De Guindos quiere dar el salto al BCE

Desde que Mariano Rajoy es presidente del Gobierno, España ha ido perdiendo cada una de las batallas que ha librado para colocar a un español en alguno de los principales organismos económicos internacionales. Esa situación sonrojante se quiere cambiar en 2018 de la mano del titular de Economía, Luis de Guindos, quien luchará por entrar en el comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE).

La institución que preside el italiano Mario Draghi tendrá una vacante, la de vicepresidente, en mayo y para el Ejecutivo español ha sido más importante lanzarse a por este asiento en Fráncfort que intentar la presidencia del Eurogrupo, un puesto que ha recaído en el portugués Mário Centeno. Si España no logra este puesto en el BCE, deberá esperar a junio de 2019, tras las elecciones europeas, para sustituir al alemán Peter Praet, o a noviembre de ese año, que es cuando finaliza el mandato de Draghi.

Nuestro país sigue siendo la única de las grandes economías de la Eurozona que no tiene sillón en el sanedrín del BCE. En 2012, el entonces gobernador del Banco de Luxemburgo, Yves Mersch, ganó la partida a Antonio Sáinz de Vicuña, director de los servicios jurídicos del BCE, para ocupar el sillón de José Manuel González-Páramo. Aquella derrota fue el precedente de otra más dolorosa, la de De Guindos en julio de 2015 para dirigir el Eurogrupo. El socialdemócrata holandés Jeroen Dijsselbloem le ganó la partida ampliamente (12 votos para él por 7 del candidato español).

Desde entonces, no se ha salido del túnel y España se ha quedado en los últimos meses sin ningún alto cargo económico en el panorama internacional. Así, el exgobernador del Banco de España Jaime Caruana abandonó en diciembre la presidencia del Banco de Pagos Internacionales, un organismo con sede en Basilea (Suiza), tras casi nueve años de desempeño profesional en la patronal de los bancos centrales.

Su salida se produjo después de que el subgobernador del Banco de España, José Viñals, dejase hace un año su puesto en el Fondo Monetario Internacional (FMI) como director de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales. Un grave déficit que De Guindos busca revertir.

Antonio Rodríguez: redactor de Tiempo