Overbooking de españoles en Venezuela

30 / 06 / 2016 Luis Calvo
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Gallardón ha sido el último de los políticos nacionales en implicarse en la defensa de los presos opositores.

El exministro de Justicia y exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, es el último español en sumarse a la defensa del opositor venezolano Leopoldo López. El pasado lunes, Gallardón, fiscal de profesión, aterrizó junto al abogado español Javier Cremades en Caracas para incorporarse al equipo internacional que asesora al político en su pelea judicial. El exministro se une a una defensa ya plagada de nombres relevantes en la que también participa el expresidente español (y abogado laboralista) Felipe González.

En un ambiente tremendamente tenso por el revocatorio planteado por la oposición contra el presidente Nicolás Maduro, López espera que prospere su apelación para recuperar la libertad. El exalcalde de Chacao y una de las principales cabezas de la oposición venezolana fue detenido tras los disturbios que siguieron a las manifestaciones de 2014 contra el régimen bolivariano. Se le acusó de promover la violencia, intimidación pública, daños a la propiedad pública, homicidio y terrorismo en unas revueltas que acabaron con al menos 43 muertos, la mayoría de ellos, manifestantes.

Un proceso dudoso

En septiembre de 2015, un tribunal encontró a López culpable de los delitos que se le atribuían y le condenó a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión. Entonces varias organizaciones observadoras mostraron sus dudas sobre la limpieza del proceso. Entre ellas, Amnistía Internacional criticó que la sentencia de prisión tenía “una clara motivación política” y Human Rights Watch acusó al Gobierno de Nicolás Maduro de “abrazar abiertamente tácticas clásicas de un régimen autoritario como encarcelar a sus opositores”.

Al mismo tiempo multitud de líderes mundiales firmaron un manifiesto en el que mostraban su rechazo a cómo se había producido el juicio y pedían la liberación inmediata de López. Fue en ese manifiesto en el que por primera vez coincidieron respecto a Venezuela Alberto Ruiz-Gallardón y Felipe González. Ambos, y el expresidente José María Aznar, firmaron la petición, respaldados por muchos dirigentes de países latinoamericanos: Felipe Calderón (México), Laura Chinchilla (Costa Rica), Ricardo Lagos (Chile), Andrés Pastrana (Colombia), Jorge Quiroga (Bolivia), Alejandro Toledo (Perú)...

Venezuela en campaña

El juicio de Leopoldo López y la crisis política que atraviesa Venezuela (la enésima de los últimos años) han puesto al país latinoamericano en el mapa político español con varios políticos subrayando o negando sus vínculos o los de los otros partidos con el Gobierno o la oposición. Tan raro es que en una entrevista electoral Iglesias no niegue sus vínculos pasados con Venezuela como que el resto de líderes no los pongan sobre la mesa una y otra vez.

El viaje más polémico fue el de Albert Rivera, que poco antes de que arrancara la campaña electoral decidió aceptar la invitación de la Asamblea Nacional venezolana (de mayoría opositora a Maduro) y ofrecer un discurso en el Pleno. De nada sirvió que el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero tratasen de disuadirlo alegando que poco ayudaba su visita a que el país recuperara la estabilidad.

El expresidente socialista es uno de los políticos españoles que de forma más discreta desarrolla su función en Venezuela. Al contrario que el resto de compatriotas, Rodríguez Zapatero no está claramente situado en uno de los bandos. Junto a Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá), Zapatero lidera el grupo de mediación internacional que desde mayo trata de apaciguar los ánimos en el país sudamericano.

La vista de la apelación de Leopoldo López, que ya ha sido aplazada en una ocasión por enfermedad de uno de los magistrados, puede revivir las tensiones en un país al que solo le falta una chispa para volver a arder. 

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