Emilio Sagi

28 / 12 / 2015 Karmentxu Marín
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¡Gracias!

De familia de músicos, trabaja mucho en la Ópera de San Francisco. Ha sido director del Teatro Real, de la Zarzuela y del Arriaga, de Bilbao. Es del Barça, donde jugó su tío. Le gusta nadar

¿Es usted uno de nuestros monstruos?

¿Yo? Nooo. Hago muchas cosas y trabajo mucho, y mucho fuera de España. Pero soy un artesano más.

¿Modestia franciscana?

Tampoco tanto. Creo que para ser artesano hay que tener gracia.

¿A los artesanos les dan tantos premios?

Tampoco me dieron tantos. Como hice muchas cosas y llevo muchos años haciéndolas, pues alguna de ellas recibió algún premio o algún reconocimiento. Y aunque los premios no sirven de mucho, te hacen gracia y te reconfortan mucho.

¿En qué cree que hace falta dar el do de pecho hoy en día?

En la tolerancia y en la piedad. Ves en los programas de televisión que todo son competiciones. Nadie tiene piedad con alguien que no pueda llegar a dar no digo el do de pecho, sino la nota intermedia. Y creo que eso no es demasiado bueno.

Aparte del abuelo barítono, su familia tiene una impronta importante en la historia de la zarzuela.¿A cuál se parece más su vida?

Yo hice una de Gaztambide, que fue director del Teatro de la Zarzuela, como yo, que se llamaba El juramento, de alguien muy leal a sus ancestros. Yo me veo mucho en ella.

Ahora dirige en Madrid La viuda alegre. ¿Se ha visto en la tesitura de buscar marido a una viuda rica?

No. Pero alguna vez sí que me vi en la tesitura de buscar marido o pareja a alguien amigo. Y no era demasiado rico, pero bueno.

Llevamos 110 años de Viuda alegre. ¿Qué ha cambiado?

Creo que se percibe muy distinta. En un principio el catalizador de la obra era el barítono, el hombre. Y yo lo que quería era que se viera que el catalizador es ella. Una mujer que fue despreciada por la familia de este señor tan importante y tan aristócrata porque no tenía un duro, y ahora ella, que es millonaria, y sabe que él está detrás de ella, se reivindica y juega un poco como el gato con el ratón.

El protagonista se mueve en el mundo diplomático. ¿Cree que hoy en ese ámbito hay mucho trapicheo sentimental?

Yo creo que ahora hay menos. Con todos los medios de comunicación, y las Internets y los Facebooks no existe ya ese glamour de las fiestas. Antes te tenías que encontrar con alguien en un bar, en una recepción o en una cena. Hoy en día hay miles de agencias de encuentros en Internet.

¿Liga por Internet?

No. Yo ligo, pero no por Internet. Por el método tradicional. Pero es que yo ya tengo unos años. Aparte de que no lo necesité. Si lo hubiera necesitado, lo hubiera hecho.

En la familia Sagi ha habido un futbolista y un barítono. ¿Con qué profesión se identifica más?

Hombre, con mi abuelo, con el barítono y la gente de teatro. Aunque el futbolista, Emili, era mi padrino, y fue un jugador muy importante en el Barça. Era muy amigo de Companys, y cuando lo fusilaron se tuvo que exilar, y su padre, mi abuelo, pensó que no iban a dejarle vivir.

¿Es preferible ser Caruso o ser Messi?

Hombre, a nivel económico yo creo que es más importante ser Messi.

¿Y preferible?

Yo preferiría ser Caruso, sin ninguna duda.

¿Es el asturiano vivo más ilustre, con permiso de Letizia?

Yo creo que no. En primer lugar está Letizia, que es la Reina, y luego hay muchísimos ilustres.

Usted tiene calle en Oviedo y ella no.

Pero estoy seguro de que habrá muchos paseos y bulevares de la reina dentro de poco [ríe]. A mí me dio un poco de vergüenza cuando me hicieron la calle, porque mis amigos se reían muchísimo de mí. Al alcalde le dije que me daba mucho corte, pero le dio igual. Y allí está. Es una plaza con unos arbolitos.

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