Luces de la ciudad

A primera hora del 22 de marzo de este año, las bestias amaestradas del Estado Islámico hicieron reventar varias bombas en el aeropuerto de Zaventem y en una estación de metro de Bruselas. La masacre conmovió al mundo y desató una larga ola de solidaridad, pero tuvo un efecto inmediato: los turistas dejaron de ir a Bruselas. La Grand Place se quedó vacía, porque una cosa es poner lacitos negros en el perfil de Facebook y otra espantar el miedo. Las autoridades de la capital europea decidieron que eso no podía ser: si no hacían nada, de algún modo los carniceros habrían ganado. En estas navidades han iluminado el lugar como nunca antes: es un espectáculo impresionante. Y lo han logrado: la gente abarrota la Grand Place atraída por la belleza de la luz. ¿Se dan cuenta? Es la luz la que ha vencido a esos homínidos vestidos de negro. La luz.