Bloqueo total

08 / 04 / 2016 Álvaro Nieto
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La celebración de unas nuevas elecciones daría como resultado un escenario muy parecido al de los comicios del 20-D, según un estudio electoral elaborado por la consultora Redondo & Asociados para TIEMPO.

España se encuentra en un callejón sin salida. Cuando todo apunta a que el próximo 26 de junio habrá de nuevo elecciones generales si no hay un milagro en forma de acuerdo entre partidos antes del 2 de mayo, las encuestas auguran que los resultados serán muy parecidos a los del pasado 20 de diciembre.

Dicho de otro modo, si mañana se celebrasen elecciones, los españoles votarían de forma similar y, por tanto, seguiría siendo necesaria una gran coalición entre PP y PSOE o un acuerdo que implicara a al menos tres partidos para poder alcanzar los 176 diputados imprescindibles para formar Gobierno.

Es lo que pone de manifiesto el informe del mes de abril de la consultora Redondo & Asociados, que ha elaborado para TIEMPO un estudio en el que se constata que la principal novedad en caso de repetición de elecciones sería el aumento de la abstención: la participación bajaría del 73,2% del 20-D hasta el 69,7%.

Ese descenso del número de votantes, como casi siempre pasa en España, tendría consecuencias negativas para las fuerzas de izquierda. Así, el PP volvería a ganar las elecciones con 126 diputados (tres más que hoy), el PSOE tendría 87 (tres menos), Podemos se dejaría por el camino ocho escaños (de 69 a 61) y Ciudadanos pasaría de 40 a 47. La única excepción al descenso de la izquierda estaría precisamente en Izquierda Unida, que sumaría dos escaños más, de 2 a 4.

Según la consultora Carmen Galbete, que ha participado en la elaboración de este estudio, la subida del PP confirma que “a Mariano Rajoy le está funcionando el inmovilismo: todo parece indicar que la estrategia de presidente ni-ni (ni suma ni pacta) ha sido acertada”.

Pero, a pesar de ese trasvase de escaños entre la izquierda y la derecha como consecuencia de una mayor abstención, la situación de bloqueo se prolongaría porque la suma de PP y Ciudadanos seguiría sin alcanzar la mayoría absoluta, quedándose en 173 escaños, mientras que la de las fuerzas de izquierda no superaría los 152. Tan solo un hipotético apoyo del Partido Nacionalista Vasco (PNV) a la primera opción podría desatascarlo todo.

Respecto al resto de fuerzas, la única novedad es que Democràcia i Llibertat (DiL), la nueva marca de la antigua Convergència de Artur Mas, perdería un escaño, pasando de 8 a 7. Y los demás se quedarían igual: 9 diputados para Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), 6 para el PNV, 2 para EH Bildu y 1 para Coalición Canaria (CC).

Mil entrevistas. El informe elaborado para TIEMPO se basa en los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y en sondeos propios realizados entre el 28 de marzo y el 4 de abril. En total, 1.000 personas han sido entrevistadas telefónicamente.

Como ya hizo en el mes de enero, Redondo & Asociados también ha realizado un estudio partiendo de la hipótesis de que Podemos e Izquierda Unida se presenten de la mano en unas nuevas elecciones. Y, a diferencia de lo que ocurría hace tres meses, ahora esa alianza provocaría un bloqueo aún mayor: el PP ganaría con 125, el PSOE se quedaría en 84, Podemos-IU sumaría 78 y Ciudadanos tendría 38. Es decir, el bloque PP-Ciudadanos lograría 163 y la suma de la izquierda daría 162.

Según Carmen Galbete, “la unión entre Podemos e IU tendría un efecto directo en la asignación de escaños en todos su rivales: con el simple aleteo de una mariposa el efecto sería inmediato”. Ese corrimiento de tierras general sería consecuencia del sistema electoral español, ya que la suma de Podemos e IU tendría un efecto multiplicador en sus resultados como consecuencia de adelantar al PSOE en muchas circunscripciones, lo que dejaría sin escaño a los socialistas en algunas de esas provincias. En concreto, Podemos-IU subiría 9 diputados respecto al 20-D pese a tener ahora el 24% de los votos, cuatro décimas menos que entonces, mientras que los socialistas se dejarían por el camino 6 diputados a pesar de apenas retroceder dos décimas.

Votos y escaños. En el estudio del mes de enero, la hipotética alianza de Podemos e IU alcanzaba los 101 diputados y, sumados a los 74 del PSOE, dejaba a la izquierda a las puertas de La Moncloa. Sin embargo, este trimestre no le ha ido nada bien al partido de Pablo Iglesias, porque ahora ni siquiera su alianza con Alberto Garzón permitiría superar a los socialistas en número de escaños. Sí lograrían el denominado sorpasso en número de votos: el 24% de los españoles votarían por Podemos-IU frente al 21,8% que lo harían por el PSOE.

Todo ello, claro está, en el caso de que Iglesias consiguiera mantener la unidad de Podemos, cerrar un pacto global con IU y repetir sus pactos con las denominadas confluencias en Galicia, Comunidad Valenciana y Cataluña.

Si comparamos los resultados del sondeo de enero con los de este de abril, es evidente que PSOE y Ciudadanos han sabido gestionar mejor esta etapa de incertidumbre y negociaciones. Así, el partido de Pedro Sánchez, pese a haber perdido en el Congreso dos votaciones de investidura, sube diez escaños en tres meses, pasando del 19,4% al 21,8% de los votos, si bien sigue por debajo del 22% logrado el 20-D. La formación de Albert Rivera, por su parte, pasa del 10,3% al 15,7%, mientras que el PP baja siete décimas y la suma Podemos-IU se deja 1,6 puntos por el camino. 

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