Esperanza Aguirre

“Estoy en contra de acabar con los ricos, lo que hay que hacer es acabar con los pobres"

¿Qué opina de la intervención de Mariano Rajoy en la última Junta Directiva Nacional del Partido Popular?

Fue una intervención muy en su línea, haciendo valer la política económica de su Gobierno, que, qué duda cabe, ha logrado enderezar lo que era una situación muy complicada. Creo que la economía es importantísima y que sin ella no se puede hacer nada, pero sí es verdad que yo eché de menos algo más de política.

¿Qué batallas ideológicas cree que ha dejado de dar el PP?

Echo de menos la batalla ideológica sobre muchas cosas porque escucho expresiones de la izquierda en boca de los representantes del PP. Por ejemplo, cuando se habla de la desigualdad, yo creo que se debe hablar de la necesaria igualdad de oportunidades, porque iguales no podemos ser. Si por desigualdad se entiende acabar con los ricos, estoy radicalmente en contra, lo que hay que hacer es acabar con los pobres. Mucha gente quiere que todos seamos iguales, pero es que no lo somos, es imposible. Cuando se habla de violencia de género, considero inconstitucional que a un hombre se le castigue más que a una mujer por el mismo delito. Son las banderas que ha cogido la izquierda y, por lo que sea, hemos decidido asimilarnos. Yo le doy la presunción de inocencia a López Aguilar, aunque nadie se la garantiza. A lo mejor, con su ley, le tendrían que haber detenido ya.

¿Y eso ha provocado el divorcio con las víctimas del terrorismo?

 

No sé si ha habido un divorcio, pero creo que el que Bolinaga, el torturador de Ortega Lara, saliera a la calle del modo en que lo hizo, por supuesto legítimo, mientras Ortega Lara se va del PP... no estoy de acuerdo. Lo he lamentado muchísimo.

¿Basará su campaña en marcar distancias con el Gobierno?

No, ni mucho menos.

Fue a la manifestación en contra del aborto...

La manifestación era a favor de la vida. Marco distancias desde luego abismales con Celia Villalobos, que dijo que los que estén a favor de la vida tienen que estar fuera del PP. Lo raro es que nadie le haya dicho nada. Ella me aseguró que no lo había dicho aunque hay periodistas que lo atestiguan.

 

¿No marcará entonces perfil propio?

 

No, no, una cosa es marcar distancias y otra marcar perfil propio, que yo lo tengo, lo he tenido y espero seguir teniéndolo. El perfil es el mío. Llevo 35 años en política, escribí en 1985 la ponencia ideológica del Partido Liberal y lo que dije en 1985 está plenamente vigente hoy. Soy la política que mejor resiste las hemerotecas en España porque mis declaraciones, decisiones, los decretos que he aprobado, las órdenes ministeriales o leyes de la comunidad, todas están dentro de los principios ideológicos que me llevaron a la política. Si alguien dentro del PP se aparta de ellos, yo no me he apartado.

¿Los que se apartan son otros?

Yo no. Sigo teniendo los mismos principios liberales que me llevaron a entrar en la política, y entre ellos está que el bolsillo del contribuyente es el mejor lugar para tener el dinero que con su trabajo, esfuerzo y el sudor de su frente se ha ganado, mucho mejor que en las arcas, manirrotas muchas veces, de la burocracia.

¿Hará campaña con Cristina Cifuentes?

Por supuesto que sí. La gente quiere enfrentarnos y es que no es así. Llevamos desde 2002 juntas. Está en el comité de dirección del partido de Madrid y nos hemos llevado siempre muy bien.

En su momento dijo que hubiera preferido que Ignacio González fuera el candidato autonómico...

 

Por supuesto, eso lo sabe todo el mundo. Yo tengo la ventaja de que digo lo que pienso y hablo mediante declaraciones, no como otros, que hablan mediante chismes, intoxicaciones y filtraciones. Soy enemiga de la filtración, la filtración es la mayor enemiga de la unidad en un Gobierno y en un partido y en esta casa por desgracia hay muchísimo filtrador.

¿Y también hay intrigas e intrigantes como denunció el entorno de Dolores de Cospedal?

Es que las filtraciones son intrigas.

¿Coincide con Cospedal en denunciar una situación que no ayuda al partido?

Totalmente.

¿También comparte con ella su afecto por Javier Arenas?

Yo, a Javier Arenas, a diferencia de Cospedal, le tengo mucho afecto porque en un momento dado, siendo secretario general del partido, me dio una idea que me resultó utilísima en un momento clave para mi vida política. Cuando el famoso asunto del Tamayazo, comenzó a ponerse en duda mi honestidad y mi patrimonio. Arenas me sugirió que diera a conocer la declaración de bienes que hice al llegar al ayuntamiento, en 1983, con lo que tenía entonces, y se lo entregué a los periodistas. Hice un acta notarial que decía que desde 1983 a 2003 no solo no había incrementado mi patrimonio, sino que había disminuido con excepción de la herencia de mi padre que, por todos los conceptos, fue de 90.000 euros. Toda la opinión pública sabe perfectamente que yo no me he llevado jamás un duro de la política.

Los sondeos del 24-M auguran un reparto de fuerzas muy fragmentado.

 

En el año 2011, en Madrid, con la Puerta del Sol tomada por los indignados, hubo cuatro fuerzas políticas en la Asamblea: PP, PSOE, IU y UPD. Entró UPD y, sin embargo, el PP reforzó su mayoría absoluta, 72 escaños, el doble que el PSOE y 14 más que todos los demás sumados. Esta vez van a entrar más fuerzas, según las encuestas. Será lo que decidan los ciudadanos. A nosotros nadie nos roba los votos porque los votos no son nuestros, son de los ciudadanos y lo que tenemos que hacer es ganarnos su confianza. Y una de las formas es hablar claro y decir lo que se piensa, guste o no guste. Hay personas a las que no les gusto pero a otras sí precisamente por hablar claro.

Todo parece abocado a pactos.

He formado parte de un Gobierno de coalición. Fui concejala del Ayuntamiento de Madrid cuando el PP tenía veinte ediles e hicimos alcalde al portavoz del CDS, Agustín Rodríguez Sahagún, que eran ocho. También he formado parte de un Gobierno en minoría del que me siento muy orgullosa. Fue la primera legislatura de José María Aznar, que suele valorarse mejor que la segunda, con mayoría absoluta. No temo ni gobernar en minoría ni en coalición ni con mayoría absoluta.

¿Va a ser la suya una campaña de confrontación con Ciudadanos?

No, no voy a hacer confrontación con nadie excepto con Podemos, porque no quiere cambiar el Gobierno sino que quiere cambiar el régimen y eso me parece muy preocupante. Que quieran cambiar el sistema de una democracia occidental, como la nuestra, que con todos sus defectos es el imperio de la ley, la defensa de la libertad, de la propiedad y de la vida, me preocupa muchísimo. Y todo eso para liberar a España de la corrupción, cuando los más corruptos del globo resultan ser los ministros de Chávez, según nos cuentan los bancos suizos y andorranos. Contra eso sí quiero la confrontación ideológica, no la personal.

¿No se está desinflando Podemos después de sus resultados en Andalucía?

No tengo ni idea, ojalá que se desinfle. A mí un 15% me parece una barbaridad y tenga en cuenta que Podemos tiene su sede en Madrid, fue donde empezó con el movimiento de los indignados y aquí va a tener, creo, ojalá que no, apoyos.

Si no llega a gobernar, es difícil imaginarla cuatro años de concejala de a pie.

Tengo suficiente edad para haber estado seis años en la oposición, en el ostracismo más impresionante, y le diré que de mi vida política fueron los años en que más aprendí, o sea que tengo mucha ilusión en ser concejala.

¿Tiene más propuestas aparte de no ocupar el palacio de Correos?

 

Es un despacho en el sitio más caro de Madrid. Hay que ser modestos, humildes y respetuosos con las tradiciones culturales, histórico-artísticas y monumentales. Madrid, capital de una gran nación como es España, ha tenido siempre su sede en el centro histórico en la plaza de la Villa, nada menos que la Casa de Cisneros, delante de la torre de los Lujanes. No, no voy a pisar la mastaba de Cibeles.

¿Qué otras ofertas va a presentar?

 

Me he comprometido a que Madrid sea una ciudad más libre, más abierta, que tenga un mayor progreso económico, más limpia y más verde. Los funcionarios municipales deben estar al servicio de los ciudadanos, no en su persecución, y las multas no deben tener afán recaudatorio, de modo que los comerciantes no se sientan acosados por si se ha salido la terraza medio metro. El ayuntamiento está para ayudar, no para perseguirles ni entorpecerles. Más libre quiere decir con más derecho a elegir, a elegir el medio de transporte, hay gente a la que le gusta andar, ir en bicicleta, en moto, en autobús, en metro, o en su coche. A todos ellos hay que facilitarles la vida.

¿Abrirá al tráfico calles peatonales?

Muchos vecinos y comerciantes están encantados que lo sean, otra cosa es la medida bolchevique consistente en que los residentes del centro tenemos derecho a diez visitas al mes en coche diciéndole al ayuntamiento quién viene y para qué. Imagine que tengo que decir que viene el carpintero, mi consuegra a ver a un nieto o mi amante y, no digamos si eres gay. ¿Cómo que diez días al mes y dando los nombres al ayuntamiento? Pero, ¿esto qué es? ¡Esto es la inquisición! Eso lo voy a quitar inmediatamente.

¿Habrá algún proyecto estrella?

Mi proyecto estrella es una administración pequeña para un gran ciudad, ser humildes y escuchar mucho.

¿Tiene prevista alguna reunión con la Policía Municipal y agentes de movilidad para escuchar sus reivindicaciones?

Por supuesto que las tendré.

¿Cree que será una relación fácil?

Lo ha sido siempre y con los agentes de movilidad en su inmensa mayoría, quitando uno. Uno de los seis que estuvieron conmigo sigue recurriendo y diciendo que me tienen que meter en la cárcel por haber parado un minuto y medio en un carril bus, haber entregado toda la documentación y no haberme quedado a recibir el resguardo.

¿Es firme su idea de no repetir como líder del PP de Madrid si es alcaldesa?

Sí, es firme. No me presentaré al próximo congreso.