Pablo Casado

Preocupado por el desafío de la Generalitat, Casado cree que el Estado no debe ceder al chantaje. Si persiste la ilegalidad, la respuesta del Gobierno será “firme”.

P_ ¿Qué pasará el día 1 de octubre?

R_ Lo importante es lo que no va a pasar. No va a haber ningún referéndum ilegal. Seguirán abriendo las panaderías, el metro, la gente se irá de fin de semana... Por mucha épica separatista que haya, ningún acto ilegal va a condicionar la vida de los millones de catalanes.

P_ Si llega a haber urnas en algunos sitios, ¿será un problema para el Estado?

R_ Si la Generalitat intenta vulnerar la ley ese día habrá funcionarios para evitarlo. En todo caso, ese referéndum a día de hoy es inviable logísticamente. No hay urnas, papeletas, censo, sistema informático ni locales. Hacer asambleas en bares no puede llamarse referéndum.

P_ ¿Y qué pasará a partir del día 2?

R_ Hay una huida hacia delante de Puigdemont. Están tirando por el barranco la democracia catalana y su propia legitimidad. No solo institucional. También la del separatismo como movimiento político. Si una opción política pisotea la ley, se convierte en autoritaria. Y un Estado de Derecho tiene armas suficientes para evitar opciones totalitarias. Con la ilegalización de Batasuna decían que iba a arder Troya y no pasó absolutamente nada. 

P_ ¿Están preparados para una declaración unilateral de independencia?

R_ Por supuesto. Si se declara unilateralmente la independencia habrán renunciado al Estatuto y la Constitución y por tanto a representar a nadie en Cataluña. Será la constatación de un golpe de Estado que tendrá que contestarse con la devolución de la autonomía. E insisto en el lenguaje: no se suspenderá la autonomía ni los derechos. Se restituirán ante la agresión de los separatistas.

P_ ¿Detener altos cargos o embargar al ex president Mas ayuda a la solución?

R_ Si es que da igual que ayude o no ayude... Estamos hablando de evitar la vulneración de la ley. En eso la CUP es más coherente. Hablan de desobediencia y de ocupación. Se pasan por el arco del triunfo la legislación o la propiedad privada. Son unos antisistema y no engañan a nadie. Lo patético es que la burguesía catalana de PDeCAT y ERC les haya acabado siguiendo el juego.

P_ ¿Hay presos políticos en España como dice Pablo Iglesias?

R_ Cree el ladrón... Él sí que admite que se torture y viole a presos políticos en las cárceles de Venezuela. Y lo dice la ONU, no el PP. Podemos está corrompido por los euros que les han pagado Chávez y Maduro. En España no hay presos políticos. Hay políticos presos por cometer delitos. Si Podemos pudiera sí que habría presos políticos en España.

P_ Frente a la respuesta legal, hay partidos que piden más diálogo.

R_ Tenemos síndrome de Estocolmo. Yo creo que con los secuestradores no se dialoga. Hay un Gobierno que, en nombre del pueblo catalán, ha secuestrado las leyes y las libertades de sus ciudadanos. Es despotismo. Nosotros vamos a velar por esas libertades y derechos.

P_ Cuando Mas fue a pedir un pacto fiscal, ¿fue un error negárselo?

R_ No. ¿Y si es Cristina Cifuentes quien propone ahora ese pacto fiscal bajo amenaza de desconexión? ¿Apelamos a la historia? Todos tenemos historia. La tiene Madrid, Castilla, la tiene Aragón, la tiene Valencia... España no es una nación de territorios, sino de ciudadanos libres e iguales. No podemos entrar en ese chantaje de la desconexión.

P_ ¿Ni siquiera como solución al momento actual?

R_ No. ¿Entonces qué? ¿Madrid tiene que soportar sola toda la solidaridad interterritorial? Ahora solo aportan a la caja común Madrid, más del doble que Cataluña, luego Cataluña, Valencia y Baleares en una pequeña cuantía. Por muy descentralizado que sea un sistema, no creo que cada comunidad deba tener un traje a medida. ¿O sería normal que California dijera que se quiere desconectar?

P_ Hay, de hecho, un movimiento en California que defiende su independencia.

R_ Pues estoy seguro de que tendrá la respuesta que corresponde en una gran nación como Estados Unidos, donde la bandera y la historia común se respetan. En todo caso, no se puede ceder al chantaje. Se acabó la broma. Somos un Estado autonómico, descentralizado, donde hay unas reglas, unas obligaciones y unos derechos. Cataluña, sin el paraguas del Gobierno de España, sería hoy un Estado fallido que no solo tendría la calificación de bono basura. Se puede desarrollar el autogobierno, se puede mejorar la financiación, algo que a mí tampoco me gusta... Y se puede votar, pero para eso están las elecciones autonómicas...

P_ El Estatuto, votado por los catalanes, no se respetó.

R_ El origen de ese disparate fue cuando Zapatero prometió a Maragall que cualquier cosa que aprobara el Parlament sería aprobada en las Cortes. De esos polvos vienen estos lodos. Aquel Estatuto se cargaba la Constitución de facto. No lo digo yo, lo dijeron los magistrados del Constitucional. Y resulta que la culpa es del partido que intentó recuperar la legalidad ante un texto que la vulneraba...

P_ ¿No sería un buen punto de partida para retomar las negociaciones?

R_ Para mí, no. No se puede tolerar la prelación, por ejemplo, de la Justicia catalana sobre la española. O, ¿por qué tenemos que tolerar que se diga que Cataluña es una nación? Si quieren reformar la Constitución pueden apelar a los mecanismos que así lo prevén. Eso hizo el lendakari Ibarretxe, con mucha más dignidad que Puigdemont. Él inició un procedimiento que suponía la liquidación de la Constitución, pero con los mecanismos previstos para ello.

P_ ¿Habrá reforma de la Constitución?

R_ Nosotros no queremos una reforma constitucional. Punto número 1. Pensamos que un país serio puede estar 300 años con un puñado de enmiendas. Nosotros no vamos a plantear esa reforma. Si otro grupo lo hace, lo respetamos y la estudiaremos. Ahora, hay que saber para qué. No queremos acabar con un texto peor que el actual. Y no estoy seguro de que haya miembros, que haya mayorías mejores que las que hubo en el 78.

P_ ¿Es el PSOE un socio fiable en la cuestión catalana?

R_ Yo quiero creer que sí. Y espero que cuando este pulso acabe y empecemos a dialogar, el PSOE siga estando en el bloque constitucionalista. Hay muchos más catalanes que no quieren la independencia que los que sí. Lo que hace el Gobierno es tutelar esa mayoría silenciosa.

P_ También son mayoría los que quieren que se vote.

R_ En Cataluña se puede votar. Se ha hecho 60 veces desde que hay democracia.

P_ No sobre si quieren o no pertenecer a España.

R_ Es que lo que no se puede es plantear como chantaje al resto de España una votación sobre cuestiones que no son de su competencia. A lo mejor en Barcelona también quieren votar sobre si debe haber solidaridad con Girona. O en el barrio de Sarriá si quieren colaborar con el resto de Barcelona. O en Tarragona sobre si quieren pertenecer a esa Cataluña independentista. Si esas cosas se plantean yo seré el primero en decir que no.

Cinco cosas sobre Pablo Casado

1. Doble licenciado. Estudió Derecho en la UCM y Administración de Empresas en la Rey Juan Carlos. Completó sus estudios con estancias en las universidades de Harvard y Georgetown

2. Aznar como referente. No oculta su aprecio por el expresidente, uno de sus referentes políticos y mentor dentro del PP. Tanto él como Esperanza Aguirre asistieron a su boda

3. Nuevas Generaciones. Entre 2005 y 2013 presidió Nuevas Generaciones de Madrid. De 2007 a 2009 fue diputado autonómico y después director de gabinete en Faes

4. Viajero. En su despacho cuelga un mapa con todos los países que ha visitado. Son muchos, entre otras cosas  gracias a los trabajos de investigación que realizó para la Johns Hopkins University

5. Casado y con hijos. Está casado con Isabel Torres y tiene dos hijos, Paula y Pablo. Uno de los peores momentos de su vida fue el parto de este último, con tan solo 20 semanas. Afortunadamente se recuperó completamente