Una vida en la pasarela

Yo, ya me irán ustedes conociendo, soy muy roja, muy de izquierdas y hasta un poco progre también: tengo una prima en Podemos que sale mucho por la tele, no les digo más. Pero también soy mona, bueno, bastante mona, y me gusta vivir la vida, y la noche, y el famoseo, donde hay mucho machista (lo llevo yo muy mal eso del machismo) pero se pasa bien. Y ves cosas interesantes y conoces gente guapetona. Y cuando ya te van viendo por el fotocol, pues ya eres como de la casa y en alguna ocasión hasta ligas. Bueno, se han dado casos.

El otro día en Cannes, sin ir más lejos, estuve de cháchara (en inglés; yo es que sé inglés) con Nicole Kidman, que se presentó en la alfombra roja del festival toda disfrazada de Blancanieves, monísima; y que, en cuanto salté a saludarla, encantadora como es, me dijo: Get out of there, you bastard! Cómo se ve que nos estamos haciendo amigas.

También vi a Will Smith, que ahí lo tienen en la foto, con su sombrero Panamá y su chubasquero granate y sus gafas negras, acompañado de mi amiga Jessica Chastain y de un afroamericanito muy simpático que no sé quién es; al que no vi fue a Almodóvar, y eso que presidía el jurado. También estaban Sara Sampaio, Susan Sarandon y Uma Thurman, ahí la ven, de rosa, que parece mentira, ¿verdad?, con lo que ha sido esta mujer, que la vida es muy dura a veces, muy dura, y bueno, también un poco injusta; que, como dice mi cuñado segundo Pablo, siempre se van los mejores camaradas.

En Ibiza había otra pasarela: la de la moda ad lib, una palabra húngara que quiere decir ponte lo que quieras que nos da igual, cari, y que se ha sofisticado porque antes era todo blanco y ahora sacan ropas de colores; aunque los clásicos, como el actor Jesús Olmedo o Mireia Canalda, siguen fieles a la tradición. Y luego estaba Nerea Garmendia, de negro.

La última pasarela a la que fui esta semana era la de los premios de la Academia del perfume (hacen academias de unas cosas, ¿verdad?), que se celebró en el Teatro de la Zarzuela; digo yo que ya va siendo hora de cambiarle el nombre a ese sitio, por lo de la memoria histórica, que yo soy muy republicana. Pero estuvo bien. Fue como tomar un té con las amigas de la abuela. Estaba toda la gente que salía en las revistas cuando yo era niña. Juncal Rivero, ¿se acuerdan? Y también Carla Royo,Carmen Posadas (lo que me gustaban a mí sus novelas), Cecilia Gómez, Antonia San Juan, Ángel Schlesser y María Barranco, que iba de bandera de Sudáfrica o así; y Lolita, que me acuerdo yo mucho de Lolita, qué lloreras cuando cantaba Dónde vas Alfonso XII. Y también doña Rossy de Palma, toda vestida de rojo como un fresón de Huelva. Qué bien se pasa en las pasarelas, ¿verdad?