Cipri Quintas

Cipri Quintas (Madrid, 1966) es un empresario de éxito, pero sobre todo es lo que antes se llamaba relaciones públicas y hoy tildamos de conector: una persona que conoce a miles de personas y que pone en contacto a unos con otros. Ahora cuenta su experiencia en El libro del networking (Alienta editorial), donde da las 15 claves de lo que él llama inteligencia relacional.

P_ ¿Qué es el networking?

R_ Networking es relacionarse con éxito con personas y que eso te haga la vida mejor.

P_ Muchos de los consejos que da en su libro son de puro sentido común: la empatía, la generosidad, la sinceridad, la humildad, el agradecimiento, el buen humor... ¿Hemos perdido las buenas maneras?

R_ Somos sordos andantes, no escuchamos. Solo nos importamos nosotros mismos. La gran paradoja de hoy es que teniendo a nuestra disposición grandes herramientas para estar más cerca de los demás, nos dedicamos a hacernos selfies.

P_ ¿Cuántos contactos tiene en su teléfono?

R_ Ahora mismo tengo 6.700, pero cada final de año hago limpieza y los dejo en unos 6.000.

P_ ¿Y a quién elimina?

R_ Suelo quitar a la gente que nunca me contesta un email o un whatsapp. Hay gente a la que no le intereso y por eso yo tampoco cuento con ellos.

P_ ¿Y contacta con los 6.000 a lo largo del año?

R_ Claro. Cuanto más te relaciones, más te enriqueces. Todos somos el resultado de los trocitos de las personas que nos rodean.

P_ ¿Cómo empezó en esto de las relaciones? ¿Quién ha sido su maestro?

R_ Todos nacemos enseñados porque todos tenemos una herramienta llamada inteligencia relacional, lo que pasa es que hay que entrenarla. Es la vagancia, y no la timidez como muchos dicen, lo que nos lleva a no ponerla en práctica. Los niños, sin embargo, sí que saben relacionarse y tienen intacta esa capacidad para hacer amigos, pero a medida que vamos creciendo nos vamos maleando.

P_ ¿Por qué?

R_ Por el miedo a defraudarnos y a que nos hagan daño. Pero, por el contrario, hay que darse cuenta de que el riesgo no está en practicar la empatía sino en quedarse solo. Si no te relacionas, estás muerto. En España muere más gente por suicidio que por accidentes de tráfico. Y el gran problema del suicidio suele ser la soledad.

P_ Una de las claves de su libro es “rodearse de buena gente”. ¿Cómo reconoce a ese tipo de personas?

R_ Todo el mundo sabe detectar a la gente buena: son los que están deseando ayudarte, aporyarte...

P_ ¿Y no hay gente que le engañe?

R_ Muchísima, pero el que me engaña se está jodiendo a sí mismo porque se pierde todo lo que yo le puedo aportar. El que me engaña es un tonto, y los tontos son los malos de esta película.

P_ Pero hay malos a los que les va muy bien en la vida y tienen mucho éxito.

R_ El éxito se mide por la cantidad de gente que va a tu entierro y llora de verdad. El éxito es caer enfermo y que la gente se desviva por ayudarte. El éxito es que te digan “te quiero”. El éxito no es tener sirvientes, sino gente que te quiera gratis.