Hijos que siguen dando la nota
04 / 02 / 2016 Jesús Casañas
Algunos ya están consagrados y otros arrancan su carrera. Estos siete músicos han seguido la senda de sus progenitores, tratando de huir de su sombra pero aprovechando lo aprendido y lo conseguido. De tal palo...
Rosario Flores
Rosario Flores (Lola Flores)
Tras la muerte de Lola y Antonio, el clan Flores tuvo en Rosario su máximo exponente musical. Las ventas de sus discos (más de dos millones en solitario) y sus numerosos premios (entre ellos, dos Grammy Latinos a mejor voz) así lo avalan.
Rodrigo Mercado (Rosendo Mercado)
Nació cuando Leño grababa su primer LP, luego Rosendo le dedicó aquello de ¿De qué vas?,
y años después pondría letras y voz a varios de sus temas. Rodrigo no obstante ha tirado por el reggae, y ahora publica su segundo disco, El fondo de la chistera.
Íker Piedrafita (Alfredo Piedrafita)
Reputado productor musical, Íker lidera además desde 1998 la banda de rock Dikers. Tras el fin de Barricada, Alfredo ha montado el súper grupo Miss Octubre, donde padre e hijo tocan la guitarra junto a la voz de Agnés (cantante de Lilith).
Yol Madina (Fernando Madina)
La hija del bajista y cantante de los combativos Reincidentes ha seguido los pasos punkrockeros de su padre: es vocalista en Horror Business, banda de temática terrorífica en la línea de Misfits. Eso sí, ella ha optado por usar la lengua de Shakespeare.
Enrique Iglesias (Julio Iglesias)
Inevitable mencionar a Enrique Iglesias, y es que le pese a quien le pese (su padre incluido) es uno de los cantantes más exitosos a nivel mundial, con más de cien millones de discos vendidos en todo el planeta y una cantidad más que ingente de galardones.
Mónica Molina (Antonio Molina)
De entre los ocho hijos de Antonio Molina, Mónica es la única que se dedicó al canto (Noel es compositor y productor). Tras aparcar por unos años su faceta de actriz, ha publicado seis discos desde 1999. El último, Mar Blanca, con versiones de su padre.
Pedro Halffter (Cristóbal Halffter)
En lo que se refiere a música clásica, Pedro continúa el legado de composición y dirección orquestal de su padre: es director artístico del Teatro de la Maestranza, y director artístico y director titular de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria.
