del Apple Watch Serie 3 se reconoce por un punto rojo en la corona que Apple quiere que se convierta en un símbolo de estatus. No en todos los países Apple ha cerrado acuerdos con las compañías telefónicas, por lo que hay que informarse previamente, porque podría ser que no esté disponible esta función por el momento, como ocurre por ejemplo en España. Y lo cual hace perder bastante interés a las novedades de la Serie 3.
La diferencia de precio por el modelo más pequeño con conexión LTE y caja de alumnio es de 80 euros. Los precios oscilan entre los 369 y 479 euros en Europa. La variante en acero cuesta entre 649 y 899 euros y trae incoporado el módulo de telefonía. El modelo de cerámica, también con LTE incorporado en todos los casos, se vende a partir de los 1.399 euros.