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Destinos para sibaritas

21 / 08 / 2015 Elena Pérez
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El viaje es la excusa porque el argumento del mismo se sostiene en menús sorprendentes, sofisticados o tradicionales.

El Hostal Spa Empúries basa la filosofía de su cocina en la trazabilidad, el control de la calidad del producto desde su origen.

Mar y montaña en la Costa Brava

Abrazado por la naturaleza y sin edificaciones a la vista, el hotel Hostal Spa Empúries se ha convertido en el bastión de la playa del Portitxol, una de las calas más mágicas de la Costa Brava. Las ruinas del primer asentamiento greco-romano de la península ibérica ejercen de virtuales defensoras. En esta ubicación privilegiada, y comprometido con los valores de la sostenibilidad y la solidaridad, el establecimiento basa la filosofía de su cocina en la trazabilidad, es decir, el control de la calidad del producto en todo el proceso, desde su origen al plato. Su chef, Rafa Peña, propietario del restaurante Gresca de Barcelona y ganador en 2008 del premio al cocinero joven del año (otorgado por la Academia Catalana de Gastronomía) ha diseñado la carta con la intención de despertar los cinco sentidos, relajar al comensal y ofrecer platos saludables y nutricionalmente correctos a la vez que  sabrosos. Hay que probar la escórpora frita, el arroz de congrio y la torrija de trigo xeixa. Este último es una variedad  de trigo antiguo de alto valor nutricional recuperado por los propietarios y cultivado en sus propios campos certificados CCPAE.

No es por el hotel, es por su restaurante

DESTINOS-HOTEL

¿Viajar a Ginebra para disfrutar de los sabores vietnamitas? ¿Escaparse a Miami en busca de cocina peruana? ¿Encontrar cocina medieval en un hotel de Londres? La respuesta está en Mandarin Oriental Hotel Group. Su propuesta gastronómica alrededor del mundo, a través de exóticos y deliciosos platos de algunos de sus restaurantes más emblemáticos y cargados de estrellas Michelin, es un divertido juego de destinos en el que gana siempre el viajero. Oferta gastronómica multicultural que reúne chefs mundialmente galardonados. El Restaurant Rasoi By Vineet de Mandarin Oriental, en Ginebra, propone langosta al coco, al grill, con chile, hojas de curry, lentejas khichdi, gengibre y coco en polvo; la langosta que ofrece el chef Vineet Bhatia se basa en la cocina india tradicional pero cargada de imaginación. Si el destino elegido es el Mandarin Oriental de Miami, Gastón Acurio seducirá, después de uno de sus deliciosos cócteles a base de pisco, con el plato emblemático, chaufa aeropuerto (arroz con carne). Consta de arroz frito con salchicha china, cerdo y tortilla de gambas con salsa dulce con chilli nikei y ensalada de vinagre. Auténtico sabor de cocina peruana, pero en Miami. Y si el deseo se torna british, el Mandarin Oriental Hyde Park (y esta vez sí, hotel y restaurante coinciden en destino) propone fruta de carne, una receta de finales de la Edad Media (s. XVI), muy popular para banquetes en los que se mezclaban  “frutas de carne” en bandejas entre auténticas frutas para sorpresa de los invitados. Los ingredientes son hígado de pato con sal y mantequilla, gelatina de mandarina, brandy, ajo, tomillo y pan tostado. El responsable es el chef Ashley Palmer-Watts y el restaurante, Dinner by Heston Blumenthal.

El discreto encanto de un jardín burgués

DESTINOS-JARDIN

Cae la tarde sobre una de las zonas más señoriales de Madrid, el Parque del Conde Orgaz. En el porche, frente al jardín, con el sonido del agua de la fuente de las Tres Gracias del fundidor francés J. J. Ducel al fondo y el aroma de flores blancas envolviendo el ambiente, una pareja recibe, con la copa de champán en la mano, a sus invitados. Llegan estos precedidos por el mayordomo. La escena transcurre en un chalé de arquitectura afrancesada, con la impronta de decoradores como Duarte Pinto Coelho y el regusto de haber acogido a personajes como Salvador Dalí, Edgar Neville, Arthur Miller o Tennesse Williams. Se trata de la casa del añorado actor Luis Escobar, marqués de las Marismas del Guadalquivir, que ahora habita su sobrina y ahijada, Elena Escobar, y que se abre para ajenos a la familia bajo la tutela y el catering de Isabel Maestre. Con productos siempre de primer nivel, huyendo de lo industrial, apostando por la materia prima de temporada, la ganadería ecológica que respeta al animal y los productos frescos de kilómetro cero, Isabel diseñará los platos al gusto del cliente, como siempre. Pero quizá la opción más singular sea el menú que pedía siempre el propio Luis Escobar: quenelles de merluza, solomillo a la broche y merengue de frambuesas.

Deliciosa vuelta al Mundo en un crucero

DESTINOS-CRUCERO

“Noticias desde el puente de mando. El capitán informa. Durante la noche llegaremos a siete millas del promontorio de Cabo de la Nao para después entrar en el primer esquema de separación de tráfico marítimo que regula el flujo de barcos que vienen y van hacia el estrecho de Gibraltar. Costearemos así...”. La primera semana de enero de 2016 partirá del puerto de Barcelona el Costa Luminosa dispuesto a dar la vuelta al mundo. Cada día, en el camarote, aparecerá la carta del capitán del buque. A lo largo de 106 días, o en tres tramos independientes, se sucederán paisajes únicos, emociones nuevas y la experiencia singular que supone hacer realidad un sueño. Tierras lejanas con nombres exóticos, ciudades mágicas y culturas ancestrales. La tierra vista desde el mar, primero, para pasearla después. Del Caribe a las costas africanas pasando por Oceanía, o por la isla de Pascua y Pago Pago. A diferencia de grandes exploradores como Marco Polo o Fernando de Magallanes, la vida a bordo es refinada, relajante, con baños de sol en cubierta, cenas con espectáculos inolvidables y  amaneceres cargados de energía que arrancan desde el silencio del océano. En la vuelta al mundo que ofrece Viajes El Corte Inglés, la gastronomía es un placer sin concesiones.

El menú de la cena de gala ofrece gambas, ensalada de arroz y mango con sésamo, para seguir con una mousseline de pollo servido con manzana y tostadas con nueces, continúa con el consomé doble de res, pasa a los linguine salteados con almejas, tomate y calabacín, después trofiette con pesto, judías verdes y patatas, además de salmón fresco y entrecot de res al jugo natural, y cierra con un milhojas de verduras con salsa de queso. Habrá más cenas a bordo. Pero los destinos son una deliciosa colección de propuestas autóctonas. Así, en Río de Janeiro se puede disfrutar de una pulpa de cangrejo fresca gratinada a la brasileña; en Buenos Aires, babilla de buey cocida a baja temperatura con salsa a las tres pimientas; pez espada a la parrilla en Puerto Madryn; en Punta Arenas, tostadas de gambas chilenas con piña y guacamole; y bistec T-bone de buey australiano a la parrilla servido con mantequilla Maître d´Hôtel, en Melbourne.

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