Todos los secretos del limpiaparabrisas

Llega la primavera y con ella, los cambios de tiempo repentinos que pueden afectar a la conducción. Con la segunda estación del año también llega Semana Santa, el principal periodo de viajes familiares de estos meses. Maletas, atascos y el sol acompañan a miles de personas en sus escapadas pero, como es primavera, ese sol se puede convertir en una tormenta en un abrir y cerrar de ojos. Entonces, entra en acción el limpiaparabrisas.

El limpiaparabrisas un sistema muy importante, aunque no todos los conductores reparan en su relevancia a la hora de conducir. Estas son algunas curiosidades sobre uno de los sistemas de seguridad más simples pero más importantes del vehículo:

El nacimiento

La estadounidense Mary Anderson fue la creadora de este sistema en 1903. Robert Douglas y John Apjohn son otros inventores que también idearon el mecanismo, pero fue Anderson la que registró la patente ese mismo año. El funcionamiento partía de una palanca en el interior del vehículo que hacía que el brazo se moviera. Mediante un contrapeso se conseguía que la escobilla tocara el cristal y barreira el agua. 

La primera escobilla de caucho fecha del año 1917 y la desarrolló Tri-Continental, junto a un mecanismo que se hizo bastante popular en los modelos de la época.

A partir del sistema de Mary Anderson, en 1923, Raymond Anderson, John R. Oishei y John Amos inventaron los limpiaparabrisas intermitentes. Sin embargo, hasta que Robert Kearns, profesor de la Universidad de Detroit, ideara el mecansimo que los popularizaría en 1963 y lo patentara no se harían famosos. Ford rechazó su invento pero lo incluyó en sus coches, por lo que Kearns demandó al fabricante. Con la firma del óvalo llegó a un acuerdo por 10,1 millones de dólares pero con Chrysler, otra marca que plagió su sistema, llegó hasta el Tribunal Supremo. Kearns ganó el jucio y recibió 30 millones como indemnización.

Citroën fue la marca que incorporó por primera vez el limpiaparabrisas automático en función de la lluvia. El Citroën SM de 1970 fue el primer vehículo que equipaba este ingenioso sistema. Antes, el 2CV ya incorporó el limpiaparabrisas mecánico que funcionaba si el coche estaba encendido. Parado, el conductor tenía que accionarlo manualmente desde el interior. 

Actualidad

Actualmente, todos los vehículos sin excepción los equipan, pues sin ellos es imposible circular mientras llueve. Unas escobillas de limpiaparabrisas en un coche actual pueden realizar más de 750.000 barridos durante su vida útil, equivalente a limpiar la superficie de 80 campos de fútbol. Según los fabricantes, lo ideal sería sustituirlas cada año en cuanto empiecen a surgir franjas o superficies veladas en el parabrisas al usarlas. Si hacen ruido en cada movimiento, deben ser sustituidas de inmediato.

El desgaste procede, principalmente, de soportar las inclemencias del clima. Las escobillas pueden sufrir cambios de temperatura entre -30 y 80 grados. Además, la exposición a la luz solar directa puede debilitarlas. La fricción contra el cristal forma parte, también, del desgaste de las escobillas pero si el parabrisas está sucio o tiene restos de hielo, insectos o piedras, se acentúa y se debilitan con más rapidez.

Bosch es el fabricante que más escobillas fabrica en el mundo. En Bélgica, la firma de electrodomésticos produce 55 millones al año, acompañadas de 8 millones de brazos. 

Mantenimiento

El mantenimiento de los limpiaparabrisas no resulta costoso y es importante. Es recomendable que un profesional instale el sistema porque una mala colocación puede dañar el cristal y empeorar su eficacia. Bosch ofrece videotutoriales, para los usuarios que quieran instalarlo ellos mismos, escaneando un código QR visible en los paquetes de sus productos. 

Una vez instaladas las nuevas escobillas, para hacer que duren el máximo posible, el conductor debe limpiarlas, como mínimo, una vez al mes con detergente y una esponja. La eliminación de los restos de polvo y tierra favorecerá a que el barrido sea limpio y el cristal y las escobillas no sufrirán. Además, es aconsejable evitar su uso cuando el parabrisas presenta un exceso de polvo, hielo, plantas... El conductor debe despejar el cristal a mano mediante un líquido limpiaparabrisas y un trapo. El uso del sistema en estas condiciones puede dañar las escobillas y provocar una pérdida importante de eficacia.

Llega Semana Santa y las precipitaciones podrían aparecer durante los viajes que muchos conductores harán durante esas fechas. Un limpiaparabrisas en buen estado es sinónimo de seguridad.