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16 / 09 / 2016 Antonio Díaz
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Suburra es un vibrante thriller italiano sobre la corrupción. Bridget Jones's baby es un decepcionante cierre de la trilogía protagonizada por la popular secretaria interpretada por Renée Zellweger. 

Suburra

Dirección: Stefano Sollima.

Reparto: Pierfrancesco Favino, Elio Germano y Claudio Amendola.

Los bajos fondos de la antigua Roma se concentraban en un barrio vasto y populoso situado en las colinas circundantes a la capital imperial que se llamaba Suburra y ese nombre ha quedado históricamente asociado a la mala vida, el crimen y la laxitud moral. Basada en la novela homónima escrita por el periodista Carlo Bonini y el juez Giancarlo de Cataldo (también autor del libro Roma Criminal adaptado al cine y a la televisión), Suburra reconstruye los últimos días de gobierno de Silvio Berlusconi en 2011 a través de varios personajes que planifican la construcción de una suerte de Las Vegas en las afueras de la capital italiana. Un espléndido thriller que explora las cloacas de la condición humana.

Bridget Jones’s baby

Dirección: Sharon Maguire.

Reparto: Renée Zellweger, Colin Firth, Patrick Dempsey y Emma Thompson.

Han pasado quince años desde el estreno de El diario de Bridget Jones (2001), una comedia romántica alocada que aparentemente sin grandes pretensiones político-sociológicas, visibilizaba en el cine a una mujer soltera, treintañera, que vestía una talla 42 y, a pesar de salirse de los cánones estéticos impuestos por la sociedad patriarcal, enamoraba a dos hombres apuestos. Funcionó muy bien en taquilla porque, aunque era una ficción y caía en numerosos lugares comunes, Bridget Jones parecía una mujer real y muchas espectadoras se sintieron identificadas. Ese efecto se perdió en la secuela, subtitulada La edad de la razón (2004), en la que la transgresión quedó definitivamente sepultada en una obscena y poco disimulada repetición de fórmula (que obviamente no funcionó tanto como los productores esperaban).

Llegados a este punto, Bridget Jones’s baby, parece concebida únicamente para cerrar una trilogía, sin ahondar realmente en las emociones y en los motivos de un personaje carismático y lleno de potencial. Jones, en esta ocasión, se queda embarazada en la semana loca en la que celebra su cuarenta cumpleaños y en la que se va a la cama con dos hombres diferentes -uno de ellos su amado Darcy, interpretado por Colin Firth, y el otro por Patrick Dempsey, de Anatomía de Grey-. Emma Thompson, en el papel de una ginecóloga con mucha flema británica, garantiza los mejores momentos cómicos del filme, mientras que todo el resto del metraje se sumerge poco a poco en un tono melodramático que sublima en un desenlace, de nuevo, conservador, y que evapora para siempre cualquier esperanza en las posibilidades de un personaje que podría haber sido tan influyente.

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