Políticos libres de impuestos

01 / 10 / 2012 12:17 Clara Pinar
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Parlamentarios nacionales y regionales se benefician de exenciones fiscales que en algunos casos les permiten no declarar casi la mitad de sus sueldos públicos.

Los diputados y los senadores se benefician de exenciones fiscales que tienen como efecto que buena parte de sus sueldos no tributen el IRPF. Un repaso por los sueldos y retribuciones exentos de impuestos a lo largo y ancho de los parlamentos españoles muestra cómo, por ejemplo, la última subida del IRPF les afecta, pero menos, puesto que la subida solo se acusa en parte de sus ingresos.

Los 3.000 euros que los diputados pueden gastarse en taxis, los viajes de trabajo pagados por el Congreso o la barra libre en telefonía y suscripciones varias que figuran en los presupuestos del Congreso que desveló esta semana eldiario.es, son solo parte de los privilegios de sus señorías en forma de retribuciones.

Hay otro, fijado por ley, en virtud del  cual las dietas, indemnizaciones y otros complementos no están sujetos al IRPF, como ocurre con el común de los trabajadores. Según la ley del IRPF de 2006, pero que en este punto mantenía invariable lo que disponían versiones anteriores, están sujetas al pago de este impuesto las dietas y asignaciones para viajes y manutención que sobrepasan determinado importe -53 euros por alojamiento y 91 por manutención-, pero no para los cargos públicos. Los diputados del Parlamento Europeo, de las Cortes Generales, de asambleas legislativas autonómicas, concejales y miembros de las diputaciones, cabildos insulares u otras entidades locales están eximidos de estos límites.

Así, un diputado nacional de una circunscripción distinta a la de Madrid -independientemente de que viva en la capital- suma al sueldo base de 39.394 euros otros 21.886 en concepto de indemnización. Sus ingresos totales son 61.280 euros, con una retención media del 30%. Pero no sobre toda la cantidad, en cuyo caso el sueldo neto sería de 42.896 euros. Debido a que, en realidad, el 35% de esa cantidad no tributa IRPF, el ingreso anual de sus señorías es de 49.461 euros.

El Congreso acaba de aprobar su presupuesto para el año que viene, que congela sueldos, dietas e indemnizaciones. Sin embargo, nada se habla de reducir o someter al tamiz del IRPF buena parte de lo que terminan embolsándose los diputados. Coincidiendo con el revuelo que generó esta semana el conocimiento de los gastos pagados de los que disfrutan los diputados, UPD publicó en Twitter los sueldos oficiales de cargos públicos, incluidos los miembros del Gobierno. Pero en el caso de los diputados y senadores no entró en detalles sobre la parte del sueldo que no está sujeta al pago de impuestos.

En realidad, las dietas, que había que justificar debidamente para cobrar, “ya no existen”, explica la asesora fiscal Luisa López. Existe una cantidad fija libre de impuestos que, llamada indemnización o dieta, cobran los cargos públicos en la mayoría de las instituciones.

Importancia de las dietas.

Según algunos diputados, los políticos españoles no están debidamente pagados. El sistema hoy vigente fija un sueldo y lo complementa con todo tipo de indemnizaciones y dietas que, además de poco conocidas, no tributan. Este sistema es general. Así, por ejemplo, esta semana fue noticia en La Rioja que los cinco concejales del PP en Fuenmayor, con una población de 3.200 habitantes, han sumado casi 1.500 euros en dietas del primer semestre, que han donado a Cáritas.

Pero es en los parlamentos regionales donde se ven con más claridad los sobresueldos que en muchos casos representan estos ingresos. Es la Mesa de cada parlamento -es decir, los propios diputados- la que fija el montante de dietas e indemnizaciones. Uno de los casos donde más evidente se hace la importancia de estas dietas es en la Asamblea de Madrid. A finales de los años 90 el Pleno decidió cambiar el sistema de retribución de las dietas por asistencia a un sueldo fijo, pero se acordó que el 20% del sueldo no estaría sujeto al IRPF para evitar que el nuevo sistema fuera una penalización con respecto a los impuestos que no se pagaban con el anterior.

Las dietas e indemnizaciones están muy implantadas en los distintos parlamentos autonómicos, a excepción del vasco, donde aseguran a Tiempo que incluso las dietas por desplazamiento -entre 4.440 y 7.152 euros anuales, dependiendo de la distancia- se incluyen en la nómina como concepto al que también se le aplica el IRPF. En Galicia, los diputados complementan su sueldo mensual con una media de 2.400 euros “para afrontar gastos de alojamiento y manutención que origine la actividad parlamentaria”; en Asturias disponen de 933 euros al mes; en Cantabria, de una cantidad anual de 6.797 euros que, en el caso de los diputados que solo cobran dietas, significa que no tributan por lo que ganan en el Parlamento. En Castilla y León, 70 de los 84 procuradores cobra 180 euros por asistencia que tampoco tributan.

Es común también que las dietas empiecen a pagarse desde el kilómetro cero de distancia de la sede parlamentaria, es decir, a diputados que no tienen que desplazarse. Es el caso, por ejemplo, del Parlamento de Cataluña, donde un diputado residente en Barcelona completa su sueldo base de 37.327 euros con la indemnización mínima de 20.060 euros, libres de impuestos. En las Cortes Valencianas, la mayoría de los diputados suma a su sueldo más de 10.000 euros anuales por dedicación plena, además de otra dieta por kilometraje de entre 3.500 y 10.500 euros al año.

En el Parlamento de Baleares hay una categoría de diputados que cobran un fijo mensual que al cabo del año asciende a 18.300 euros que no tributan, como tampoco lo hacen las dietas que cobran por asistencia a los Plenos y otras reuniones (entre 117 y 223 euros). En Canarias, los diputados completan su sueldo fijo -sujeto a IRPF- con un corolario de dietas de desplazamiento -excepto en avión y barco, que paga directamente el Parlamento-, asistencia a reuniones o incluso la dieta de 83 euros que está estipulada por participar en videoconferencias. Así, un diputado raso de una isla distinta a Tenerife o Gran Canaria puede sumar a su sueldo mensual de 3.829 euros otros 113 por dedicación plena por cada sesión convocada, 60 por reunión fuera del Parlamento, 225 por asistir a un Pleno o 205 por ir a otra reunión.

La tendencia ha consistido en pasar de un sistema de dietas por comparecencia, “que primaba la asistencia”, a otro en el que las dietas o indemnizaciones son cantidades fijas que en algunos casos completan los sueldos tributables de los parlamentarios y en otros son su único ingreso por este cargo público.

Esto supone, además, una contradicción con respecto al mensaje que los grandes partidos han tratado de difundir en los últimos tiempos, a medida que la política se desacreditaba y los políticos iban entrando en la lista de colectivos menos valorados por los españoles.

Cobrar una dieta como única retribución parlamentaria no contradice la prohibición que existe en el PSOE de que los cargos públicos solo cobren un sueldo público, admite un diputado socialista. En el caso del PP, esta exención se suma a la que ya disfrutan sus cargos públicos que también son dirigentes del partido: gastos de representación y dietas para los días que hay reunión en el PP pero no tienen que ir al Congreso.

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