Imanol Arias

31 / 07 / 2017 Elena Box
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Actor todoterreno

“Muy pronto volveré a estar encima de un escenario”

Foto: Europa Press

Tras convertirse en superhéroe a la española con Anacleto, agente secreto, Imanol Arias regresa a la comedia con la coproducción hispano-argentina Despido procedente, una ácida visión de la crisis económica.

P_ Tras años de crisis, ¿tocaba ya reírse un poco?

R_ Yo agradezco mucho el humor, en todas las circunstancias. Además es un campo de trabajo estupendo. Y esta película transcurre además en una ciudad que está continuamente en crisis, Buenos Aires. Que tiene la picaresca española, la omertá italiana, los contables judíos y los industriales que huyeron del hambre y la pobreza en Alemania. Todo eso la convierte en un escenario que ha dado comedias de altura.

P_ Su personaje es un tiburón, pero con corazoncito. ¿Cómo lo describiría?

R_ En España le pasó una apisonadora por encima y allí está a punto de pasarle si no es porque él insiste en hacer las cosas bien, pero sin renunciar al bonus, la casa, el coche... Lo bonito es cómo la aceptación le hace más divertido y humano. Cambia los zapatos por las zapatillas aunque no se quite la corbata.

P_ Lucas Figueroa tiene el cortometraje más premiado del mundo. ¿Cómo fue trabajar con él?

R_  Muy interesante, es impactador, inteligente, muy moderno en la concepción de los equipos y la lectura de nuevos medios, arriesgado, valiente. Un tipo que quieres tener al lado después de la película. Es muy preciso pero muy rápido. He visto todo tipo de robots, cámaras, lentes...

P_ En la película tiene como antagonistas a un grande del cine argentino y uno de los nuevos guapos del cine español. ¿La rivalidad con Darío Grandinetti y Hugo Silva se quedó solo en el guion?

R_ Cuando existe alguna rivalidad entre compañeros, que se da, es mejor olvidarlo porque es muy desagradable. En el caso de esta película, con Darío no había trabajado y es un privilegio. Es un tipazo, un actor muy sólido, con mucha energía, muy atento (...) Y es muy bueno. Y en el caso de Hugo, me interesaba muchísimo desde hace tiempo y creo que ha tenido un éxito muy joven que a veces ha generado eso de “no, es que Hugo es muy guapo”. Hugo era mejor actor con 24 años que yo, que a esa edad ya era una estrella. Y humanamente, es un ser del que no quiero alejarme mucho tiempo.

P_ Acaba de terminar la última temporada de Cuéntame cómo pasó. ¿Llegaremos a los 90?

R_ Yo ya no sé qué decir... Cuéntame es un misterio. Cada dos años la competencia se inventa algo para echarnos y por lo visto nunca lo consiguen. Este año hemos terminado con la mayor audiencia de toda la serie... Tenemos un año más, eso sí lo sé.

P_ ¿Volveremos a verle sobre un escenario?

R_ Muy pronto. Tengo una pieza por desarrollar que se llama La vida a palos, de Pedro Atienza. Es el intento de hacer una pieza teatral sobre el flamenco: no una lectura de textos con un guitarrista y un cantaor, sino un monólogo de un flamenco que narre su historia. Y a través de una estructura que abarca los 11 palos del flamenco. Aún no tiene fecha, quiero que lo dirija Carlota Ferrer y lo produciremos con el teatro Maipú de Buenos Aires. Estoy buscando una ventana para marcharme dos años por el mundo, llevarlo por toda América. Es una pieza dramática, no es una lectura y yo ni canto ni bailo. [DPA]

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