Cierre en falso del caso Gürtel en Boadilla

El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha decidido cerrar la investigación de lo que ocurrió en Boadilla del Monte (Madrid), a la que se ha calificado como el epicentro de la trama Gürtel. Una parte importante de las actividades de esta red quedará sin ser juzgada. Entre ellas destacan la organización del macroconcierto Summercase, con el que comenzó todo, o las actividades urbanísticas de las empresas que controlaba Francisco Correa.

En los primeros pasos de la investigación, cuando aún no había salido a la luz la identidad de la denunciante y autora del dosier sobre las andanzas de la trama en Boadilla, que se había ido de España temiendo por su seguridad, esta fue llamada a declarar. Una de las primeras cosas que contó fue que, para el Summercase, en el ayuntamiento le indicaron que tenía que coordinarse con la que era en aquel momento esposa de Juan Costa, exministro de José María Aznar, que no era personal del consistorio. También mostró su extrañeza de que se cediera por diez años un terreno municipal a una empresa sin recibir compensaciones. La trabajadora declaró que entonces pensó que “una de dos, o hay una financiación ilegal para otro tipo de cosas o hay una comisión de por medio”.

Una vez que estalló el caso Gürtel, el PP argumentó que Rajoy había dejado de contratar a las empresas de la trama de Correa para sus eventos. Sin embargo, Elena Sánchez, la expareja de Juan Costa, fue también la persona que organizó a través de una de sus empresas el congreso del Partido Popular en Valencia en 2008, en el que Mariano Rajoy venció a sus críticos. Fue a través de Free Handicap, una sociedad en la que, además, fue socio Pedro Pérez, expresidente de la plataforma de televisión por satélite Vía Digital y que, según Correa, participó con él en varios negocios.

Perdidos en el sumario se encuentran los papeles que certifican que Elena Sánchez cobró 750.000 euros por el Summercase. En concreto, su empresa H. Eymorich cobró uno 20% de los ingresos por patrocinio de Telefónica Móviles, Coca-Cola y Nokia. Es más, Elena Sánchez repartió 25.000 euros de ese dinero con Jesús Merino, el exdiputado del PP también investigado en este caso, mediante un pago a Everland, una empresa de este último, justificados por Sánchez como pago por los servicios de asesoramiento que le prestó. Sin embargo, esta operación no será juzgada en la pieza separada del caso que corresponde a la actividad de la trama en Boadilla del Monte. La funcionaria que declaró a la Fiscalía sus sospechas sobre el festival ha mostrado a esta revista su extrañeza por el hecho de que la investigación no prosiguiera por esta vertiente. Los papeles han caído en el olvido sin que nadie se diera cuenta de que estaban relacionados con la denuncia sobre el festival Summercase. Hay otras pesquisas que han quedado abortadas. Según un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía, la trama liderada por Francisco Correa se valió de la sociedad Narcisos 22 para realizar negocios inmobiliarios en Boadilla. Entre los más llamativos destacan las compraventa de fincas con las sociedades Centros Comerciales Raíces 3000, Invercantil y Beltraex-Nexo. Estas sociedades son controladas mediante testaferros por el urbanista Leopoldo Arnáiz, según la denuncia de uno de sus socios. Arnáiz redactó los planes urbanísticos en Boadilla del Monte. Los presuntos testaferros de Arnáiz son también hombres de paja de Correa. La acusación del PSOE en el caso Gürtel cree que la trama utilizó Narcisos 22 para que los propietarios de suelo les pagaran un porcentaje, a menudo del 2,5%, por unos servicios que realmente no prestaba esta empresa. La citada acusación tenía el testimonio de varios de estos propietarios, que relataban este mecanismo.