El petróleo barato, ¿bendición o condena para la economía mundial?

22 / 02 / 2016 DPA
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El petróleo se considera un lubricante de la economía: si está barato se estimula la coyuntura, dice la regla de oro que, sin embargo, ahora algunos cuestionan, entre otros en base al caso del gigante del fracking Chesapeake, por ejemplo.
La semana pasada, los rumores de quiebra del segundo mayor productor de gas en Estados Unidos hicieron desplomarse sus acciones en más de un 40 por ciento. Sólo tras un comunicado en el que la empresa afirmaba que no estaba al borde de la insolvencia se calmó un poco el pánico. Las fuertes reacciones demostraron, sin embargo, lo crítica que es la situación en el sector energético.
La situación de emergencia no afecta únicamente a las empresas, sino a toda la economía mundial. "El mayor problema sigue siendo el exceso de oferta", señala el analista petrolero Ole Hansen, del Saxo Bank. Como las principales naciones productoras hacen funcionar sus bombas sin pausa en la lucha por los porcentajes del mercado, el planeta es inundado con petróleo barato y la demanda no es suficiente como para hacer subir los precios.
"No hace mucho tiempo, una caída así de los precios habría generado gritos de júbilo", señala Stefan Kreuzkamp, de administración de patrimonio del banco alemán Deutschen Bank. La regla de oro de los economistas es que una caída de un diez por ciento de los precios aumenta el crecimiento entre un 0,1 y un 0,5 por ciento. 
Cuanto más barato es el petróleo, menores son los costes de producción para la mayoría de las empresas. Los consumidores tienen además más dinero porque gastan menos en gasolina y calefacción, y por eso se considera que una bajada del crudo es como una reducción de impuestos que da impulso a la coyuntura. Pero cada vez hay más dudas al respecto.
En los últimos 18 meses, el precio del petróleo se derrumbó más de un 70 por ciento, sin que funcionara como un impulso de la coyuntura. En vez de ello, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte de los riesgos que implica el bajo nivel y de hecho redujo en enero su pronóstico de crecimiento mundial para 2016. "Tenemos por delante un camino escabroso", señaló el economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld.
En los mercados financieros el petróleo barato se trata como un peligro, lo que tiene distintos motivos. El sector energético está cada vez bajo más presión debido a los bajos precios y, según la agencia Bloomberg, las petroleras recortaron en 2015 en todo el mundo más de 250.000 puestos de trabajo. En general, se trata de puestos muy bien redituados, por lo que su pérdida afecta a las economías tanto como los recortes de inversiones. 
También aumentan las bancarrotas, aunque no se produjo la temida ola de quiebras porque las firmas de fracking (fracturación hidráulica) estadounidenses se muestran sorprendentemente fuertes. Sin embargo, muchas compañías se mantienen a flote con créditos cada vez más caros, por lo que no se puede descartar que acaben cerrando. La agencia de rating Standard & Poor's acaba de bajar la nota a una larga serie de empresas energéticas. 
Las naciones productoras sufren además con los bajos precios. Rusia o Venezuela, pero también toda una serie de economías que dependen mucho del petróleo. La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, lanzó hace poco una oferta de ayuda por la crítica situación: "El FMI está abierto para todos los miembros".
El derrumbe de algunos países productores podría arrastrar a toda la economía mundial. 
Seguramente por eso, esta semana Rusia, Arabia Saudí, Qatar y Venezuela anunciaron que están dispuestos a congelar la producción en los niveles de enero si otros productores hacen lo mismo, para evitar que continúen cayendo los precios. Habrá que esperar a ver si hay coordinación y la medida efectivamente surte efecto. 
¿Es el petróleo barato por tanto más una condena que una bendición? "La respuesta corta es 'no'", dice el experto Kreuzkamp. Las ventajas en forma de reducción de costes para los consumidores siguen ahí. "Todos consumen petróleo de una u otra forma, pero comparativamente pocas personas, empresas y países lo producen".
Depende mucho de cada país y de su economía nacional. En Estados Unidos, el sector energético es muy importante y en los últimos tiempos el crecimiento ha ido hacia atrás. En países como España, que importa la mayor parte de su energía, es más bien una buena noticia. 

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