Pistolas de fogueo muy reales

20 / 11 / 2009 0:00 Miguel Amores
  • Valoración
  • Actualmente 3.5 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 3.5 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

Las armas detonadoras, muy fáciles de conseguir y que pueden transformarse para disparar balas reales, son cada vez más usadas por los delincuentes.

El asesinato a tiros de un menor dominicano a finales del pasado agosto en Madrid hizo correr ríos de tinta. Resucitaron cuestiones siempre latentes, como el grado de implantación de las bandas latinas en España, la eficacia en la integración de inmigrantes o la también muy manida inclinación a la violencia, más o menos acusada, que presentan los jóvenes en España. Sin embargo, un detalle que pasó casi desapercibido fue que los dos disparos que acabaron con la vida del joven Isaac Nathael B.G., que le fueron descerrajados por la espalda y casi a quemarropa, se efectuaron con una pistola de fogueo transformada para escupir fuego real. Según fuentes próximas a la investigación del caso, el asesino de Isaac usó una pistola de fogueo semiautomática. El arma tenía el cañón despejado (las armas de fogueo suelen tener una pieza que lo bloquea). Y en cuanto a los cartuchos, en principio sólo diseñados para provocar un fogonazo detonador, tenían adheridos fragmentos metálicos, que produjeron estragos muy similares a los que habría provocado una bala convencional. Este suceso ha vuelto a poner de actualidad la vieja reivindicación de las Fuerzas de Seguridad para que se endurezca lo que consideran una blanda normativa sobre las armas de fogueo. Se quejan, en un primer lugar, de la facilidad con que se adquieren.

Para hacerse con una pistola de fogueo, cuyo precio, según establecimiento y modelo, ronda los 100 euros, sólo hace falta ser mayor de edad y dar el número de DNI. En segundo lugar, la ley no exige ningún tipo de test psicotécnico que excluya de la posesión de estas armas a personas potencialmente peligrosas. En tercer lugar habría que añadir la falta de un registro nacional donde figuren las personas propietarias de este tipo de armas. Desde la Confederación Española de Policía, uno de los sindicatos del cuerpo, se reclama la creación de un registro nacional, “informatizado y eficaz”, como ya existe con los poseedores de armas de fuego. Por otro lado, el Sindicato Unificado de Policía alerta de lo mucho que se parecen las armas de fogueo a las reales. Esto, dicen, puede tener consecuencias fatales, sobre todo si el delincuente blande el arma ante un policía. Los sindicatos policiales, además, destacan el peligro que entraña el aumento de las ventas de las armas de fogueo, algo confirmado por fuentes del sector. Y también subrayan el hecho de que los delincuentes especializados en robos o atracos se decantan cada vez más por el uso de estas armas. Saben que, en el caso de que acaben detenidos, las consecuencias judiciales son más suaves que en caso de portar armas convencionales. Sin embargo, el verdadero peligro está en los delincuentes que transforman sus armas de fogueo en armas reales. “Este proceso -aseguran fuentes policiales- no es fácil, hacen falta ciertos conocimientos metalúrgicos. Sin embargo, está al alcance de cualquier manitas”.

Además de limpiar el cañón y modificar la munición, muchas veces es necesario cambiar algunas piezas, sobre todo el cañón del arma, ya que los materiales de estas armas no están diseñados para soportar las altas temperaturas que se generan al disparar munición real. En cualquier caso, y a menos que la transformación se haya hecho a conciencia, es raro que estas armas puedan efectuar más de dos disparos. Además, el riesgo de que una de estas pistolas le explote a uno en la mano al apretar el gatillo es siempre muy alto.

Entre 300 y 400 euros

Por otro lado, en los últimos tiempos se ha producido la desarticulación de numerosas bandas dedicadas a la transformación de pistolas de fogueo, lo que permite pensar que el uso de este tipo de armas está en alza. En 2008, y sólo en Murcia, se desarticularon dos grupos que se dedicaban a vender las pistolas transformadas a delincuentes comunes. Las pesquisas que acabaron con la desarticulación de uno de ellos dio comienzo, además, después de que se cometiera un asesinato con una de las pistolas transformadas. Este tipo de armas, por otro lado, cuentan con la ventaja del precio, que en el mercado negro oscila entre 300 y 400 euros. Frente a esto, una pistola de las de verdad adquirida de forma ilegal puede valer entre 600 y 1.200 euros. Frente a todas estas acusaciones, los armeros se defienden.

José Manuel López, propietario de una empresa de venta de armas de fogueo por Internet, argumenta que la mayoría de sus compradores son coleccionistas y policías. “Los delincuentes -dice- no vienen a comprarme a mí, que les pido el DNI. Además, esos delinquen con lo que tengan al alcance, desde coches a cuchillas de afeitar”.

Grupo Zeta Nexica