Es el mejor y lo sabe
Cuánto daño ha hecho Julio Iglesias a las relaciones humanas y a la paz en el mundo. Su frase más profunda y más célebre, aparte de “hey”, es “y lo sabes”, que ha causado mucha tristeza, porque cuando se la dices a alguien es que le quieres humillar. A mi prima Irene, por ejemplo, se lo dicen mucho: “Eres la más lista... y lo sabes”, y ella se pone malísima de los nervios porque adivina que la están llamando insoportable y repelentaniñavicenta, cosa que ella tiene clarísimo pero no le gusta que se lo recuerden.
La única excepción es Cristiano Ronaldo. A este le encanta que le digan “estás como un queso y lo sabes”, o “eres el mejor y lo sabes”, que claro que lo sabe, se lo dice a sí mismo todos los días y le encanta que los demás lo repitan. Eso es lo que ha pasado en el London Palladium (que, como seguramente habrán adivinado, está en Londres): se organizó una fiesta con señoras y niños para decirle a Cris por segunda vez, y a Messi ninguna (se necesitan y lo saben), que es el mejor jugador del mundo. Y allí estaba el mozo con su hijo Cristianito, y Messi con su Antonella, y Zidane con su Véronique, y Marcelo con sus pelos de carnaval y otro montón de niños más, y por fin Maradona, que es como la abuela tapón y travestona de todos ellos. Y cuando acabó la cosa digo yo que se irían todos al Jubilee Garden, a montar a los críos en la noria, porque los críos en los teatros (y en los trenes) se aburren y se ponen como mi prima Irene: inaguantables. También estaba Catherine Zeta-Jones
Grandes Premios
Otra superfiestaza de la death fue la entrega de los premios Princesa de Asturias. La niña no estaba: tengan en cuenta que su padre se estrenó allí, pero con 13 años. Pero estaban todos los demás. La reina Letizia, espectacular, con un Varela blanco y negro de los buenos. Alicia Koplowitz, imponente en burdeos; su sobrina Esther Alcocer, abrigadísima y subida a unos plataformones que, si se cae de ahí, sesgracia, que dicen en Oviedo. Elena Ochoa, parapetada detrás de unas gafas a las que solo les faltaba el letrero: “Es carnaval cuando a mí me da la gana”. Me encantó volver a ver a los cuatro Luthiers fundadores que quedan, viegésimos, como dirían ellos, pero geniales; al padre Ángel, muy elegante con su bufanda roja, y a Alberto Aza, que al principio lo confundí con Álvaro de Luna pero no, era Alberto Aza. Sí señor. Eso son fiestas y no los cumpleaños de las focas amaestradas de Sálvame.
En la subasta solidaria de Sotheby’s volvió a pasar algo que tengo muy dicho: en los fotocoles hay que saber posar. Les dieron a todos una varita mágica. Carlos Latre (qué guapo está) sabe posar. Anabel Alonso nació sabiendo. Pero Samantha Vallejo-Nágera, pues... si estás enfadada, ¿Para qué vas, cielo?
Cristiano Ronaldo con su hijo y su mujer
Diego Maradona y Rocío Oliva
Zinedine Zidane con Véronique
Marcelo con su familia
Leo Messi con su mujer
Catherine Zeta-Jones
Les Luthiers
Elena Ochoa
Alicia Koplowitz y Esther Alcocer
El padre Ángel con dos amigos
Alberto Aza con su mujer
Carlos Latre
Anabel Alonso