Opel Grandland X, un gran equilibrista

02 / 11 / 2017 Juan Manuel García Rubio

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Opel presenta un modelo de calidad que vale para campo, ciudad, carretera...

El Grandland X se acerca estéticamente a un todoterreno, aunque sin serlo

El Grandland X se puede considerar uno de los primeros frutos de PSA Peugeot-Citroën tras absorber a Opel. Comparte plataforma con el Peugeot 3008 y mide 4,47 metros de longitud exterior. Tiene un tamaño bastante bueno para todo, ciudad, carretera, campo... Por dentro es generoso también en espacio, y para muestra un botón, el maletero ofrece una capacidad de 515 litros, ampliables hasta los 1.652 abatiendo todos los asientos.

Como los modelos familiares que están entre un SUV, un todoterreno, una ranchera y un monovolumen, empiezan a ser legión, Opel irrumpe en dicho segmento precisamente con un producto de mucha calidad material y estética. Algo que salta a la vista.

Todas las versiones, eso sí, serán de tracción delantera. Aunque es cierto que el sistema de tracción cuenta con el Grip Control, que no es otra cosa que un control de tracción más especializado y de buenos resultados en este sentido, aunque no se trata de un vehículo todoterreno. Las primeras unidades las podremos ver rodando el mes que viene, por lo que ya se pueden hacer pedidos en los concesionarios. Los precios parten desde 25.100 euros.

Estéticamente se nota una carrocería algo más alta de lo normal, para parecer un todocamino pero sin serlo de verdad. Por dentro también ofrece una altura libre al techo bastante generosa, y donde personas con dos metros de altura, o casi, podrán sentarse, y sentirse, bastante bien. Es un cinco plazas, como decimos, con un muy buen maletero. Un equilibrio perfecto por tanto.

Según las versiones, en cuanto a equipamiento tendrá desde tapicería de piel hasta los sistemas electrónicos más modernos y conocidos como el programador de velocidad activo con detección de peatones, portón trasero automático, techo panorámico de cristal, carga inalámbrica para teléfonos móviles y hasta cámara con visión cenital, etcétera. De todo lo que tenía que tener, no hubiera sido para menos.

La oferta mecánica, y como no podía ser de otra manera, incluye gasolina y diésel. Un motor por cada combustible. Y es más que de sobra suficiente por la potencia de ambos. En gasolina
la cilindrada es de 1,2 litros y 130 caballos de potencia gracias a la sobrealimentación por turbocompresor, mientras que en diésel el representante es un 1,6 litros de 120 caballos. Para los que quieran un Opel Grandland X automático, este tipo de cambio solo se reserva para la versión diésel. Huelga decir que ambos motores son Euro6 en materia de calificación.