El test de la marihuana en Colorado

La zona peatonal de Denver es el distrito de compras más concurrido de la ciudad y la calle principal "made in America" donde la multitud se agolpa ante los escaparates de las tiendas más populares. La oferta de los negocios va desde juguetes para niños hasta botas de cowboy, pasando por un producto nuevo que se vende de forma legal desde abril, la marihuana.
 
 El dueño del negocio de cannabis Euflora describe la decoración de su local como una especie de mezcla entre un Starbucks y una tienda Apple. Tiene tres sedes y una cuenta de Twitter. Y los usuarios le dan entre cuatro y cinco estrellas. 
 
 Cuando los votantes de Colorado tomaron la histórica decisión de legalizar la marihuana para uso recreativo en 2012, los analistas de ambos bandos auguraban que ello transformaría el estado. Los defensores aseguraban que incentivaría el desarrollo económico al ingresar millones de dólares en impuestos de venta de marihuana. Los detractores, al contrario, alegaban que fomentaría el consumo juvenil, los accidentes de tráfico y el crimen.
 
 Pero más de un año después de lo que el gobernador de Colorado John Hickenlooper ha llamado "uno de los grandes experimentos sociales del siglo", el negocio de la marihuana en el estado parece más bien haberse convertido en un negocio normal.
 
 "No he notado una diferencia en la cultura", dijo a dpa Ashley Kilroy, director ejecutivo de la política de marihuana de la ciudad de Denver. "Creo que para la gente que vive y trabaja aquí... no ha sido para tanto". 
 
 Los primeros datos producidos en el primer año de ventas legales de marihuana con fines recreativos son difíciles de analizar. La policía ha emitido menos citaciones por posesión de marihuana, dijo Kilroy, pero más por consumo público. La criminalidad aumentó ligeramente en Denver frente a 2013, pero las muertes en accidente de tráfico bajaron.
 
 Los principales problemas que enfrentan las autoridades son aquellos que nunca se habían predecido: sobredosis de productos de marihuana comestible y explosiones caseras en accidentes a la hora de intentar extraer el cannabis. Kilroy asegura que el departamento de bomberos de Denver es ahora "el mayor experto del mundo" sobre seguridad en extracción de cannabis.
 
 Al finalizar octubre de 2014 el estado había ingresado más de 60 millones de dólares en impuestos por marihuana recreativa y tasas relacionadas con operaciones del negocio de la marihuana, sólo algo más de la mitad de los 100 millones de dólares que se habían esperado. Y los economistas difieren sobre hacia dónde pueden evolucionar los números.
 
 Lo que está claro es que el negocio de la marihuana está creciendo en Colorado. Aunque el consumo en público es ilegal, los adultos mayores de 21 años pueden ahora comprarla en más de 380 tiendas en todo el estado. En Denver el número de vendedores de marihuana -205- multiplican por cuatro a las cafeterías de la cadena Starbucks.
 
 Uno de cada cuatro habitantes del estado consume marihuana, según una encuesta publicada en diciembre de 2014 por el "Denver Post", que cuenta con un editor especializado en marihuana, y con la web "The Cannabist", sólo para noticias relacionadas con la marihuana y artículos de tendencias, incluyendo recetas para hacer mayonesa de marihuana, entre otras cosas.
 
 Sin embargo la normalidad del sector en Colorado contrasta dentro de un país donde la marihuana sigue siendo ilegal bajo las leyes federales y de la mayoría de los estados.
 
 Según la Alianza para la Política de Drogas (DPA, por sus siglas en inglés), un grupo que aboga por la reforma, 609.423 personas fueron arrestadas por posesión de marihuana en todo el país en 2013, el mismo año en que Colorado procesaba sus primeras licencias para venderla.
 
 Mientras las leyes federales dan a los estados una amplia libertad para establecer sus propias normas, la gran distancia entre la venta legal en Colorado y las leyes restrictivas en otros lugares es territorio inexplorado.
 
 Ello ha provocado algunos problemas: los estados vecinos de Nebraska y Oklahoma no están contentos con lo que ocurre en Colorado y en diciembre de 2014 lo demandaron. La administración Obama ha pedido a los fiscales federales que dejen tranquila la legislación sobre la marihuana, pero los bancos aún se han mantenido alejados de sus clientes con negocios de marihuana, temiendo que podrían violar leyes de lavado de dinero.
 
 El resultado es que los negocios de marihuana siguen operando casi totalmente en efectivo incluso pagando impuestos mensuales con bolsas de la compra llenas de dinero, cuenta Kilroy. 
 
 "Es un entorno inestable", señala a dpa Michael Elliott, director del Marijuana Industry Group, una organización comercial. "Está creando una serie de problemas de seguridad, contabilidad y transparencia", afirma. 
 
 Problemas que podrían hacerse más evidentes conforme crece el sector.
 
 El negocio legal de la marihuana en Estados Unidios, incluyendo la consumida con fines recrativos y médicos, creció un 74 por ciento en 2014, a 2.700 millones de dólares, según un nuevo informe de ArcView Market Research, un grupo de inversión e investigación sobre la marihuana de San Francisco.
 
 El consumo recreativo de la marihuana y su venta son legales en los estados de Colorado y Washington. Alaska, Oregon y Washington, DC, también aprobaron leyes sobre marihuana con fines recreativos en 2014. Además, 28 estados permiten su consumo y venta con fines médicos, con diversas restricciones.