Caso Rato
24 / 04 / 2015 José María Vals y Miguel Cifuentes
Hacienda controlaba desde hace un año los viajes, visitas al notario y movimientos financieros de Rodrigo Rato. Esta es la historia de cómo un cúmulo de errores aceleraron la caída del exvicepresidente del Gobierno.
La Agencia Tributaria sabía hasta cuándo iba al notario. Rodrigo Rato era objeto de una investigación especial y muy exhaustiva, a la vez que discreta, por parte de los inspectores de Hacienda encuadrados en la Oficina Nacional de Investigación contra el Fraude (ONIF). Todo se precipitó y ahora la imagen de quien fuera vicepresidente del Gobierno de España y director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), siendo ayudado por un agente de Aduanas a entrar en un coche oficial en calidad de detenido marca un antes y un después. El después no es otro que un largo proceso judicial que puede durar años. El antes es el que explica por qué ha explotado ahora todo esto, justo cuando menos le convenía al PP, cerca de unas elecciones cruciales, y por qué ha estallado de esta manera.
