Las nuevas FARC: del fusil a la lectura, el conocimiento y el debate

30 / 06 / 2016 dpa
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Las FARC, una de las guerrillas más antiguas del mundo, comenzaron desde hace varios meses un camino de transformación que más allá de dejar las armas, busca una paz integral a través de la pedagogía y el debate entre sus filas.

Juan Manuel Santos (I), presidente de Colombia, y Rodrigo Londoño (D), líder de las FARC, se estrechan la mano en presencia Raúl Castro, presidente de Cuba, durante el acuerdo sobre el alto el fuego definitivo y el compromiso del grupo guerrillero de renunciar a las armas el 23 de junio de 2016 en La Habana. (No usar en China, Taiwan, Macao y Hong Kong.)

Los días de entrenamiento militar, planificación de emboscadas, elaboración de explosivos, enfrentamientos armados, producción y comercialización de cocaína y movimientos constantes en medio de la espesa selva parecen haber quedado atrás. 
 
 Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ahora miran hacia un futuro de posconflicto y se preparan para ello.
 
 Los combatientes se enfilan con papel y lápiz en mano para tomar apuntes sobre historia, geografía y matemáticas. Muchos de ellos saben que lo que les espera afuera es otro gran combate, pero no de balas sino de conocimientos, opiniones y convivencia.
 
 El tiempo en la selva se llevó, para ellos, las esperanzas de recibir educación, los deseos de formar una familia y hasta las ganas de tener una vida "normal".
 
 Sin embargo, el proceso de paz con el Gobierno ha devuelto a la guerrilla a sus inicios revolucionarios en contra de la desigualdad y la ha encaminado hacia las letras y hacia una nueva guerra, pero de argumentos. 
 
 En los cientos de campamentos distribuidos por todo el país, que durante años fueron refugio del miedo y la violencia, las FARC comenzaron a alfabetizar sus filas y a preparar, de algún modo, para la vida civil a cada uno de sus casi 9.000 combatientes.
 
 Así se pudo ver en un video publicado recientemente en Twitter por la holandesa Tanja Nijmeijer, alias "Alexandra Nariño", miembro de la delegación de las FARC en el proceso de paz con el Gobierno.
 
 La grabación muestra la forma como se realizaron en todo el país las jornadas de socialización de los acuerdos logrados en Cuba y la introducción en las filas de actos culturales, integraciones sociales y las prácticas deportivas. 
 
 En las imágenes se ve a cientos de guerrilleros escuchando atentos las explicaciones que varios de los delegados de las FARC hicieron en maratónicas jornadas de pedagogía acompañadas por organismos internacionales como la Comisión Internacional de la Cruz Roja y algunos miembros de los países garantes de los diálogos, Cuba y Noruega.
 
 Aunque la intención principal era instruir a las filas sobre lo que sucederá en un futuro no muy lejano, se puede ver que la guerrilla no muestra en ningún momento una sola señal de rendición, sino que por el contrario hace referencia a la victoria de una lucha que ahora será política y sin armas.
 
 "Entonces nuestro planteamiento es el de seguir la lucha, codo a codo con el campesino, con los afrodescendientes, con los indígenas", dice en el video Jorge Torres, alias "Pablo Catatumbo", delegado de las FARC en La Habana.
 
 La esperanza y el optimismo son el motor de las FARC para seguir adelante con la lucha que ahora impulsarán bajo el amparo de la participación en política acordada en el segundo punto de la agenda pactada por las partes al inicio de los diálogos en octubre de 2012.
 
 Para el analista político y director de la Fundación Paz y Reconciliación, León Valencia, esa figura "permitirá el tránsito de movimiento guerrillero a movimiento político" bajo la consigna impartida por el Gobierno de "hacer política sin armas".
 
 "El punto dos contempla una reforma al sistema político colombiano y dentro de sus puntos se propone crear unas circunscripciones especiales de paz para las zonas más afectadas por el conflicto armado y las poblaciones que han sido excluidas del proceso democrático en Colombia", indica Valencia.
 
 Después de 52 años de lucha armada, miles de muertos y un arduo proceso que completa 43 meses, las FARC son conscientes del momento histórico por el que atraviesan e inclusive su máximo líder, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", ha cambiado su retórica.
 
 Ahora, sus palabras se enmarcan en el pacifismo e inclusive en la crítica hacia el accionar del Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda guerrilla de Colombia que aún no inicia un proceso de paz formal con el Gobierno, cuya exigencia ha sido que cese por completo la práctica de secuestros.
 
 "Esas prácticas (del secuestro) deben terminar para siempre en Colombia. La paz impone su libertad", escribió "Timochenko" en Twitter en mayo pasado, cuando el ELN secuestró durante una semana a tres periodistas. 
 
 Las FARC han iniciado además, en conjunto con el Ejército, un proceso de desminado en todo el territorio colombiano y se han comprometido a "liberar" de sus filas a los menores de 15 años de edad. 
 
 A escasas semanas de firmarse el acuerdo final, iniciar el proceso de desarme y someter lo pactado al voto popular a través de un plebiscito, las nuevas FARC siguen hacia adelante y sin mirar atrás. 

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