Lorenzo Silva

25 / 10 / 2017 Luis Calvo
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Escritor

“El 1-O ha dañado seriamente la solidez institucional de los Mossos como cuerpo policial”

Foto: Europa Press

Junto al coronel Manuel Sánchez y el periodista Gonzalo Araluce, Silva dibuja en Sangre, sudor y paz (Península) la foto final de ETA y el trabajo de la Benemérita durante casi 50 años para desarticular la banda. 

P_ ¿Se puede decretar ya el fin de ETA o hay que esperar a su disolución?

R_ Yo no creo que haya que esperar a la disolución. ETA ha quedado reducida a muy poca cosa. Es poco más que unas siglas y algunas personas huidas de la Justicia. Como organización capaz de operar es inexistente. La ETA que existió está desaparecida. Otra cosa es que alguien quiera, sobre sus cenizas, resucitando sus siglas, montar algo nuevo. Pero tendrá que partir de cero y sabiendo que la última vez salió mal. Es muy improbable.

P_ ¿Ha perdido su base social? ¿No existe ya la presión que mantenía en el País Vasco?

R_ Hay quien apoya una independencia de Euskal Herria, es legítimo, pero ya no que se le pegue un tiro al disidente. Siempre, en toda sociedad hay una presión de las mayorías hacia la minorías. Pero es muy diferente cuando existe la amenaza de que al disidente se le puede volar en pedazos o pegar un tiro. La presión es muy diferente.

P_ ¿Por qué nace el libro ahora? ¿Hay una pelea por el relato del fin de ETA?

R_ El libro nace ahora porque no podía haber sido escrito antes. Se abastece fundamentalmente del testimonio de los guardias civiles que protagonizaron la lucha contra ETA. Este relato hace unos años no se podía contar por discreción, por seguridad y por no obstaculizar la estrategia contra una amenaza que seguía viva.

P_ Reivindica el papel de la Guardia Civil como víctima. ¿Se había olvidado?

R_ Yo creo que no se le había reconocido. El sacrificio fue ingente. La Guardia Civil fue el objetivo favorito de ETA. Además de los 215 muertos, la cuarta parte del total. Si sumamos heridos, víctimas indirectas, etcétera, llega hasta casi 500 miembros de la Guardia Civil. Nadie encajó el golpe como ellos. Y hasta este libro tampoco se conocía su trabajo,su aportación al fin de ETA. Para ellos era más valioso preservar la seguridad de las operaciones que colgarse una medalla.

P_ Tuvo también la mancha de los GAL.

R_ Sí, en el libro hacemos una consideración que me parece bastante objetiva: de los 50 años de lucha contra ETA hay una serie de iniciativas, primero del franquismo, pero después de la democracia, que claramente, y resalto lo de claramente, en lugar de frenar la capacidad operativa de ETA la reforzó, justificó su discurso y aumentó su prestigio social. El gran plus de ETA como movimiento terrorista es que tenía un gran apoyo social, de cientos de miles de vascos. El GAL y la guerra sucia fueron uno de los más funestos errores de todo ese periodo, uno de los episodios que más aire y más oxígeno dio a la banda.

P_ ¿Tenemos en España un problema con los nacionalismos peor que en Europa?

R_ España lo que tiene es una historia distinta que los países de nuestro entorno, con multitud de guerras civiles. No solo la del 1936-39, también las tres carlistas, muy intensas en Cataluña, País Vasco y Navarra. Ese historial de conflictos civiles y especialmente en esas zonas hace que el nacionalismo aquí sea más problemático, pero problemas con rasgos identitarios e incluso pulsiones de tinte supremacistas las encuentras en Italia, Alemania, Francia...

P_ ¿Le recordó el acoso a la Guardia Civil en Cataluña al que sufría en el País Vasco?

R_ La verdad es que si se pasa de la superficie y se profundiza sigue habiendo  muchas diferencias. En Cataluña hay  acoso por vía del escrache. En el País Vasco se buscaba el exterminio. Eso ya es una diferencia fundamental. Pero hay más. Así como en la sociedad vasca había una mayoría poseída por un sentimiento de hostilidad a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, otros no los veían con buenos ojos y la pequeña parte que los apoyaba no se atrevía a manifestarlo, creo que en Cataluña la distribución social es distinta. Hay escraches, es verdad, pero también catalanes que  apoyan que estén allí restituyendo la legalidad y defendiendo sus derechos y libertades de un proceso independentista que niega la existencia del disidente. Si uno escucha a los independentistas parece que el no independentista no existe. Y sí existe.

P_ ¿Cree que el trabajo policial fue bueno el 1 de octubre?

R_ Creo que era necesaria cierta presencia del Estado cuando se desafía la ley, pero quizá no era imprescindible entrar para retirar las urnas de 90 colegios. El coste de imagen y el riesgo que se asumía era desproporcionado respecto al resultado. Dicho eso, yo he visto los vídeos con mucho detalle y hay algún exceso que se podía ahorrar, pero hay que atender al contexto. La mayoría de las actuaciones son contenidas y lo digo comparando con nuestro entorno. Si uno analiza las actuaciones policiales de Francia, Alemania, o en la propia Cataluña cuando han operado los Mossos d’Esquadra como antidisturbios no veo que esta actuación haya sido más intensa. Y no creo que los manifestantes fuesen tan pacíficos como dicen. Cuando una marea humana se abalanza sobre 15 policías llamándoles hijos de puta para mí no son manifestantes pacíficos.

P_ ¿Qué le pareció la labor de los Mossos?

R_ Creo que quienes los mandan se equivocaron. Les hicieron servir para apuntalar las posiciones políticas de una parte de la población contra la otra. Eso es un error que afecta mucho a la solidez institucional de un cuerpo policial y que ha dañado seriamente a los Mossos como Policía judicial.

P_ Usted firmó el manifiesto contra el 1-O. ¿Qué solución ve al conflicto?

R_ Para mí, tiene que ser un proceso democrático que acabe con votaciones. No sería malo explorar la posibilidad de una consulta, primero entre todos los españoles y luego entre los catalanes. Pero sobre bases acordadas y realistas. Nunca con las condiciones impuestas por un grupo de aventureros que se saltan todas las leyes en nombre de una misión superior. No en un referéndum voluntarista en que se elige entre Disneylandia y el infierno. Eso no es serio. Debe haber una discusión nacional que será larga. No se puede ser impaciente cuando se habla de reestructurar el edificio constitucional de un país.

P_ ¿Le parece pertinente la detención de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart?

R_ Lo ha ordenado una juez en función de los indicios de un delito grave. Y es una medida cautelar, recurrible y revisable. Si la juez entiende que hay indicios, ha cumplido su deber. Eso sí, en este contexto, creo que sería bueno abrir un proceso de diálogo con gestos por las dos partes. Lo que no puede ser es querer negociar solo la aceptación de una independencia unilateral. Pero si el independentismo da marcha atrás y abre un proceso de negociación, uno de los primeros gestos creo que podría ser la puesta en libertad de estas personas.

LORENZO-SILVA-f

Foto: Cristina Arias

Cinco cosas sobre Lorenzo Silva

1. Precoz...Publicó su primera novela con solo 29 años. Dos años después, con la tercera, La flaqueza del bolchevique, ya era finalista del premio Nadal

2. ...y prolífico. Desde entonces ha publicado más de 20 novelas, además de libros de relatos, literatura infantil, guiones, cuadernos de viaje y ensayos

3. Guardias civiles. Sus personajes más famosos, Bevilacqua y Chamorro, una pareja de guardias civiles, han aparecido ya en nueve libros y han sido llevados al cine dos veces

4. Reconocimientos. Silva acumula multitud de reconocimientos. Ha recibido, entre otros, los premios Planeta y Nadal. Además, desde 2010 es Guardia Civil Honorario por su contribución a la imagen del Cuerpo

5. Abogado. Silva es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Antes de dedicarse por completo a la literatura trabajó diez años, entre 1992 y 2002, como abogado de empresa

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