La vida sin deberes

29 / 04 / 2016 Celia Lorente
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Muchos padres piden acabar con las tareas escolares o por lo menos que se regulen, ya que sobrecargana los niños y fomentan los conflictos familiares. 

Marta es una niña de 8 años, que empezó a sufrir jaquecas, insomnio, ansiedad, se sentía triste y se hacía la remolona a la hora de ir al colegio. María, su madre, empezó a pensar que tenía todos los síntomas de sufrir acoso escolar y, preocupada, acudió a un psicólogo que descubrió que lo que su hija realmente sufría era un exceso de tareas escolares. Era una niña muy responsable y tener todos los deberes bien hechos y a punto le producía tal ansiedad que le estaba robando el sueño y la salud. Ante la incomprensión del colegio, sus padres decidieron buscar otro centro educativo donde las tareas no le robaran todo el tiempo libre y no supusieran una carga tan difícil de sobrellevar que incluso estaba afectando a su relación y creando tensiones familiares. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha venido a darle la razón a esta familia y ha confirmado que el estrés de las tareas escolares desemboca en dolores de cabeza, abdominales y de espalda, y provoca nervios, tensión y tristeza. Y en esto los escolares españoles están a la cabeza. Según la OMS el porcentaje de estudiantes nacionales que sufren estrés por culpa de los deberes es de los más altos de Europa. De hasta el 70% en las chicas de 15 años. Y esa presión, señala la misma OMS, se traduce muchas veces en “un incremento de patologías”, así como de alteración de los “estados de ánimo”.

Ante esta presión, en ocasiones difícil de sobrellevar para los niños, que necesitan realizar otras actividades de esparcimiento que también contribuyen a su desarrollo personal, y para los progenitores, que llegan de trabajar y no disponen de tiempo para ayudarles, o aunque lo tengan prefieren dedicarlo a disfrutar de sus hijos, algunos se rebelan. Hay dos corrientes que luchan por ello: una pide la eliminación total de los deberes y otra su racionalización.

Llamamiento on line

Padres, pedagogos y profesores han creado plataformas y webs en Internet como ¡Basta de deberes!; Sindeberes. #hayvidadespuesdelcole o change.org/los deberes justos, que pretenden promover el cambio desde abajo. Que sea la comunidad educativa, padres y docentes, los que desde cada colegio o instituto libren una batalla por protocolizar los deberes en sus centros. Las redes sociales se han vuelto imprescindibles para el logro de sus objetivos y su visualización social. Uno de los recursos más utilizados es la recogida de firmas vía on line. Una de las propuestas más exitosas de los últimos meses ha sido la planteada por Eva Bailén (@Vabalen) en la plataforma Change.org sobre los “deberes justos” de los estudiantes. Reclama “la racionalización de los deberes en el sistema educativo español” y va dirigida al Ministerio de Educación. Ya tiene recogidas unas 208.000 firmas. En diciembre –entonces tenían 190.000– las presentaron en la sede de todos los partidos políticos de cara a las elecciones. “Nuestro objetivo es que se regule de alguna forma el tema de los deberes escolares, porque lo que no puede ser es que haya tanta libertad de mandar tareas para casa sin ningún tipo de control en cuanto a la calidad y a la cantidad”. Su propia experiencia personal la llevó a tomar esta iniciativa. “Soy ingeniera de Telecomunicaciones y trabajo fuera de casa y cambié de colegio a mis hijos por darles un poco más de calidad de vida, en este que van ahora tienen estipulado el no poner deberes de más de dos asignaturas al día, no es un protocolo, pero por lo menos es algo. El cambio ha sido muy positivo y los niños están más receptivos”.

Otra medida que muchos colegios aplican y que es cuestionable es que los deberes cuenten para nota porque la Lomce establece que la evaluación de los estándares de aprendizaje tiene que hacerse sobre hechos que sean observables, medibles y cuantificables. Según Bailén “un docente no sabe quién ha hecho los deberes: si ha sido el niño, si los ha hecho con ayuda o sin ayuda, o si al final los ha hecho el padre, la madre o el hermano. Calificar algo que no se sabe si ha sido una creación del alumno o no, es bastante cuestionable y poco defendible el hecho de que cuente para nota”. Cansados de luchar contra el sistema establecido, algunos padres buscan centros educativos donde el atiborrar a los niños de tareas no sea la práctica habitual. Y existen, aunque la mayoría son colegios privados, los denominados “de educación alternativa” como los centros Waldorf, Montessori, o las llamadas escuelas libres. Aunque también algunos centros públicos se han atrevido, son tan pocos que constituyen una excepción.

Un cambio en el sistema

“Mi hijo hacía judo desde pequeñito y tuvo que dejarlo porque no podíamos compatibilizarlo, le mandaban deberes y más deberes y estuve a punto de cambiarle de colegio. Luego pensé que iba a perder a sus amigos y que en otro nos íbamos a encontrar más de lo mismo, porque prácticamente están todos por el estilo, al final depende mucho de los profesores que te toquen. No necesitamos cambiar de colegio sino un cambio profundo del sistema educativo. Estamos en otra época y hay que reconocer que esto no funciona”. Es la experiencia de María Cañal, que vive en Oviedo y decidió abrir un blog-magazine donde hubiera expertos en distintos campos: psicólogos, padres, profesores... “Se trata de llegar al mayor número de gente posible e informarnos para poder demandar llegado el caso, porque los padres estamos muy desinformados. No pintamos gran cosa en los colegios...” Y afirma: “Yo estoy en contra de los deberes, no me gusta ser extrema, pero los deberes son una extensión del colegio muy poco motivante y los niños llegan a casa a repetir lo que han hecho allí durante horas. Son unos deberes que solo aportan tensión en casa y que las familias acabemos a grito pelado todas las noches. Muchos padres no puedan ayudar a sus hijos porque no tienen capacidad y la alternativa es gastarse el dinero en clases particulares que generan entre los alumnos unas diferencias brutales. Lo que vemos es que los deberes no están bien planteados, tendrían que ser complementarios, estimulantes, que se aprendiera de ellos y que los niños pudieran hacerlos ellos solos o en grupo”, con sus compañeros.

La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), la asociación mayoritaria de padres y madres de España, recibe habitualmente las quejas de las familias por los deberes que el profesorado de las distintas materias encarga diariamente a los menores, y que a muchos crea verdaderos problemas para afrontarlos con éxito. El último estudio de la asociación de padres asegura que tras una jornada en el colegio de siete horas, hay otras dos o tres más de deberes, sin fines de semana libres. Y también reclama una reducción de tareas adaptada a lo que recomiendan los expertos: tres cuartos de hora en los cuatro últimos cursos de primaria y una hora en secundaria.

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