Penélope debuta como directora

27 / 09 / 2016 Jesús Mariñas
  • Valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

Penélope Cruz estrena en Madrid su primer docu-mental solidario, Soy uno entre cien mil, escrito y diri-gido por la actriz y que trata sobre la leucemia infantil. Numerosos rostros conocidos acuden a la cita.

Sorprendente: Penélope Cruz estrenando un documental escrito y dirigido por ella en favor de los niños con leucemia, un debut por todo lo alto días después de la gala operística que realzaron los Reyes y donde Felipe VI debutó en la afición lírica. Con ella estuvieron en doble respaldo desde Pepe Hidalgo a Enrique Cerezo. Incluso un apuesto Fernando de Almansa, Emilio Butragueño, el eterno Ángel Nieto y Los del Río.

Asombrosa adhesión frente al desafortunado José Fernando. Ha vuelto en incontenibles giros emocionales con una Michu siguiéndole a un Madrid elegido para rehabilitarlo de una vez. Ya lo intentaron sin resultado desde que era mocito y se orinaba sobre los trajes de actuar que su madre Rocío Jurado tenía colgados en el vestidor. Solo quinceañero lo mandaron a una escuela-cuartel de Miami. No tuvieron resultados. Luego pasó por Zaragoza y Barcelona, en el mismo centro de San Feliú de Guíxols donde trataron a Carmen Ordóñez. Otro fracaso y últimamente en Sevilla, tras cuidarlo Pepito el Marismeño. A la semana no pudo más. El cantante se rindió con un alarmante “no hay manera”. Temen que la séptima no sea definitiva porque la moza es otra adicción donde siempre se refugia.

No me sorprendieron los ataques a la recién casada Rocío Carrasco. Intuía estas resurrecciones oportunistas del exmarido y Raquel Mosquera, madrastra aún vigente. Retoma actualidad y platós tras 15 años de prudente silencio. Al no ser invitada a la boda, los recoloca en su sitio estremeciendo más los aporreados cimientos de la que fuera su hija. Sirvió a Pedro de salvavidas. Larga de lo lindo, contratada sorprendentemente por los que Rocío consideraba sus íntimos. Palo enorme, tremenda deslealtad. A quién se agarrará ahora el maniobrador Fidel bajo su llamativo felpudo capilar. Ni un pelo de tonto, ahora menos con más. Los años acumularon agravios, desprecios, injusticias ahora expuestas por Raquel como regalo nupcial más bien puñalada trapera. Las ratas salieron de su cloaca, acusa y denuncia más que sentencia el entorno de Rocío Carrasco, que no gana para disgustos. Puestos a cascarlo todo, nadie como la familia. Qué no sabrán ellos.

 

Una boda poco lucida

Un enlace que no definiría como lucido y solemne, paseando caras de segunda donde destacaron la elegancia remadura de Teresa Campos y la juvenil de Chayo Mohedano. Semejó oferta en suma y sigue luego visto en otros enlaces, citas o desfiles. Se repiten. Me refiero a Ivonne Reyes o Lara Dibildos, a quien en verdad deseo suerte ante amor recién estrenado. Ella podría hacer una antología de fracasos, empezando por los primerizos Rafi Camino y Fran Murcia.

Raquel se despachó a gusto pero personalmente no me sorprendió porque compartí aquello frecuentador de esa familia hoy maltratada por los que fueron suyos. No hay por dónde cogerla, todo bien aderezado por la venganza de Antonio David, a quien la cantante rechazaba lo mismo que a Fidel Albiac. Por algo era “la más larga”. Lloró lágrimas de sangre ante los noviazgos de su única hija, que acabó imponiéndolos. Tragaron. Raquel no se inventó nada al contar que antes de morir, Pedro no se hablaba con la consentida hija ahora dolida porque a Raquel ese plató se lo sirvió una panda que consideraba leal. En el mismo punto y a la misma hora, la seguirán otras caras del clan. La peluquera hizo suspirar con sus revelaciones: “Rocío me dio una patada en el culo y no me ayudó cuando lo necesite. Con Pedro de cuerpo presente, me pidió que le diese el Rolex de oro de su padre. No le interesaron sus trofeos deportivos. Iba a lo que iba. Llevamos quince años sin hablarnos. Callé muchas cosas...”.

 

Penélope, imagen de un reloj

 Su vuelta coincidió con el debut de Penélope patrocinado por el Viceroy de Juan Palacios, donde la estrella es imagen. Él actuó de salvavidas y rellena-neveras con el padre de Rocío. Le alivió necesidades dándole un muestrario relojero para que fuese tirando. Correspondiendo tardíamente a tal apoyo, la Carrasco reapareció tras su censurado enlace motivador de tantas descalificaciones. Sola ante el peligro, flashes y cámaras. No habló: pelo tirante hacia atrás y desafiante coleta de amazona. Fidel entró astutamente por la puerta falsa esquivando un posible abucheo. La calle tomó partido por la peluquera. De su indefensión ante la prepotencia, algo captado por Manolo Segura y Paz, que por Borja Thyssen también se las agarra con Tita. Cotarro donde las Massumeh fueron jaleadas por Los del Río que van de estrellas con Camilo Sesto, que cumplió 70 y lanza antología. Artistas imborrables. Los sevillanos me anticipan, gracias, que preparan película sobre Macarena. Es una idea miamera para seguir tirando con el “dale a tu cuerpo alegría”. Esperanza Aguirre en azul de manga larga moteado de lunares. Lúcida, vaticina las terceras elecciones.

También fue a lo de Pe Esteban Rabat con esposa rutilante en brillantes. Elena Cué destacó por elegancia. No vistió traje largo sino modelo corto en seda marfil, casi camisero de falda multiplisada. Tan adecuado como los morados florones midi de Eugenia Silva. Elegante y juvenil como el negro de escote en uve y falda a media rodilla de la Reina en su cumpleaños en la ópera. Lo remataba cenefa de blonda. Sin mangas realzó su cintura, lucida al levantarse para el “cumpleaños feliz” –44 ya cumplidos horas antes– interpretado por la orquesta operística. Sorprendida, Letizia se emocionó como no suele. Significativos abrazos dio el poderoso Hidalgo de Air Europa a su hijo Javier. Iba de punta en blanco frente al desenfado indumentario de Ángel Nieto: porque se puede ser campeón una o dos veces, pero no doce como él, exaltó Hidalgo padre ante Pablo Motos, jaleado ante la admiración de Pino Sagliocco. Es promotor de grandes conciertos desde que en el 98 hizo grabar en su Ku ibicenco Barcelona, Barcelona a Caballé y Freddy Mercury. Le pregunto qué está pasando con esa inspección tributaria a los grandes templos de la noche isleña tal Pachá o el imperio de Abel Matutes.

“Se han vuelto locos, buscan lo que no hay, y lo que hay está a la vista. Parecen empeñados en espantar al turismo”, respondió ante Sandra Ibarra cubierta de imperdibles laterales y su radiofónico Lucas con Sobera ante una achinada Vivian Ventura habitual, “pero este año ni pisé Ibiza, aunque Marbella estaba igual de imposible. Insoportable”, lamentó ante Ana Obregón, sacando su ya inestable pechuga. Paseó excesivo traje azul bordado en hilo de oro. “Apenas saludo para no ponerme las gafas”. No se despegó de los empresarios. Conformaban el entorno amistoso de Françoise y Juan Palacios tal ese monumento gastronómico que es Lucio. Acompañado de la trabajadora dulzura de su hija María, con divertido bolso de Mickey, llegaba morenísimo tras agosto alicantino. Loles León pasó desapercibida, y cuidado que airea su nueva estética. Mejor es ir a las Massumeh conservadoras de monumentos nacionales como Preysler y Tamara, ahora con problemas de tiroides; el Nobel Vargas Llosa; Carmen Martínez-Bordiú; Marta Ortega, o Cristiano Ronaldo. Me cuentan en Cibeles, aunque no lo creo (será otra leyenda) que le ponen pestañas postizas con pelo de visón, una a una durante cuatro horas.

Generosa Penélope, su hermana Mónica en estampado militar rojo y negro, adelgazó, mientras la estrella deslumbró con mirada tristona sobre modelo color melocotón muy años 50. Vistió falda de vuelo con enormes bolsillos de parche y zapatos de puntera blanca y talón crema. Bellísima: “Seguiré dirigiendo. Siempre me interesó mucho el estar detrás de la cámara. Estoy contenta con lo conseguido. Durante tres meses casi conviví con los niños, algunos ya son amigos. Es un mundo aleccionador dentro del mal”, señaló azuzada por una relaciones públicas impresentable que la acosó hasta mandarle cuando debía reír.

 

La fiesta del año

La temporada abrió con magnífica madrina y ya la califican de “fiesta del año” mientras la agonizante Cibeles mostró la ahora cómoda indumentaria de Ana Botella, a la que en el estreno de Otello, y ante la sombría Miriam Ungría, acompañó tras pajarita su hijo Alonso. Cristina Cifuentes semejó una turquesa, rompe moldes. El marqués de Griñón se estrenó animado por Esther Doña. Premiaron a Duyos por mejor colección aunque renovadoras fueron The 2ND Skin. Barroco, defraudó Jorge Vázquez y Hannibal Laguna crea para Miami. Bibiana ya es de “las más”, y Cuca Solana, desganada en su poltrona salvavidas viendo a Mónica Hoyos, Nieves Álvarez, bajo pétalos, Belinda Washington y su hija, las deportivas de Marisa Paredes y a Rossy de Palma convertida en regalo con lazada incluida. Nada es lo que fue. 

Grupo Zeta Nexica