La medida renuncia de Susana Díaz
La presidenta andaluza no peleará por la Secretaría General del PSOE. La batalla se queda entre dos aspirantes: Eduardo Madina y Pedro Sánchez.
"No puedo defraudar a la gente que ha confiado en el PSOE en Andalucía". Con esta frase justificaba esta mañana Susana Díaz su renuncia a presentarse a la Secretaría General del partido. Tras varias semanas consultando a amigos y dirigentes del partido, la presidenta andaluza ha tomado la decisión de esquivar una guerra en la que aunque venciera, habría salido herida. Ella y el partido. Con su renuncia trata de evitar enfrentar a los dirigentes y barones socialistas, casi por completo partidarios de Díaz, con las bases que votarán el próximo día 13 de julio.
La noche del 25-M, poco después de que se hicieran públicos los resultados, un sector importante del PSOE empezó a maniobrar para forzar un recambio capaz de devolver por fin la unidad al partido. Pusieron un solo nombre sobre la mesa: Susana Díaz. El fantasma de la fractura, muy presente desde el Congreso del 2012 aterraba a muchos históricos. Alfredo Pérez Rubalcaba dimitió y convocó un Congreso Extraordinario que en la práctica desactivaba las primarias de noviembre. Todo parecía atado y bien atado, pero nadie contaba con que otro de los candidatos, Eduardo Madina desafiara los planes. Lo hizo en dos ocasiones. Primero exigiendo que en el Congreso votaran todos los militantes, algo que arrebataba el control del proceso al aparato. Después, negándose a retirar su candidatura.
Fuentes del PSOE coinciden en que el empeño de presentar batalla de Madina ha sido determinante para que Díaz decida dar un paso atrás. Acostumbrada a tener todos los triunfos, Díaz no quería embarcarse en una batalla en la que, aunque era favorita, podía acabar con un revolcón de los militantes. Ella cuando decide jugar, no es por que pueda ganar sino por que es imposible perder. Así pasó en Andalucía el año pasado y así pretendía que fuese en el Congreso de julio: líder por aclamación.
Además, su posición en Andalucía sigue siendo cómoda. En las europeas logró más de diez puntos de ventaja sobre un PP desaparecido en la comunidad. De confirmarse los resultados en las autonómicas, Díaz consolidaría su posición al frente de la mayor federación socialista, un puesto desde el que siempre podría optar a las primarias para encabezar la lista del PSOE en las generales.
Tras la renuncia de Díaz, la carrera por la Secretaría General deja un claro favorito, Eduardo Madina, que aún no ha dado el paso. Sólo el diputado madrileño Pedro Sánchez parece dispuesto a plantarle cara en el próximo Congreso. El otro candidato, José Antonio Pérez Tapias, de izquierda socialista, no parece tener ninguna posibilidad. Sean quienes sean los candidatos, tendrán postularse antes del viernes cuando comienza la recogida de avales hasta el próximo día 27.