La letra pequeña de la EPA

15 / 11 / 2017 Marta Villaencina
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La última Encuesta de Población Activa muestra el aumento del número de ocupados, pero también la alta temporalidad, que lastra la calidad del empleo.

Cola ante una oficina del Servicio Público de Empleo en Madrid. Foto: Andres Kudacki/AP

Las grandes cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de este año son buenas. El número de ocupados aumentó en 235.900 personas respecto al trimestre anterior (un 1,25%). Los asalariados subieron en 216.400 personas, a las que hay que sumar los 21.000 que comenzaron a trabajar por cuenta propia. La tasa de paro terminaba en el 16,38% (0,84 puntos menos) y el número de parados se situaba en 3.731.700 personas.

Estos números tienen, sin embargo, su cara y su cruz, cuando se desciende al detalle. La EPA mide la tasa de paro dividiendo el número de ocupados entre la cifra de españoles que quieren trabajar (los denominados activos). En el tercer trimestre de 2017, los técnicos de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) señalan como elemento positivo que el descenso del paro se produce al mismo tiempo que aumenta el número de activos, lo que significa que el porcentaje de desempleo baja porque hay más gente trabajando y no porque haya menos personas buscando trabajo.

Estos mismos analistas también destacan una de las cruces del empleo en España cuando señalan que si bien es cierto que la temporalidad aumenta, aunque lo hace más lentamente a medida que el empleo se recupera, este aumento “es claramente negativo, no solo porque la temporalidad en sí misma no genera estabilidad en el empleo, sino también porque los datos de contratos que mes a mes ofrece el Ministerio de Empleo delatan que la duración de los contratos temporales es cada vez menor”.

Aunque aquí también hay matices. “Al observar la evolución de la temporalidad por regiones –señalan en Fedea–destaca, al igual que en el mapa de la tasa de desempleo, la diferencia entre el eje Norte y el eje Sur. Dentro del eje Sur, Extremadura destaca por su altísima temporalidad en el empleo y por su evolución alcista. Actualmente, casi 40 de cada 100 empleos en Extremadura son temporales, y la incidencia de la temporalidad ha aumentado en 5 puntos porcentuales en los últimos 12 meses. En el otro extremo se sitúan La Rioja, Navarra y el País Vasco, que además de tener tasas de temporalidad por debajo de la media nacional, presentan una evolución descendente de la misma. Este dato posiblemente está muy relacionado con la evolución favorable del sector industrial en estas regiones, pues los empleos asociados a la industria están asociados a mayor estabilidad”.

El informe del Banco de España

Otra institución que cada trimestre destripa las cifras de la EPA para poder observar la letra pequeña de un vistazo es el Servicio de Estudios del Banco de España. En su informe sobre el periodo julio-septiembre de 2017, puede verse cómo a día de hoy, 83,5 de cada 100 empleados son asalariados por cuenta ajena, mientras que 27,4 de cada 100 tienen contratos temporales y un 15,5% de los trabajadores están contratados con jornadas incompletas.

También puede verse cómo en este tercer trimestre del año la tasa de ocupación ha subido 2,6 puntos entre los trabajadores españoles y 4,9 puntos entre los extranjeros. ¿La razón? Pues que en este periodo se produce todos los años la contratación masiva de personal para la atención de servicios relacionados con el turismo, con especial incidencia en la hostelería, donde encuentran acomodo laboral muchos inmigrantes.

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