Policías y jueces, objetivo prioritario del secesionismo

06 / 10 / 2017 Agustín Valladolid
  • Valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

La Cataluña que han dejado en manos de la CUP parece dispuesta a la autodestrucción con tal de acabar con la unidad de España.

Anna Gabriel, diputada por la CUP, votando el 1-O

Desde 1999 la izquierda aberzale, siguiendo el mandato de ETA, celebraba puntualmente el llamado “Día del Fuera de Aquí”, consistente en exigir que la Guardia Civil abandonara el País Vasco. La cita se venía convocando en los últimos tiempos con más pena que gloria. Hasta este año, en el que, sorpresivamente, los escraches a los cuarteles del instituto armado se revitalizaron sin mediar motivo aparente. Durante los años más negros del terrorismo en Euskadi, el acoso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad fue parte esencial de una estrategia cuyo fin último siempre ha sido eliminar cualquier huella relevante que denotara la presencia del Estado en aquel territorio. Lograr la desaparición de signos visibles que delataran esa presencia, es una de las prioridades que aparecen en los manuales de insurrección que han manejado históricamente las organizaciones separatistas de la izquierda radical.

Las Fuerzas de Seguridad son el primer escalón. El más evidente. Si se logra su neutralización, lo demás es pan comido. Siguiente escalón: los jueces del mismo Estado al que se combate. Es lo que viene después, el acoso a jueces y fiscales hasta conseguir una zona sin control legal, paso previo a la toma del poder en los tribunales. ¿Ficción? Sí, mientras la primera barrera no sea sobrepasada. ¿O es que alguien tiene hoy la menor duda de que si en Cataluña se dejara el control de la seguridad en las únicas manos de los Mossos d’Esquadra tardaríamos muy poco en ver cómo dimiten en cadena la mayoría de jueces y fiscales que siguen defendiendo la legalidad en Cataluña?

Cuidado, que no es una hipótesis descartable. Se lo venía a decir con otras palabras una magistrada destinada en Barcelona a un periodista de El País: “Lo que pensamos que no podía ocurrir está ocurriendo. El independentismo monopoliza el control del relato y el Gobierno central es incapaz de hacer uno creíble y atractivo (…) Si [al final] hay un diálogo, la regulación del poder judicial, que se cayó del Estatuto, es lo único que les falta. Estos días se ha visto que los únicos que quedamos aquí del Estado somos nosotros. Si les dan eso, se acabó”.

Para leer el artículo completo puede comprar la revista de papel o acceder a la versión digital en Tiempo, Zetakiosko o Kiosko y más.
Grupo Zeta Nexica