Esta la pago yo, pero con dinero en metálico
Los españoles utilizamos mucho los billetes y monedas para los pequeños pagos, pero los europeos tienen la misma costumbre.
En plena euforia de las transacciones digitales, resulta que en el día a día, en los pequeños pagos diarios, los europeos seguimos utilizando los billetes y las monedas. Y además, con billetes pequeños, porque los grandes (de 200 y 500 euros) son algo que muchos habitantes del Viejo Continente ven rara vez. El 81% de los europeos no los han visto físicamente durante el último año. El Banco Central Europeo (BCE) ha recopilado los datos y ha elaborado un informe que no tiene desperdicio.
Comparando cuánto les gusta a los europeos de diferentes países el uso del metálico, resulta que España solo es superada por Malta y Chipre en el afán de sus habitantes por saldar sus cuentas en las tiendas, bares y otros establecimientos mediante billetes y monedas. En concreto, los malteses utilizan este método en un 92% de estos pequeños pagos, seguidos de los chipriotas (88%) y de los españoles (87%). En el otro extremo se sitúan Holanda (45%) y Estonia (48%).
Pero las grandes cifras europeas, mareantes en sí mismas, dan muchas más pistas. En 2016 se produjeron en la Eurozona un total de 124.000 millones de pagos en tiendas y otros establecimientos públicos realizados en metálico. Otros 30.000 millones de pagos fueron realizados con tarjeta de crédito o débito y otros 3.000 millones de cobros fueron recibidos mediante cheques, transferencias o pagos a través del móvil. En total cambiaron de bolsillo por estos procedimientos de pago 2,9 billones (con b) de euros.
En media de toda la Eurozona, el 78% de los pagos en las tiendas y otros establecimientos públicos fueron realizados en metálico, un 19,1% se realizaron con tarjeta y un 2,1% con otros medios de pago. Pero esto es en cuanto al número de operaciones. Si se atiende al volumen total de dinero movido, un 53,8% fue en metálico; un 39%, en tarjeta; y un 7,2%, por otros medios.
¿A qué se debe esta diferencia? Pues fundamentalmente a que muchos pagos son de muy pequeña cuantía, realizados en lugares como bares, cafeterías o pequeñas tiendas de alimentación, mientras que otros pagos de mayor cuantía, como artículos textiles o pequeños electrodomésticos suelen realizarse con tarjeta las más de las veces.
Según los datos recopilados por el BCE, el 90% de los pagos por compra de periódicos, revistas o flores, además de los bares y cafeterías, se realizan en metálico en la Eurozona. El 80% de las pequeñas compras de supermercado o panaderías y pastelerías también se pagan en metálico. Y resulta que entre los bares y estas últimas suman un 69% de los pagos ordinarios de la vida diaria de los europeos.
Si se atiende al volumen, el 11% del total de movimiento diario de dinero se realiza en bares y cafeterías mientras que un 42% tiene como destino las pequeñas tiendas de alimentación y los supermercados. Y en estos dos casos, el 81% y el 59% del total de dinero movido se hace con billetes y monedas.
Hasta la luz y el gas
También hay rarezas dentro de la Eurozona. Por ejemplo, más del 50% de los griegos pagan el recibo de la luz en metálico y casi un 70% hace lo mismo con los gastos médicos. Incluso cerca del 60% de los habitantes de Grecia pagan las facturas del teléfono móvil en cash. En Malta, sin embargo, se lleva la palma el recibo del gas, que es abonado en metálico por más del 60% de los hogares, y en Chipre casi la mitad de la población abona con billetes y monedas las pólizas de seguro.
Pero aparte de estas rarezas, lo que sí se observa en toda la Eurozona, como es lógico, es que cuanto menor es la cantidad a pagar más se utiliza el metálico. De esta forma, el 93% de los pagos de hasta cinco euros se hacen habitualmente en cash, al igual que ocurre con el 86% de los comprendidos entre 5 y 10 euros. Sin embargo, para pagos superiores a 100 euros el 56% se realiza con tarjeta.
Y la otra gran pregunta que queda por responder es cómo se proveen los europeos de dinero en metálico. Pues como era de prever, el 61% del dinero que llevamos en los bolsillos procede de extracciones realizadas en cajeros automáticos. Otro 8% tiene su origen en retiradas de efectivo de las cajas físicas de las oficinas bancarias y un 8% más llega desde las famosas huchas hogareñas. Como muchos de los consumidores son jóvenes sin recursos suficientes, un 18%
del dinero de bolsillo procede de la famosa paga de la familia o de préstamos de amigos.
El maná. Los cajeros automáticos son la principal fuente de metálico. Foto: R. FADRIQUE
De compras. En los pagos en tiendas de textil y electrodomésticos se usa más la tarjeta. Foto: JOSEP GARCÍA
Grecia. El 60% de los griegos pagan la factura del móvil en metálico. Foto: X. GONZÁLEZ