Mujeres apoyan más participación política en el país de las Misses

15 / 07 / 2015 DPA
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Se despierta un debate sobre la participación de las mujeres en política que parecía dormido.

Imagen de archivo de 2012 de la diputada María Corina Machado considerada una posible candidata presidencial que en 2014 fue desaforada. Foto: Carlos Hernandez.

El predominio machista en la política venezolana recibió una bofetada con un reglamento electoral que exige a los partidos que en sus listas de candidatos a los comicios legislativos la mitad sean mujeres.
 
 La medida obligó a los jefes políticos a buscar con más sutileza entre sus cuadros femeninos, pero a la vez despertó un debate sobre la participación de las mujeres en política que parecía dormido.
 
 La norma que obliga a los partidos a presentar una paridad de géneros o al menos 40 por ciento de mujeres en sus listas para las legislativas de diciembre provocó un revuelo en la oposición nucleada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD)y a la vez logró un inesperado entendimiento entre las mujeres opositoras y las del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
 
 El polémico reglamento fue aprobado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) después que la MUD anunciara su lista de candidatos, en la que apenas incluía a 10 por ciento de mujeres, tras más de un mes de discusiones y negociaciones entre sus más de 20 partidos miembros.
 
 La primera reacción de la MUD fue rechazar la norma, desacreditarla como ilegal, pero luego reconoció su validez. En una rectificación "políticamente correcta" dijo que modificaría su lista para adaptarla a la equidad de géneros para los comicios en los que se renovarán los 167 escaños de la Asamblea Nacional (Congreso unicameral).
 
 Sin embargo, la coalición opositora no escondió su desagrado y acusó a la directiva del CNE de utilizar una causa noble para dañar sus consensos políticos, cocinados a fuego lento.
 
 El PSUV, en cambio, asumió el discurso en defensa de la igualdad y prometió ajustar su lista a la nueva norma, aunque más de 90 de sus candidatos hayan sido elegidos por el voto popular en sus primarias del 28 de junio.
 
 La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, se convirtió de la noche a la mañana en abanderada de la igualdad de sexos en la política venezolana.
 
 "A la mujer le corresponde el cuidado del hogar, la crianza de los hijos y todo lo relacionado con el mantenimiento familiar. La mujer lava, pancha, cocina, alimenta, hace mercado, hace tareas, cuida los niños y además trabaja. El hombre trabaja. Cuando es bueno, friega (lava los trastos) o ayuda a fregar. Yo me pregunto por qué a papá no le regalan licuadoras el día del padre", fue su proclama al presentar el reglamento electoral.
 
 La presidenta del partido Acción Democrática (AD), integrante de la MUD, Isabel Carmona, recordó que su partido impulsó en los años de 1940 la igualdad, promoviendo el voto femenino.
 
 Carmona encabezó el movimiento del llamado Frente Nacional de Mujeres, de la alianza opositora, para exigir la igualdad política en las legislativas, por lo que se ganó críticas de sus compañeros opositores. Cuando aprobó el reglamento, la veterana política dijo sentirse orgullosa del logro a favor de la igualdad y abrazó a Lucena, cuestionada por sus expresiones a favor del oficialismo.
 
 "Con la paridad tocamos métodos culturales del poder, arraigados en el machismo. A la mujer se le condena al espacio privado de la casa, a la actividad doméstica, lo que no le permite alcanzar instancias de poder. Estamos en el derecho a acceder a ese espacio. Por eso se dicta esta norma y, aunque el país está en una confrontación política, esto convoca a la reflexión", dijo Carmona a la dpa.
 
 Señaló que el gobierno puede intentar sacar provecho de la medida dictada por el CNE, pero sólo será un obstáculo que la oposición deberá superar presentando una lista paritaria de hombres y mujeres.
 
 "Las mismas mujeres que vamos a votar son las mismas que hacemos filas a diario para comprar un kilo de arroz o de harina de maíz. Somos las mismas que padecemos la escasez de productos y ¿cómo pueden creer que vamos a votar por ellos?", aseveró.
 
 La profesora universitaria Margarita López Maya, una ex simpatizante del gobierno bolivariano, criticó el reglamento y lo calificó de "tramposo".
 
 Dijo que como mujer es imposible no estar de acuerdo con regulaciones que permitan remontar la "tremenda inequidad de género o combatan el machismo, la violencia y el militarismo" en un país de "tantas exclusiones".
 
 "El problema, sin embargo, no son las medidas mismas. Esa regulación, anunciada como una conquista feminista, es apenas la retórica maquilladora que usa el CNE para perturbar un proceso electoral que a todas luces aparece desfavorable al gobierno", escribió en el portal de debates "Prodavinci".
 
 La catedrática señaló que el reglamento se hizo sin consultar a los partidos, después que estos habían elaborados sus listas de candidatos, con el propósito de "continuar echando leña a una fogata que se caldea día a día".
 
 "Alterar las reglas de juego es claramente una falta seria del ente que debe garantizar la equidad, transparencia y éxito democrático de un proceso electoral", aseveró.
 
 Lucena recalcó que la norma es un reconocimiento a una lucha de décadas de las mujeres en la esfera política en Venezuela.
 
 El gobierno bolivariano, además de su discurso feminista, ha promovido la presencia de mujeres en puestos clave al frente de los poderes públicos. En el CNE, Lucena es acompañada por tres mujeres en un directorio de cinco miembros. La Fiscalía General está en manos de Luisa Ortega y la presidencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) a cargo de la magistrada Gladys Gutiérrez.
 
 En el debate, nadie mencionó el cuestionado desafuero en 2014 de la diputada María Corina Machado, considerada una posible candidata presidencial, en una medida aplicada por el jefe de la Asamblea, Diosdado Cabello, y apoyada por un fallo del TSJ, con el argumento de que ella intentó denunciar en la OEA la crisis política venezolana como embajadora alterna de otro país, Panamá.
 
 La discusión sobre una mayor participación política de la mujer coincidió con el comienzo de la temporada de concursos de belleza, de donde saldrán las representantes venezolanas al Miss Mundo y el Miss Universo.
 
 El eco de la controversia política no se había apagado cuando el país desvió su atención al concurso Miss Venezuela Mundo 2015, que ganó la rubia estudiante de contaduría Anyela Galante.
 
 La nueva reina de belleza se impuso entre 12 concursantes, de entre 18 y 26 años, graduadas o estudiantes de medicina, ingeniería, periodismo y contaduría pública.
 
 El concurso es el preámbulo del Miss Venezuela, evento que cada año acapara la atención del país y escogerá a la representante al Miss Universo.
 
 Las venezolanas han ganado siete coronas del Miss Universo, incluyendo la hazaña de Dayana Mendoza y Stefanía Fernández de coronarse en años consecutivos (2008 y 2009). También poseen seis coronas del Miss Mundo en 64 ediciones.
 
 En el único precedente de incursión de una reina de belleza en política, la Miss Universo 1981 Irene Sáez, fue una exitosa alcaldesa del municipio caraqueño de Chacao y compitió contra el fallecido mandatario Hugo Chávez en las presidenciales de 1998. Los partidos que le ofrecieron apoyo se lo retiraron para irse con el candidato social cristiano Henrique Salas Romer y su estrella política se apagó abruptamente.

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