Miguel Ángel Revilla

17 / 03 / 2017 Luis Calvo [Foto: Paco Llata]
  • Valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

Presidente de Cantabria

“Se podría llegar a discutir una reforma constitucional para que los catalanes voten”

Foto: Paco Llata

El presidente Revilla se enorgullece de pisar la calle, escuchar a la gente y hablar claro, tres cosas que por desgracia, asegura, no son comunes en los políticos. “Yo puedo. No le debo nada a nadie ni dependo de esto para comer. Otros no pueden”, reconoce. Nadie sale indemne de su discurso. La conversación parece más una charla de bar que una entrevista. No se calla nada ni protege a nadie. Salta de tema en tema, pero se enfada especialmente al hablar de corrupción. Al final todo su discurso tiene un único hilo conductor: “Los ciudadanos están encabronados. Y con razón”.

¿Existe voluntad política de acabar con la corrupción?

No. No existe. Yo llevo con esta batalla muchos años. Hay una realidad: la opinión generalizada es que la Justicia tiene un fallo de origen tremendamente sospechoso: los políticos meten la mano en los nombramientos de los jueces. El CGPJ o el Constitucional son un reparto de cargos que se hacen en cenas o donde sea. Y la Fiscalía, ni te cuento. La única garantía de los ciudadanos frente a tropelías de los poderes ejecutivos y legislativos es la Justicia. Sin ella, no hay Estado de Derecho.

Se acumulan las noticias sobre corrupción en todos los ámbitos.

La semana pasada fue demoledora. Yo acato las sentencias como debemos acatarlas todos, pero si no las comparto, las critico. Que te digan que no se ha puesto fianza a dos pollos del calibre de Miguel Blesa o Rodrigo Rato, que originaron un quebranto de 21.000 millones de euros, porque han tenido un comportamiento ejemplar y han acudido al juicio... Acabáramos... Esos son más delincuentes, o presuntos delincuentes, que aquel que roba para comer.

¿Cree que la Justicia española no es igual para todos?

Radicalmente no. Es algo que opina el 90% de los españoles. La infanta. ¿En qué país se entiende que se libere a quien se ha lucrado y era parte de una empresa porque dice que no entendía nada? En un matrimonio en el que la preparada es ella. Trabaja en La Caixa mientras que él venía de jugar al balonmano. Se le suponen unos conocimientos de economía, ¿no? La Justicia que el pueblo no entiende, no es Justicia.

Por ejemplo, el juez Elpidio Silva, aquel que metió preventivamente en la cárcel a Blesa. Cuando me enteré de su decisión, y aún no le conocía, colgué un comentario diciendo que tenía los días contados. No lo sé, pero estoy seguro de que esa noche se reunieron los grandes del país y dijeron: “Una cosa son Bárcenas o Granados (correos al fin y al cabo), pero ¿el tercer banquero de España? Hasta aquí hemos llegado. No vamos a empezar a desfilar todos por el trullo”. Elpidio es un ejemplo de cómo funciona la Justicia contra los débiles. En solo cinco meses hubo juicio y le sentenciaron a 17 años de inhabilitación. Y la condena la decidió quien ahora es el jefe anticorrupción de España... Pues oye, entre Blesa y Elpidio, me quedo con Elpidio.

¿Piensa que Rodrigo Rato y Miguel Blesa acabarán esquivando la cárcel?

Me cuesta creerlo por el pitote que se armaría. Si eso pasa, yo igual salía con una pancarta a la calle. Pago mis impuesto religiosamente. Y si pago, lo mínimo que exijo es que todos paguen. Estos tíos no se pueden ir de rositas. Y es que además iban de señores, de pontífices de la honestidad. España tiene que dar un escarmiento.

Hay quien tacha ese tipo de discursos de populista.

Si esto es populismo, yo soy populista desde los 17 años. Hasta entonces no existo, apenas levanto la voz. Pero cambié y sigo siendo igual desde entonces. No sé si entonces es que yo fui el descubridor de una ideología llamada populismo. Yo tengo una manera de actuar. Y me llaman populista porque algún apelativo hay que poner a quien no es ladrón.

A Donald Trump o Marine Le Pen también les califican de populistas.

No es lo mismo. Yo defiendo que la gente pague impuestos, la igualdad de los ciudadanos, que los ladrones vayan a la cárcel, los derechos de los inmigrantes... Yo creo que defiendo cosas con las que está de acuerdo una mayoría. Ahora, que la forma de decirlo no les gusta... Recuerdo una encuesta en la que se preguntaba por qué político preferían como jefes en España. Imagine como están las cosas que el número uno en doce comunidades de las 17 era yo. En Cataluña era el tercero, a pesar de que se sabe perfectamente lo que pienso.

¿Qué habría que hacer con Cataluña?

Yo creo que hay que hablar con todos sobre una reforma de la Constitución, buscar otro encaje... Pero hasta entonces hay que cumplir la ley. No acepto nada que vulnere la Constitución. Dicho esto, yo veo una torpeza tremenda en la falta de diálogo y así lo he denunciado. Si el PP no hubiera recurrido el Estatuto, que no planteaba para nada separarse, y el Constitucional no lo hubiera anulado después de que fuera aprobado por los catalanes en referéndum y por el Congreso de España en mayoría, no tendríamos este problema. Se ha creado un frontón. Y para mí el encaje es cuestión de matiz. ¿Qué más da que España sea un conjunto de regiones y nacionalidades o un conjunto de regiones y naciones? ¿De verdad esa es la cuestión? No hay país más monolítico que EEUU y allí son Estados. Creo que se deben estudiar las competencias. Deberían estar blindadas en la Constitución, sin espacio a la interpretación. O la financiación. Dentro de que hay que ser solidario, debe existir equilibrio territorial e individual. Eso deberíamos recogerlo.

Para leer el artículo completo puede comprar la revista de papel o acceder a la versión digital en Tiempo, Zetakiosko o Kiosko y más.
Grupo Zeta Nexica