La firma que crece un 23% al mes
La agencia de valores Indexa capital dispone de planes de pensiones y fondos de inversión gestionados automáticamente. ¿Sus costes? Un 83% por debajo de la competencia.
En tiempos de vacas flacas (es decir, de poco ahorro), de desconfianza máxima hacia las entidades financieras que una agencia de valores crezca casi un 23% mes a mes no deja de ser inaudito. ¿Qué hace Indexa capital para, en solo dos años, gestionar un patrimonio que supera los 44 millones de euros? Veamos la historia que hay detrás de esta agencia poco convencional.
Corría 2015 cuando los tres fundadores de Indexa, Unai Ansejo, director ejecutivo, junto a Ramón Blanco y François Derbaix esperaban a que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) les diera su aprobación como agencia de valores. La idea original de su negocio, en el que hoy trabajan 7 personas, fue importada de EEUU: “Somos un gestor de fondos automatizado [tienen fondos de inversión y planes de pensiones y de momento no van a comercializar más productos financieros]. No nos gusta que nos llamen robot advisor, porque en español suena fatal y no hacemos asesoramiento [que es lo que conlleva el vocablo inglés advisor]”, explica Ansejo. ¿Qué hacen entonces? Gestionar el patrimonio de sus clientes a través de fondos de inversión indexados: “Un fondo de estas características sigue un índice del mercado, de renta variable o de renta fija. Nosotros hacemos gestión discrecional de carteras, siguiendo un mandato y una política de inversión que se ajusta al perfil de riesgo del cliente”, añade.
Y, ¿cómo han conseguido gestionar más de 44 millones de euros en apenas dos años, teniendo ya más de 1.800 clientes? Varias cosas podrían explicarlo: sus mínimos de inversión son muy bajos (mil euros para los fondos de inversión) y sus costes son imbatibles: su coste de gestión medio total ronda el 0,58% de la cuantía gestionada. El de sus competidores sube un par de puntos enteros. ¿Cómo logran ofrecer un servicio tan económico? “Automatizando todas las tareas que no tienen valor añadido, como el perfilado de riesgo de inversión. Se hacen preguntas al cliente y es un algoritmo el que define su aversión al riesgo. También está automatizada la recogida de datos, el alta, el seguimiento de las carteras...”, explica. Eso permite que sus costes y comisiones sean inferiores en un 83% a los de la competencia. Otro punto a su favor: no custodian los títulos sino que estos están en manos de Inversis Banco, al igual que el dinero, que se deposita en una cuenta de esta entidad.
Gestión activa y gestión pasiva
Sus clientes son mayoritariamente hombres con estudios superiores de entre 35 y 55 años. En el primer año, la rentabilidad de sus carteras se situó entre un 4,6% y un 9,5%. Y es que habitualmente el inversor se decanta por la gestión activa (es el gestor quien va haciendo los movimientos en la cartera siguiendo distintas variables), pero la gestión pasiva puede ser más interesante. Así, Warren Buffett le recomendó a su mujer que, cuando él falleciera, destinara un alto porcentaje de su inversión a productos indexados o sea, que replicaran un índice.
Recientemente, Indexa capital publicaba que los inversores de los fondos gestionados por las cinco mayores entidades financieras españolas habrían obtenido 15.000 millones de euros más de haber invertido en fondos indexados (un 30% más de rentabilidad en términos acumulados a 10 años). Apenas un 7% de los fondos de las grandes gestoras españolas obtiene una ganancia superior a los índices.