Pedro Sánchez
Reclama el cambio desde abajo, como diputado raso, y recuerda que nunca ha participado en la dirección del partido o el grupo parlamentario.
“Hay que recuperar el espacio del Estado en la economía”
¿Qué análisis hace de los avales que ha recibido?
Que soy depositario de una enorme confianza por parte de los compañeros y compañeras. Aspiro a poder movilizar esos avales y convertirlos en votos para respaldar una amplia mayoría que fortalezca al partido.
¿Y desde el punto de vista territorial? ¿Es usted el candidato de Susana Díaz?
Mire, yo me siento muy orgulloso de todos los avales recibidos en Andalucía. Lo mismo que de los recibidos del resto de España. Empecé este proyecto en Don Benito un 18 de diciembre, con muy poca gente. Gracias a los kilómetros que he recorrido, he ganado poco a poco el respaldo de muchos compañeros y compañeras. Y agradezco a todos aquellos que ven en mí a quien puede volver a unir al Partido Socialista en torno a un proyecto.
¿Qué le diferencia de los otros candidatos? ¿Cuál es el PSOE que propone?
Hay varias cuestiones. La primera tiene que ver con un proyecto político netamente socialista. Eso significa recuperar el espacio del Estado en la economía. Es ahí donde ahora mismo hay más ideología, donde se traza la línea entre ganadores y perdedores. El mayor reto que tiene la sociedad española es la desigualdad. También es necesaria una tarea de preservación política importante en las instituciones que cierre la brecha que se ha abierto con la ciudadanía. Y por último, reclamo un cambio profundo en el modelo de partido. Desde abajo y de raíz, no dirigido. Soy un diputado raso. Nunca he formado parte ni de la dirección federal ni de la del grupo parlamentario. Lo que pido es un cambio auténtico.
¿Teme que el partido salga dividido de este congreso?
No. El lema del congreso debe ser el de “Unidos en el cambio”. Quiero que haya unidad, pero también cambio. E integraré, claro que sí, a todos los que están compitiendo en el proceso.
¿Qué propone para luchar contra la corrupción?
La corrupción es un mal que afecta a todos los partidos de la democracia. Lo importante es ver cómo se reacciona ante ella. No valen medias tintas. Yo defiendo que el PSOE sea en eso completamente intransigente. No me va a temblar la mano a la hora de echar a un corrupto del partido.
¿Piensa que se ha actuado bien en el caso de los ERE?
Creo que la Junta de Andalucía está luchando contra la corrupción, como he dicho, sin temblarle el pulso.
Se considera republicano constitucional. ¿Qué cambiaría en la Casa Real?
Sí, soy republicano, pero hay que ser coherente con la historia del partido. El PSOE fue uno de los protagonistas de la Constitución del 78, forjó el pacto constitucional. En consecuencia, creo que el nuevo Rey debe liderar la regeneración de la Casa Real: la transparencia y la ejemplaridad. Y nosotros, los políticos, hacer nuestros deberes. Por ejemplo, revisar y restringir el aforamiento de diputados y diputadas, bloquear las puertas giratorias o limitar los mandatos de los presidentes de Gobierno.
¿Debe haber un cambio constitucional en esta misma legislatura?
Sí. Debería ser ya. Si gano, pediré al presidente Rajoy que afronte la reforma constitucional, que reforme el sistema electoral, que blinde el Estado del bienestar, que resuelva la crisis catalana y que de alguna manera afronte un proceso de regeneración política.
¿Es eso posible con las actuales mayorías o las que salgan de 2015?
Bueno, aún hay mucho camino por delante. Lo que debe hacer el PSOE es construir una alternativa autónoma y, a partir de ahí, defender los derechos de los más vulnerables. El PSOE debe coaligarse con los que sufren y no con quienes provocan ese sufrimiento. Por eso no podemos formar grandes coaliciones ni en Bruselas ni en Madrid. Yo pido a la dirección del partido que no apoye a Juncker como presidente de la Comisión.
No gobernaría con el PP, pero ¿podría hacerlo con Podemos?
Yo reivindico la autonomía del PSOE y su espacio, que es muy amplio y central en el sistema político español. Hoy a lo mejor la ciudadanía no nos percibe así, pero también saben que sin nosotros no hay alternativa al PP.
¿Le preocupa la relación con el PSC? ¿Sigue vigente la reforma federal?
Siempre he respaldado la reforma federal. No puedo hacer lo mismo con el derecho a decidir. Dicho esto, defiendo la relación del PSOE con el PSC, un partido con su propio perfil y proyecto. Y, además, reconozco la extraordinaria labor que ha hecho defendiendo la convivencia frente a una Cataluña llena de tensiones independentistas y a la derecha centralizadora de Madrid.
¿Qué cambiaría en la Justicia?
Creo que no hay mayor injusticia que una Justicia diferencial, y eso es lo que está haciendo el PP. Las tasas han restringido al máximo el acceso a la Justicia de los ciudadanos. Este Gobierno desconfía de los jueces. No olvidemos que en este país los jueces han llevado a los tribunales europeos los desahucios, o están cuestionando la validez de la reforma laboral. Jueces que están luchando contra la corrupción como en el caso Gürtel o que proponen anular las cláusulas suelo de las hipotecas bancarias.