Ibiza tiene un olor especial

21 / 09 / 2017 Irene Portero

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¿Quiere usted publicitar o vender unos chalés acosados, una marca de gazpacho, una hormigonera, un agua de colonia como en este caso? Bueno, pues es fácil. Lo que tiene que hacer, señora, señorita, caballero, es reunir una buena cantidad de dinero y llamar a un listero. Los listeros son unos señores (o señoras) que tienen listas de famosos. El listero organiza una fiesta en el sitio que sea y llama a los famosos de su lista. Los famosos cobran por asistir a la fiesta (todo eso lo paga usted) y así la prensa, por lo general rosa, va a cubrir la fiesta, hace fotos de los famosos, las publica y ya tiene usted su publicidad. En Ibiza, por ejemplo, se acaban de presentar dos perfumes de Emporio Armani: Strongerwithyou y Becauseit’syou, que yo no sé cómo va a pronunciar eso la gente pero da igual. Se puso en marcha el mecanismo correspondiente y por allí pasaron, como quien no quiere la cosa, como si se les hubiese ocurrido a ellos, un montón de famosos, por lo general guapísimos y guapísimas: Marc Clotet y Peter Vives, la rubísima Cristina Tosio, Leticia Dolera y Nuria Gago (que se pusieron de acuerdo para vestirse), el bellezón de Eduardo Casanova con María León, Brianda Fitz-James Stuart vestida de vampiresa del siglo XIX, Óscar Casas, Hiba Abouk y mucha gente más. La conclusión del acto fue, como no podía ser de otro modo, que, gracias a Armani, Ibiza tiene un olor especial, Ibiza sigue teniendo su duende. Y todos tan contentos, ¿verdad? En cuanto me aprenda cómo se pronuncia esa colonia me compro un bote, a ver. Ya les diré. De momento, no tengo presupuesto. A ver si un listero tiene un detalle y me pone en su lista, que yo todavía soy de bajo presupuesto.

El amante

No sé qué presupuesto tendrá la nueva versión teatral de El amante, de Harold Pinter en versión de Nacho Aldeguer, pero en la presentación que se hizo en el teatro Pavón de Madrid había mucha gente guapa también. Dicen que es una experiencia gastroescénica. No sé qué es eso pero por allí andaban, felices, Aida Folch, que sonreía; Verónica Echegui, que sonreía también; Natalia Verbeke, que lo mismo, y Úrsula Corberó, que ya es que se mondaba. Los chicos, sin embargo, estaban entre serios y amenazantes, como Álex García, Daniel Pérez Prada o Quim Gutiérrez, que parecía que lo acababan de poner en libertad.

Luego están las lágrimas y desconsuelos habituales entre los hijos de famosos que han vuelto al colegio. Los de Carla Goyanes aguantaban el tipo; la princesa Leonor, que llegó a clase en un coche conducido por su madre, también. Pero Lucas, el hijo de Alba Carrillo, ponía la cara que hemos puesto todos de niños: la de “baja, Superman, y llévame contigo”.