Una investidura entre misterios por resolver

26 / 02 / 2016 José Oneto
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Las razones por las que Rajoy declinó la oferta real para su investidura y su conversación con el monarca son solo algunas de las incógnitas que rodean este largo proceso.

La semana que viene, el miércoles 2 de marzo, el líder socialista, Pedro Sánchez, solicita su investidura al Congreso de los Diputados para formar Gobierno por encargo de su majestad el rey Felipe VI, tras la decisión del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, de declinar el ofrecimiento del jefe del Estado como representante del partido más votado. Declinar la oferta del jefe del Estado cuando, además, no se había hecho el mínimo esfuerzo para articular esa gran coalición (PP-PSOE-Ciudadanos) que viene defendiendo el presidente del Partido Popular, ha sido, según muchos analistas, el gran fallo estratégico de Rajoy. Un misterio, junto a otros referentes a su trato con el jefe del Estado, que están por resolver.

Esta decisión de Rajoy de declinar la oferta real, que sorprendió al propio jefe del Estado porque era una posibilidad no prevista en el artículo 99 de la Constitución, que regula el papel del Rey en la designación del candidato, y que no ha sido regulada por ninguna ley orgánica a lo largo de estos años, cambia todo el calendario, retrasa la elección de un presidente del Gobierno y frena el inicio de la cuenta atrás para que corriese el plazo para la convocatoria de nuevas elecciones.

Existe un misterio en la conversación del jefe del Estado con el presidente del partido más votado, pero se ignora el contenido de lo tratado, más allá del argumento de Mariano Rajoy de que en ese momento no tenía los suficientes apoyos como para aceptar la investidura, entre otras razones, porque la tarde anterior, la tarde del jueves 21 de enero, en un acto en el Museo del Prado, ante las críticas por la pasividad con la que venía actuando manifiesta su excelente estado de ánimo para aceptar la investidura si el Rey se lo pedía.

¿Influye en su decisión de declinar la oferta real conocer esa misma mañana del viernes día 22 que Pablo Iglesias, el líder de Podemos, le iba comunicar al Rey que estaba dispuesto a prestarle el apoyo necesario al candidato socialista Pedro Sánchez, para que intentase la investidura y que su proyecto pasaba por un Gobierno de coalición en el que Iglesias sería el vicepresidente de Sánchez?

¿Se atrevió Pablo Iglesias, en su incontrolable ego, a informar al Rey de que en ese Gobierno le acompañarían varios ministros de Podemos: el de Defensa (teniente general José Julio Rodríguez, antiguo jefe del Estado Mayor de la Defensa); el del Interior (Íñigo Errejón); la de Sanidad (Carolina Bescansa); el de Plurinacionalidad (Xavier Doménech); la de Justicia (Victoria Rosell) y el de Economía, Hacienda y Competitividad (Alberto Garzón, en representación de Izquierda Unida)? Algo que, en efecto, hubiera sido insólito, porque ni siquiera lo había hablado con Sánchez, al que, eso sí, concedía la posibilidad de ser presidente del Gobierno.

Pero, ¿cómo se entera Rajoy anticipadamente de la propuesta que esa tarde de viernes le va a hacer Iglesias al jefe del Estado? ¿Es esa información la que le hace cambiar de opinión y “declinar” la oferta del Rey? ¿Se intenta en algún momento convencer al Rey en la segunda ronda de consultas de que se tome un periodo de reflexión para realizar una segunda consulta al Consejo de Estado, para que se estudie la posibilidad de que, en determinadas circunstancias, la Mesa de las Cortes pueda tomar la decisión de disolver las Cámaras y convocar nuevas elecciones? ¿Es esto lo que desencadena el malestar del palacio de la Zarzuela con Moncloa, que no quiere que se le haga la oferta a Pedro Sánchez para que inicie los trámites de la investidura? ¿O el malestar se produce en el mismo momento en el que Mariano Rajoy rechaza la oferta del jefe del Estado?

¿Tiene algo que ver, directa o indirectamente, Pablo Iglesias, con la filtración de la noticia? ¿Quién, además de Iglesias y Errejón, conoce esa información que el responsable de Podemos va a comunicar al Rey ese viernes, antes de que el jefe del Estado reciba a Pedro Sánchez, y que provoca un auténtico terremoto mediático así como la indignación de los barones socialistas ante el desparpajo con el que actúa Iglesias en una rueda de prensa tan insólita como el propio personaje?

Esas son muchas de las incógnitas y misterios que quedan por resolver en este largo proceso de la investidura de Pedro Sánchez, cuyo primer acto se celebrará la próxima semana en el Congreso de los Diputados a partir del día 2 de marzo con la primera convocatoria, en la que tendría que conseguir la mayoría absoluta, y la segunda, el día 5, donde le bastaría con más votos afirmativos que negativos.

A la hora de cerrar esta edición de Tiempo seguían las negociaciones a cuatro entre Izquierda Unida, Podemos, Compromís y el PSOE, en un auténtico tira y afloja tras el que está jugando de forma decisiva la intención secreta de Podemos de apostar por unas nuevas elecciones, culpando indirectamente al PSOE de no querer el pacto y preferir el acuerdo con Ciudadanos. 

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