Una segunda vuelta con listas diferentes

 Apenas unos días antes del cierre de las listas electorales este lunes 23 de mayo, Ciudadanos anunció que su cabeza de lista por La Coruña, Antonio Rodríguez, no repetiría el próximo 26 de junio. La razón: que “no ha cumplido con las expectativas en su papel de diputado”. Según la formación, se le llegó a ofrecer ir de número dos, pero Rodríguez se negó alegando que había ganado las primarias.

Su argumento, sin embargo, no le sirvió de nada. Tampoco el apoyo público de los coordinadores de las agrupaciones de La Coruña, Cambre, Culleredo, Oleiros y Ames, alrededor el 70% de los militantes de la provincia. Los órganos del partido tienen potestad para modificar las listas, incluso después de que los afiliados hayan hablado, en caso de considerarlo necesario.

Ciudadanos siempre ha calificado los cambios de “puntuales”, pero la formación presentará el 26 de junio 16 nuevos cabezas de lista (casi un tercio del total). A la enorme mayoría de ellos, sin embargo, no les rodea la polémica que existe en La Coruña. Han sido llamados para cubrir huecos de candidatos que querían retirarse de las listas, o directamente han abandonado el partido. Prácticamente ninguno de los que se ha retirado consiguió escaño en los últimos comicios. A esas renuncias se suma la de los cinco cabezas de lista que en las pasadas elecciones fueron elegidos por primarias, pero decidieron retirarse de las listas antes de que se confirmaran.

El problema de las listas afecta también al resto de los grandes partidos. Y todos lo han solucionado sin consultar a los militantes. El PSOE estuvo hasta hace una semana deshojando la margarita para ver quién acompañaba a Pedro Sánchez en las lista de Madrid tras el abandono de Irene Lozano, muy criticada dentro del partido, y el traslado de Meritxell Batet a Barcelona para llenar el hueco dejado por la espantada de Carme Chacón. Al final la número dos será la magistrada Margarita Robles y de cuatro, la exdiputada Ángeles Álvarez. Los cambios en los cabezas de cartel se completan con la retirada de Ramón Socías en Baleares, Patricia Sierra en Badajoz y Luz Rodríguez en Guadalajara.

Las listas de la confluencia

En el caso de Unidos Podemos, la confluencia de las listas de Podemos e Izquierda Unida en una sola ha provocado más de un roce en las dos fuerzas. Una decena de candidatos de Podemos han tenido que dejar su lugar de salida a los de Alberto Garzón. Quiénes eran y dónde iban lo negociaron mano a mano los secretarios de Organización de ambas formaciones, por supuesto, sin consultar al respecto a los militantes que los habían elegido. La mayor polémica, sin embargo, se ha producido en torno al antiguo Jemad, José Julio Rodríguez. Para evitar que vuelva a quedar fuera del Congreso de los Diputados, Podemos ha decidido desplazarlo de número dos por Zaragoza a uno por Almería, un puesto que deja vacante “por motivos personales” David Bravo. El cambio se extenderá a un puñado de circunscripciones donde el candidato ha decidido no repetir (Salamanca) o no puede (Andrés Bódalo, en prisión, por Jaén).

El PP es el partido que menos tocará sus listas de cara a las nuevas elecciones. Rajoy ha hecho exclusivamente los cambios obligados por las circunstancias. Los dos más urgentes, y ya anunciados, tenían que ver con escándalos en torno a presuntas irregularidades. Pedro Gómez de la Serna, que ya había sido expulsado al grupo mixto, dejará de ser número dos por Segovia. Por su parte, Carmen Hernández Bento sustituirá al exministro José Manuel Soria al frente de la papeleta popular de Las Palmas. Por último, Carolina España será la número uno por Málaga a pesar de que Celia Villalobos aspiraba a ese puesto.