Barack Obama pone Sevilla patas arriba

Nunca un presidente de Estados Unidos en ejercicio ha pasado por la ciudad de Sevilla, así que la urbe bañada por el Guadalquivir cuenta los días que faltan para la histórica visita de Barack Obama del 9 al 10 de julio. Esas fechas caen en fin de semana y el mandatario norteamericano dispondrá de varias horas para conocer algunos de los sitios más turísticos de la capital andaluza. Lo hará de forma privada aunque es imposible que pase desapercibida cualquier escapada que afecte al presidente de EEUU.

Obama llegará al aeropuerto sevillano de San Pablo en la tarde del 9 de julio procedente de Varsovia (Polonia), donde se va a celebrar la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN. Los Reyes tendrán la deferencia de recibirle a pie de escalerilla junto a la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría. Esa noche, la comitiva de Obama ocupará al completo el hotel Alfonso XIII por motivos de seguridad, según informan fuentes diplomáticas españolas a TIEMPO.

El mandatario estadounidense tendrá libre la mañana del día siguiente, el domingo 10, para conocer algunos de los puntos más emblemáticos de Sevilla, así como la residencia en la que su hija mayor, Malia, pasará unos meses perfeccionando su nivel de castellano, una lengua en la que se maneja con bastante soltura ya que pudo ejercer de traductora improvisada con su padre durante el viaje a Cuba.

La joven acaba de terminar sus estudios de secundaria en la Sidwell Friends School y la Casa Blanca ya ha adelantado que dentro de un año, en octubre de 2017, comenzará su carrera universitaria en la Universidad de Harvard. En Estados Unidos existe lo que se llama el gap year, una especie de año sabático entre los estudios de secundaria y la universidad que los adolescentes aprovechan para viajar al extranjero y mejorar su nivel de lenguas, hacer trabajos de voluntariado para una ONG social o una entidad religiosa, o simplemente recorrer mundo. Malia Obama se dedicará a lo primero en la capital andaluza.

Gazpacho andaluz

Tras esas horas de asueto dominical en la mañana del 10 de julio, Felipe VI y Letizia ofrecerán a Obama un almuerzo en el Real Alcázar de Sevilla. Al acto asistirá lo más granado de la sociedad andaluza, con la presidenta Susana Díaz al frente y el Ejecutivo autonómico al completo. En el ágape no faltarán platos típicos como el gazpacho andaluz. Obama se desplazará luego a la base naval de Rota (Cádiz), donde Washington ha desplegado cuatro destructores para el escudo antimisiles de la OTAN. Allí viven 4.500 estadounidenses, entre militares y sus familias. De Rota volará a Madrid donde pernoctará en la residencia del embajador, James Costos, también por cuestiones de seguridad.

Costos ha convertido su casa oficial en un museo de arte contemporáneo con la ayuda de su pareja, el conocido interiorista Michael Smith. De las paredes de este edificio cuelgan más de 80 obras de artistas tan conocidos como Roy Lichtenstein, Andy Warhol, Eduardo Chillida, Antonio Saura, Josef Albers o Antoni Tàpies, entre otros, que Obama podrá ver antes de irse a la cama.

El embajador y su pareja se afanaron durante la campaña demócrata de 2012 en recaudar fondos en EEUU. Los dos organizaron veladas y actos en los que cada invitado tenía que contribuir con dinero a las arcas del Partido Demócrata y lograron recolectar 3,5 millones de dólares (3,1 millones de euros).

Obama devolvió el favor al primero con el destino diplomático en Madrid, cuya guinda es esta visita, la primera de un presidente de EEUU en 15 años.