El Gobierno se toma un respiro

02 / 10 / 2006 0:00 Lucía Peña
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El presidente y su equipo de ministros reconocen que les resulta complicado desconectar de su trabajo, aunque intentan olvidarlo con libros y ejercicio.

El equipo de gobierno se va de vacaciones y los ministros ya se frotan las manos pensando en poner en práctica todas esas actividades que su profesión les impide disfrutar el resto del año. Jesús Caldera, ministro de Trabajo, aprovechará para refrescar su inglés; José Antonio Alonso, responsable de Defensa, para cocinar con más frecuencia, mientras que el presidente Zapatero se limitará a disfrutar de su familia en Lanzarote. Una serie de propósitos difíciles de conseguir a las puertas de unas elecciones catalanas y un proceso de negociación con ETA que los obligará a estar pendientes del día a día.

Mercedes Cabrera, encargada de Educación, asegura que los días que pase en Menorca son “para perder el tiempo, de las pocas cosas que disfrutas cuando las pierdes”. Con ella coincide José Montilla, quien además señala la importancia de estar con la familia: “Durante el resto del año no veo a mis hijos todo lo que deseo. Así que en vacaciones puedo permitirme estar con ellos sin estar pendientes del reloj, de la agenda...”.

Cumplir esas buenas intenciones no será tarea fácil si los miembros del Ejecutivo no se comprometen a desconectar del trabajo. “Este año, a sólo unos meses de las elecciones catalanas, me temo que va a ser más difícil aislarse”, explica el secretario del PSC.

Prensa diaria

La agenda de Elena Espinosa reduce a dos las semanas de la ministra de Agricultura en Galicia, ya que, según su gabinete, tiene previsto participar en diversos actos oficiales en Madrid. También Jesús Caldera, que tendrá que posponer sus paseos en bicicleta por la Sierra de Béjar, en Salamanca, a la segunda semana del mes y abandonarlos el día 14 por diversos actos en la capital.

Otro de los motivos que, según sus colaboradores, impiden a nuestros representantes olvidarse del trabajo es el hábito de leer varios periódicos al día. Todos los ministros confiesan mantenerse diariamente informados a través de la prensa. Entre ellos, hay quien relaja este hábito en verano, como es el caso de Moratinos, que confiesa ver “sólo los resúmenes de prensa”que le envían sus ayudantes. José Montilla, durante su estancia en la costa granadina, hace del hábito un arte.“Me gusta levantarme temprano, ir paseando hasta el quiosco a comprar los periódicos, encontrarme con los amigos por el camino, charlar con ellos y comentar las noticias”, explica el responsable de Industria,Turismo y Comercio.

Lecturas

Pese a todos esos obstáculos que les impiden alejarse de la rutina, los políticos también la combaten con lectura. Brooklyn Follies, la última novela de Paul Auster, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2006, estará este mes entre las manos de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, su compañera Magdalena Álvarez, responsable de Fomento, y José Montilla, que la leerá en catalán. Mario Vargas Llosa, con Travesuras de la niña mala, viajará en la maleta de Jordi Sevilla cuando el ministro de Administraciones Públicas se traslade a Galicia.

Todo no serán letras, sino también ejercicio. “Caminar sola por el campo”es lo que hará Carmen Calvo, de Cultura, en su Cabra natal, en Córdoba. A lo de andar se apuntan el propio presidente, que lo hará por Lanzarote, donde también pondrá a prueba su paciencia como pescador, y la ministra de Agricultura, Cristina Narbona, que se perderá por el Pirineo catalán, al igual que su compañero Rubalcaba, de Interior, por Llanes, en Asturias. Hay quien va más allá y aprovecha para curtirse físicamente, como Miguel Ángel Moratinos, que disfruta jugando al tenis, o los ministros López Aguilar, de Justicia, que hace natación, y Mercedes Cabrera, que practica yoga.

Los miembros del Gobierno suelen repetir año tras año sus destinos vacacionales, bien porque visitar a la familia se convierte en una consentida obligación, bien porque el hombre es un animal de costumbres. El caso es que son pocos los que rompen el guión establecido y normalmente dejan pasar un año más la oportunidad de conocer ese lugar que ansían. Resulta extraño descubrir cómo la misma agenda que les lleva a viajar y participar en actos por todo el mundo les impide conocer aquellos lugares que llevan tiempo deseando visitar. “Me gustaría conocer los países nórdicos. Acabo de estar en Finlandia por razones de trabajo y estoy deseando volver con algo más de tiempo. También me gustaría conocer algunos países de América Latina donde no he estado aún”, explica Cristina Narbona.

De costa a costa

A Alonso también le llama el continente americano, del que le gustaría conocer Argentina y el sur de Chile. Aunque lo que más satisfaría al titular de Defensa sería “un viaje a Estados Unidos de costa a costa en coche”. Carmen Calvo y Moratinos coinciden en señalar África entre sus objetivos fallidos. El responsable de Exteriores añade además un viaje por el Transiberiano como una de sus metas pendientes. Hasta África también se desplazaría Mercedes Cabrera, para la que el Kilimanjaro, en Tanzania, encarna su particular sueño irrealizable.

“Se me ocurren muchos sitios que me gustaría conocer”dice María Antonia Trujillo, pero el Tíbet y Australia”se perfilan como firmes candidatas a ser destinos de la titular de Vivienda. Otro año más, Montilla se quedará sin remontar el río Congo. “Es uno de esos viajes pendientes. Espero poder hacerlo cuando nuestros hijos sean mayores. Es algo que no me gustaría perderme. De momento, me conformo con leer libros de viajes y hay muchos que tienen a ese país como referencia”, comenta resignado el secretario del PSC.

Los ministros comienzan sus vacaciones cargados de buenos propósitos: “Ahora mismo lo que más necesitaría sería dormir a pierna suelta”, dice Cristina Narbona; Zapatero se compromete a disfrutar de más tiempo libre con su familia, mientras que Jordi Sevilla rebaja la seriedad de los compromisos vacacionales proponiéndose “no engordar”.

Las vacaciones de la oposición

Mariano Rajoy. El líder del Partido Popular volverá a pasar sus días de descanso en la Rías Baixas “como cualquier padre de familia, con sus dos hijas”.Aunque siempre le había gustado disfrutar de jornadas de bicicleta, Mariano Rajoy cambiará el ciclismo por la natación. Así pretende mejorar la rehabilitación de la mano lesionada en el accidente de helicóptero que sufrió en Móstoles en diciembre del pasado año. Rajoy no va a desconectar mucho del trabajo y estará pendiente de los medios de comunicación para conocer la evolución del proceso de ETA, según han comentado miembros de su gabinete.

Joan Puigcercós .“Veraneo en el Pirineo catalán, en una casa rural con mi mujer y mis hijos”, explica el portavoz de Esquerra Republicana. Puigcercós asegura que intenta desconectar, pero “leyendo la prensa y sin apagar el teléfono no es fácil”, señala. Le gustan el montañismo y los libros, entre los que ha elegido Los Pilares de la Tierra, de Ken Follet, y una biografía de Josep Denças. Sus sueños: el Caribe y un mes entero de vacaciones “en paradero desconocido, sin móvil y con familia”.

Artur Mas. “Reunirme con mi familia en Menorca es ya una tradición de más de 40 años. Y este verano, a pesar de las elecciones y aunque sólo sea una semana, no va a ser una excepción”, afirma tajante el presidente de CiU. Asegura que nunca viajaría a un país en guerra y confiesa que en vacaciones lee muy poca prensa.“Convivo con ella casi todo el año y una semana de abstinencia me conviene”, opina. En cuanto a su ocio, Artur Mas señala que,“si andar se considera un deporte, soy el campeón de las caminatas”.

Gaspar Llamazares. “Pasaré dos semanas en Asturias, un sitio ideal para descansar y recargar pilas”, comenta el líder de Izquierda Unida. Reconoce que “no iría a los lugares de turismo masificado” y que aprovechará estos días para “releer algunos clásicos como Baroja”, así como Rosario Dinamitera, de Carlos Fonseca, y Caza de Rojos, de José Luis Losa, que “por el trabajo diario tuve que leer de forma apresurada y que ahora pienso disfrutar más”, explica. Caminar es otro de sus placeres y los días de verano le ofrecen espacios más atrayentes que el resto del año. De hecho,“algunas intervenciones parlamentarias las preparo dando vueltas alrededor del Congreso”.

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