Juan Manuel Moreno

“Expulsaré a mil políticos de carné colocados en la Junta” 

Pedro Sánchez ironizó sobre si le conocía o no. Lo cierto es que el sondeo del Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa) evalúa su grado de conocimiento en un 45,6%.

Mi grado de conocimiento está por encima de lo que dice ese índice. El resto de los sondeos me dan un 65%. En todo caso, no me preocupa mi grado de conocimiento, me preocupa conocer los problemas de los andaluces, mientras que Susana Díaz se ha ocupado en hacerse conocer a nivel nacional. Estoy convencido de que la gente me conoce y voy a llegar al 22 de marzo con un nivel muy amplio.

En nuestra anterior entrevista dijo estar dispuesto a apoyar a Susana Díaz con tal de que no gobierne con Podemos. ¿Mantiene la oferta?

El único planteamiento que me hago es intentar ganar las elecciones y formar Gobierno. El resto lo decidiremos tras el 22 de marzo conforme quede el Parlamento de Andalucía, pero la señora Díaz se ha inhabilitado para llegar a acuerdos. Yo le he ofrecido siete pactos a lo largo de este año en materias como educación, sanidad y empleo y todos han sido rechazados. También ha terminado a la gresca con IU. El señor Maíllo dice que no es fiar. Ahora no existen puentes para alcanzar acuerdos con el PSOE.

 

La alianza PP-PSOE es la favorita para los andaluces según algunos sondeos.

Los andaluces quieren estabilidad institucional, política y económica y las fuerzas políticas mayoritarias somos las únicas capaces de conseguirlo. Lo que pido es que podamos llegar a acuerdos en temas clave, pero la señora Díaz se ha instalado en una soberbia que impide alcanzar puntos de encuentro. Está peleada y confrontada con todos.

Eso puede cambiar tras las elecciones.

Siempre voy a anteponer los intereses de Andalucía a los del PP y estaré en una actitud constructiva, pero Díaz se ha encargado de dinamitar todos los puentes que había entre el PSOE y el PP. Se ha querellado contra mí, no ha querido un cara a cara conmigo, no ha aceptado ninguno de los acuerdos que le he ofrecido...

 

¿No será entonces Andalucía el labo-ratorio de una futura colaboración PP-PSOE en el Congreso?

Digo ya que no. Díaz es la soberbia personificada. Ahora mismo no estamos en una actitud de alcanzar un acuerdo con el PSOE salvo que cambiara radical y contundentemente de actitud. Voy a buscar un marco de estabilidad, pero yo aspiro a sustituir las pésimas políticas del PSOE y no puedo pactar con quien ha generado un 34% de paro, los escándalos de corrupción más importantes de España o quien invierte menos en sanidad o educación.

¿Tiene margen Podemos para crecer más? ¿Y Ciudadanos?

Podemos es una marca muy poderosa pero ha ido devaluándose de forma progresiva. Nuestros trackings nos dicen que en tres meses ha pasado de un 14% a un 10% de voto. Con un 10% de voto en la comunidad más poblada de España es inviable ser alternativa de Gobierno. Si fracasa aquí, va a fracasar en toda España. En cuanto a Ciudadanos, no le veo ni mucho menos con la fuerza que tiene Podemos. Es un proyecto importado, muy ajeno a la realidad sociológica de Andalucía, y va a necesitar mucho tiempo para poder implantarse aquí.

 

¿Existe el riesgo de que haya votantes populares que apoyen a Díaz para parar a Podemos?

No. Los votantes del PP tienen muy claro que estamos ante 33 años de Gobierno monocolor, por tanto la transferencia de voto del PP al PSOE es prácticamente imposible. Otra cosa es que hubiera habido alternancia y no estuviéramos atrapados por el paro y la corrupción. Además, saben que el PSOE ha pactado con quien hiciera falta para seguir en el poder. Por eso es más que probable que, si Díaz lo necesita, abra las puertas de la Junta de Andalucía de par en par a Podemos.

¿A qué atribuye la negativa de Díaz a un cara a cara?

Al miedo. Es consciente de que se verían los distintos modelos de gestión y las propuestas y saldría mal parada. Ha buscado todo tipo de tretas, lo que es lamentable y muestra su fragilidad.

 

Ha pasado de pedir elecciones anticipadas a acusar a Díaz de que anticipa por intereses de partido.

Nunca he pedido elecciones anticipadas, salvo en caso de un escenario de absoluta inestabilidad en el que la Junta hubiera sido incapaz de aprobar presupuestos o sacar adelante sus proyectos. Así lo dije. Pero una vez que IU, que nunca ha votado en contra de las iniciativas del PSOE, respaldó los presupuestos, no se entiende que disolviera el Parlamento y convocara elecciones a ocho semanas de las locales y autonómicas, con un gasto añadido de 14 millones de euros.

 

¿Cree que la imputación de Manuel Chaves y José Antonio Griñán hace daño al PSOE o están amortizados?

Hace daño a la imagen y a la credibilidad de Susana Díaz, que sale retratada. De manera voluntaria y explícita dijo que si eran imputados por el Supremo les pediría la dimisión de su acta de diputado y senador. Pues ha pasado lo que ella creía que no iba a pasar, y por eso también adelantó las elecciones, y ahora se ha dado cuenta de que ese adelanto no ha servido. Se ha tragado sus palabras. Sus principios son absolutamente frágiles. Su credibilidad e imagen han quedado muy tocadas y eso va a afectar al PSOE.

 

El Tribunal de Cuentas no ve responsabilidad contable en Griñán.

Es un tribunal administrativo y por tanto nada tiene que ver con la administración de justicia ni con los procedimientos judiciales. No imparte justicia. Es una opinión administrativa y son los jueces los que tienen determinar si hay delito y cuál es la pena.

 

¿Reducirá el tamaño de la administración?

Andalucía necesita reorganizar su administración dotándola de estabilidad y poniendo los recursos a trabajar en red. Hay, por ejemplo, más de una docena de organismos que trabajan en la creación de empleo o treinta observatorios, sin ninguna utilidad, con responsables políticos al frente.  Voy a reorganizar todo eso para que dicho batallón de empleados públicos puedan trabajar como generadores de inversión.

¿Eliminará el Tribunal de Cuentas o el Defensor del Pueblo?

Tenemos un estatuto, de la etapa de Zapatero, que contempla muchos de esos órganos. Lo que vamos a hacer es reorganizar sectores. Y sobre todo, tengo claro que quiero expulsar de la administración a los políticos. Es la administración más politizada de toda España. Hay mil políticos de carné, exalcaldes, exdiputados o antiguos miembros del aparato socialista, que están al frente de distintos departamentos, fundaciones y órganos instrumentales de la Junta. Quiero expulsarlos y poner personal cualificado, funcionarios y trabajadores. Vamos a despolitizar la administración. No queremos políticos ni en la Sanidad ni en la Educación que se conviertan en interventores de la labor de los funcionarios.

 

Ha propuesto una reducción de impuestos en Andalucía. ¿Se lo pueden permitir las arcas?

Lo que no se pueden permitir los andaluces es ser la comunidad que más impuestos paga, porque eso está afectando al consumo y a las inversiones. Andalucía solo recibe el 1,6% del total de las inversiones extranjeras. Eso significa que nuestra tierra no es atractiva por su enorme presión fiscal. Un grupo de expertos, formado por un decano de Económicas de la Universidad de Málaga y un catedrático fiscal financiero, entre otros, nos han diseñado un plan para bajar dos puntos el IRPF y, a lo largo de la legislatura, quitar el impuesto de sucesiones, que en 2014 ha provocado que 5.000 andaluces rechazaran la herencia porque no lo podían pagar o que otros 36.000 se estén censando en Madrid. Es un éxodo fiscal que nos empobrece.

¿Qué se puede hacer desde una comunidad para luchar contra el desempleo?

Andalucía tiene un techo competencial muy alto, entre otras cosas, las políticas activas de empleo. Lo primero que hay que hacer es que no se conviertan en el epicentro de la corrupción. La zona cero de la corrupción son los ERE y los cursos de formación. Además, somos la comunidad con más desempleo de todas las regiones de Europa, pero la Junta ha tenido que devolver al Estado 227 millones de euros de las políticas activas por no utilizarlos, a los que se suman otros 500 del presupuesto de la Consejería de Empleo, también sin usar. Por otro lado, no puede ser que una región de 9 millones de habitantes y una extensión de 87.000 kilómetros cuadrados solo reciba el 1,6% de la inversión extranjera. Para atraer dicha inversión hay que bajar la presión fiscal, quitar la dispersión normativa para ganar en seguridad jurídica y recuperar la marca Andalucía, que está achicharrada por los casos de corrupción.

¿Tiene alguna estrategia para afrontar el caso de los ERE y de los cursos de formación?

Primero auditarlos de una manera rigurosa para saber qué ha pasado e intentar recuperar el dinero. El mayor esfuerzo va a ser intentar recuperar los 855 millones en el caso de los ERE y los miles de millones en los cursos de formación, que probablemente son más de 2.000. Saber lo que ha pasado, colaborar al máximo con la Justicia, que es lo que no ha hecho la Junta de Andalucía, y que ese dinero vuelva a las arcas públicas. Y luego, sumar interventores de la Junta y hacer una ley de subvenciones para conocer hasta dónde va el último euro público y que los contribuyentes lo sepan.