Sacar brillo a la perla

A finales del pasado mes de julio, durante la presentación de la próxima edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que se celebra entre los días 16 y 24 de septiembre, el director del certamen donostiarra, José Luis Rebordinos, aseguró “sin temor a reconocerlo” que en 2015 “nos equivocamos” por haber seleccionado seis películas españolas a concurso para la sección oficial. Eran “demasiadas”, en comparación con el resto de las películas en competición. Es por esa razón por lo que este año, “aunque hubiera habido diez obras maestras, teníamos claro que no podíamos presentar más de cuatro títulos españoles”, añadió Rebordinos, que se ha impuesto un listón muy alto en su gestión y ha aplicado siempre una severa autocrítica a cada edición presidida por él.

En esta edición, 17 películas compiten por la Concha de oro, de las cuales solo tres son españolas: el thriller sobre el agente secreto Francisco Paesa que dirige Alberto Rodríguez, El hombre de las mil caras; el viaje en el tiempo de una pareja de enamorados que presenta Jonás Trueba bajo el título de La reconquista; y la desesperada caza a un asesino en serie en el Madrid de 2011, entre la visita del Papa y el 15-M, que recrea Que Dios nos perdone, de Rodrigo Sorogoyen. Entre sus rivales, una ecléctica selección de autores de reconocido prestigio, como la francesa Emmanuelle Bercot, que inaugura el festival con su película La doctora de Brest; el japonés Lee Sang-il con su cuarto filme, Rage, protagonizado por el popular actor nipón Ken Watanabe; el chino Feng Xiaogang, que firma una cáustica fábula contemporánea con el sugestivo título I am not Madame Bovary; o el chileno Fernando Guzzoni, que con su película Jesús vuelve a Donostia cuatro años después de conquistar la sección Nuevos directores. El afán del festival es el de descubrir nuevos talentos, por eso también optan al premio en esta sección seis cineastas que debutan en el largometraje, entre los cuales destaca especialmente uno: el actor escocés Ewan McGregor, que presenta su adaptación de Pastoral americana, la monumental novela del estadounidense Philip Roth.

Toque hollywoodiense

Aunque la austeridad gobierna los presupuestos del festival, San Sebastián cuenta cada año con estrellas que posan frente a las cámaras delante del emblemático edificio del Kursaal. La organización entregará dos premios Donostia: a la actriz Sigourney Weaver, que asistirá para presentar Un monstruo viene a verme, de J. A. Bayona, y a Ethan Hawke, que coprotagoniza el remake de Los siete magníficos. Además, pasearán por la ciudad guipuzcoana otras estrellas internacionales como Joseph Gordon-Levitt (protagonista de Snowden, de Oliver Stone), Gael García Bernal (recoge el premio del Cine latino), la italiana Monica Bellucci (presenta el último filme de Emir Kusturica, On the Milky Road) o Richard Gere (productor y protagonista de Invisibles), entre otros.

Pero el éxito de una edición también depende de los filmes que se proyectan, al margen de la sección oficial. En ese sentido, vuelve a destacar la calidad de las películas que componen la sección Perlas, la más interesante para el público general porque ofrece la posibilidad de ver los mejores largometrajes que ya han participado en otros festivales, pero que no se han estrenado todavía en salas comerciales.

Este año se proyectan Yo, Daniel Blake, de Ken Loach, ganadora de la Palma de oro en Cannes; la tremenda Fuego en el mar, del italiano Gianfranco Rosi, ganador del Oso de oro de Berlín, y las últimas películas de François Ozon (Frantz), Denis Villeneuve (Arrival) o Paul Verhoeven (Elle).