Rosa García-Malea
Primera mujer piloto de combate
Lugar de nacimiento: Almería
Edad: 30
La pionera de los cazas de las fuerzas armadas
Ha volado a más de 1.700 km/hora, es decir, que ha volado por encima de la barrera del sonido. Sus palabras llegaron después que ella. Pero esa no ha sido la única barrera que ha roto Rosa García-Malea. La otra es quizá aún más importante. Ha sido, y sigue siendo hasta hoy, la primera mujer en España piloto de combate. La primera que se preparó para ser supersónica -como ella dice- y lo consiguió. García-Malea no tenía ningún antecedente militar en su familia. Su padre era director de banco y su madre profesora. Pero a ella siempre le gustó volar. En su destino, la base aérea de Zaragoza, pilota un cazabombardero estadounidense F-18. Dice que a bordo se siente segura aunque confiesa que no sintió nada especial cuando rompió la barrera del sonido a los mandos de un C-101. Con normalidad, sin tabúes y sin prejuicios por tener que entrar en combate, lo asume como parte de su trabajo.
Forma parte de esa minoría de mujeres, un 12%, que son miembros del Ejército del Aire, un porcentaje que baja a mínimos a bordo de los cazas. Se define como una chica normal, a la que le gusta la moda, estar con su familia y sus amigos, hacer deporte, sobre todo taekwondo, y leer. Ha contado públicamente que le costó mucho pasar las pruebas para entrar en la Academia General del Aire en San Javier (Murcia). No fue la única prueba dura que tuvo que pasar, ya que en sus cinco años de dura formación pasó cientos de horas de vuelo pilotando aviones de hélice y reactores. Una de las pruebas que más le costó fue la de supervivencia. Se trata de un ejercicio en el que se simulan las condiciones en las que se encontraría un piloto en tierra tras ser derribado. Los alumnos pasan alrededor de una semana sin nada, incluso sin comida. Fue uno de los momentos más difíciles para esta piloto. Pasó cuatro años en esta academia, junto a 40 compañeros, de los que solo cuatro eran mujeres. Se graduó en 2007, convirtiéndose en la primera mujer piloto de caza en España. Tras su graduación, la destinaron al Ala 15 de la base aérea de Zaragoza. Su sueño ahora es entrar a formar parte de la patrulla Águila, la protagonista de todos los desfiles del día de la Hispanidad en Madrid, cuando sobrevuelan el cielo de la capital dibujando la bandera de España con el humo de sus motores. Un cuerpo de élite del Ejército donde aún no ha entrado ninguna mujer. Quién sabe si García- Malea será también la pionera en romper esta barrera. s. gamo