El núcleo duro de Ana Botella

13 / 07 / 2007 0:00 Manuel Rico
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La esposa de Ignacio González es presidenta de Subastas Segre, una firma que tiene entre sus socias a varias amigas íntimas de Ana Botella, entre ellas Carmen Cafranga y Concha Tallada.

11/05/07

El 8 de enero del 2000 se respiraba euforia entre las grandes familias del PP en la capital. Las encuestas auguraban una clara victoria a José María Aznar en las elecciones generales de marzo, pronóstico que se confirmaría con una mayoría absoluta, y la economía iba como un tiro. Quizá aprovechando ese clima de optimismo, cuatro señoras decidieron abrir aquel día una empresa dedicada a comercializar obras de arte, joyas y antigüedades.

A la sociedad la bautizaron con el nombre de Subastas Segre y las cuatro fundadoras tenían apellidos que eran muy familiares en La Moncloa: Carmen Cafranga, ex jugadora profesional de bridge y amiga íntima de Ana Botella; Concha Tallada, otra persona muy cercana a la mujer de Aznar y que en aquella época trataba de superar la ruptura de su matrimonio con el ex presidente de Telefónica Juan Villalonga; Lourdes Cavero Mestre, esposa de Ignacio González, que entonces era secretario de Estado y ahora es vicepresidente de la Comunidad de Madrid, y Maribel Casillas, que se convirtió en directora general de la galería.

Nuevas accionistas

El capital inicial fue de 180.000 euros y como presidenta de la empresa nombraron a Lourdes Cavero, que sigue ocupando el cargo, según consta en el Registro Mercantil. Un año después de comenzar el negocio, Subastas Segre realizó una ampliación de capital por importe de 147.270 euros. Ello permitió la entrada como accionistas de Carmen y Pilar Cavero Mestre, cuñadas de Ignacio González; de Cecilia Domecq Solís, cuñada del ex ministro del PP Miguel Arias Cañete, y de María Luisa Basa, otra integrante del núcleo duro de Ana Botella.

El negocio fue bien casi desde el principio, como demuestran las cuentas presentadas en el Registro Mercantil: en 2002 declaró unos beneficios de 38.000 euros, en 2003 ascendieron a 190.000, en 2004 llegaron a 303.000 euros y en 2005 se situaron en 394.000. Buena parte de las ganancias se reparten anualmente como plusvalías entre los accionistas.

Lourdes Cavero, dueña de un 14,5% de las acciones, tiene de esta forma una vía de ingresos adicional a la nómina que cobra de la Asociación Española de la Industria Eléctrica. El matrimonio González- Cavero está casado en régimen de gananciales y, en la actualidad, su sueldo neto mensual se sitúa en torno a los 8.000 euros entre ambos. Además de presidenta de Subastas Segre, Lourdes Cavero forma parte de la Junta Directiva de la patronal CEOE.

Convenios con la Comunidad

La segunda accionista más importante de Subastas Segre, con un 16% de las acciones, es Carmen Cafranga. Amiga íntima de Ana Botella, Cafranga es la máxima responsable de la Fundación Carmen Pardo Valcarce, que se dedica desde 1990 a realizar un trabajo encomiable: la inserción en el mercado laboral de personas con discapacidad.

En 2002, la fundación decidió ampliar su campo de acción y dedicarse también a la cooperación internacional. En concreto, a la formación de líderes sociales en Iberoamérica. La propia Carmen Cafranga explica a Tiempo cómo se fraguó la decisión de ampliar las actividades: “Me llamaron de la Comunidad de Madrid y me preguntaron si podía hacerme cargo del programa. Como yo tenía una amplia experiencia previa en formación y como hemos resuelto siempre muy bien los retos, pues nos pusimos manos a la obra. Cambiamos los estatutos de la fundación y ese mismo año firmamos el primer convenio con la Comunidad de Madrid”. Las ayudas a la cooperación se deciden, en teoría, mediante un concurso público.

Cafranga quiere dejar claro que el programa de formación de líderes sociales “no está politizado en absoluto. Tenemos convenios con universidades de ocho países de Latinoamérica, de todos los signos ideológicos. Y la formación que se ofrece a los jóvenes es lo más variada posible. Por ejemplo, todos los años llevo a un dirigente sindical para que les explique el papel de los sindicatos en una democracia”.

Lo cierto es que la Fundación Carmen Pardo Valcarce se ha convertido en una de las entidades sin ánimo de lucro que más dinero recibe de la Comunidad de Madrid para cooperación internacional. En concreto, gracias a los cinco convenios firmados desde 2002 para la formación de líderes sociales, ha ingresado más de 1,7 millones de euros.

Recientemente, la fundación que dirige Cafranga también ha entrado en el programa Equal, que se financia con fondos de la Unión Europea. Entre otras actividades, imparte cursos sobre feminismo.

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