La administración pública

16 / 05 / 2013 10:41 José Antonio Marina
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La única solución al tamaño elefantiásico de la Administración es hacer que la parte sobrante sea económicamente productiva, lo que justificaría su contratación.

Hace unos días, el director del Instituto Nacional de la Administración Pública me invitó a participar en un interesante foro de Innovación en la Administración Pública. Como “innovar” se ha convertido en una palabra mágica, conviene recordar que es solo uno de los medios para mejorar la eficiencia. Otros pueden ser modernizar (introducir las nuevas tecnologías), racionalizar, evitar duplicidades, simplificar o simplemente cumplir diligentemente con las obligaciones. La innovación, sin embargo, es necesaria cuando han fallado las soluciones disponibles, o nos enfrentamos con problemas nuevos. El paro es nuestro problema más urgente. Necesitamos ideas para resolverlo. Buscarlas debería ser tarea prioritaria de sindicatos, políticos, empresarios, organizaciones de todo tipo e intelectuales.

En este momento, la Administración tiene los problemas de siempre –ser el sistema nervioso del Estado, proporcionar los servicios necesarios a los ciudadanos– y uno coyuntural y de emergencia. Se oye en las tertulias decir que tenemos una Administración elefantiásica, que solo puede ser soportable despidiendo a un millón de funcionarios. Las cifras son terribles y es dudoso que ningún gobierno se atreva a tomar una decisión parecida. Parece que estamos entre la espada y la pared. Mantenerlos es malo y despedirlos es peor. La única solución que se me ocurre –y sería realmente innovadora– es hacer que esa Administración sobrante sea económicamente productiva, lo que justificaría su contratación. Eso supone inventar tareas nuevas que no sean meramente consuntivas. Ya sé que la función de la Administración no es producir, sino ayudar a que los demás produzcan. Lo que pido es que en vez de acudir a la solución más sencilla y menos eficaz –el despido–, nos pongamos a pensar modos innovadores para que la Administración ayude al sistema productivo. Eso sí sería innovar en serio. En mi parcela educativa, mi equipo y yo estamos elaborando un plan dirigido a los municipios para que ellos gestionen el “éxito educativo” de su comunidad. Los estudios que tenemos nos dicen que el municipio es el agente más eficaz para poner en práctica este tipo de programas, que reciben el nombre de Assets building communities. Se trata de un plan a tres años, con rigurosas evaluaciones, para mejorar los resultados académicos, la permanencia en el sistema educativo después de la enseñanza obligatoria, la enseñanza profesional, la inserción en el mundo del trabajo y el índice de participación ciudadana. Su objetivo es aumentar las posibilidades vitales de los vecinos de un municipio, disminuyendo los factores de riesgo y aumentando los de protección, que están perfectamente identificados. Lo importante de estos planes es que apenas necesitan inversión. Lo que necesitan es gestión, porque hay que movilizar muchos recursos humanos, y para eso podría utilizarse una parte de los funcionarios existentes. Piensen más cosas.

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