El ciberacoso, una realidad para muchos adolescentes
Uno de cada cinco adolescentes ha sufrido acoso en la red
"Toda mi vida se han burlado de mí, me han hecho mobbing y me han excluido. Espero que no os enfadéis conmigo. Adiós". Esa fue posiblemente la última carta que Tim Ribberink envió a sus padres. Poco después, el joven de 20 años se quitó la vida.
Desde entonces han pasado tres años y la opinión pública recuerda la muerte del adolescente holandés como una trágica consecuencia del ciberacoso.
Según un estudio del instituto de investigación YouGov y Vodafone realizado entre adolescentes del todo el mundo, uno de cada cinco ha sufrido acoso en la red. Y las redes sociales son un terreno abonado para el ciberbullying.
Según el estudio, muchos jóvenes se enfrentan cada día a desagradables comentarios en Facebook, post despectivos en Instagram o vídeos ridicularizadores en Whatsapp.
Para el estudio se habló con casi 5.000 adolescentes de entre 13 y 18 años de 11 países, entre ellos Sudáfrica, Nueva Zelanda, España, Alemania o Estados Unidos. Una media del 18 por ciento reconoció haber sufrido ciberacoso y en torno al 70 por ciento dijo haber oído que otra persona lo padecía.
La cifra varía mucho entre el 8% que lo padeció en España -la tasa más baja junto a la de República Checa- y el 30% de Nueva Zelanda. Pero en general, los números asustan, y la mitad de los encuestados asegura que teme más el acoso en Internet que el mobbing en la vida real. "El ciberacoso es una nueva forma de violencia que supera las barreras del acoso clásico", explica Andreas Mayer, director de la policía judicial en Alemania.
Internet ofrece a los acosadores una plataforma abierta para abusar de sus víctimas a cualquier hora. A menudo los afectados no saben cómo reaccionar. Muchos chicos y chicas se aíslan de su entorno y se saltan las clases. Según el estudio, casi uno de cada cinco se llega a plantear suicidarse o autolesionarse, un patrón habtitual entre personas humilladas y rechazadas.
El ciberbullying tiene muchas caras y va desde comentarios malintencionados hasta amenazas de muerte. "Cuanto mayores son los jóvenes, más duros e intensos pueden ser los ataques", explica la pedagoga Kristin Langer.
Por otro lado, Langer advierte que los padres también pueden tener parte de responsabilidad. Los niños y jóvenes que no reciben el suficiente reconocimiento en su vida real, buscan a menudo reafirmarse de ora forma. Otros posibles motivos son la presión del grupo o el miedo de los adolescentes a convertirse ellos mismos en víctimas.
Pero a pesar de todos los cuidados que reciban los niños en sus primeros años, siempre puede pasar. Por eso es muy importante una rápida reacción de los padres, desde el mismo momento en que son conscientes de lo que está pasando.
Pero más de un tercio de los jóvenes no cuenta lo que le pasa a sus progenitores. Por eso en algunos países se han puesto en marcha iniciativas en las que son los própios jóvenes quienes dan consejos a chicos y chicas de su misma edad sobre cómo utilizar Google, Facebook o Whatsapp.