El roaming solo desaparecerá con condiciones

El 14 de junio de 2017 prometía ser una fecha feliz para todos los ciudadanos europeos que salgan de viaje después de esa fecha por otros países de la Unión. Ya no tendrían que preocuparse más por el famoso roaming, el recargo que establecen las compañías telefónicas cuando se conecta el móvil a Internet en otro país o se hacen o reciben llamadas. En teoría, va a ser así, pero en la práctica habrá serias limitaciones.

Para empezar, llamar o conectarse a Internet al mismo precio que la tarifa contratada en el país de origen solo se podrá hacer durante 30 días consecutivos o 90 alternos. Quiere decirse que si se sobrepasan estos plazos volverá a haber recargos. Esto, en principio, no afecta mucho a los turistas, cuyos viajes suelen entrar dentro de esos parámetros. Pero hay otra medida que sí les afectará.

Se trata de lo que la Comisión llama el consumo medio habitual. Las compañías podrán hacer una media estadística de los datos que consume cada cliente de media y las llamadas que hace. Y lo que es peor, podrán establecer recargos si esos clientes hacen un uso de la red de datos o de telefonía de voz superior a la media durante sus viajes al extranjero dentro de la Unión Europea. Y todo ello, según las autoridades, para evitar que la desaparición del roaming dé lugar a abusos por parte de los consumidores.