Elvira Roca Barea

22 / 03 / 2017 Hernando F. Calleja [Ilustración: Luis Grañena]
  • Valoración
  • Actualmente 5 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 5 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

Historiadora

“La leyenda negra deja mucho que desear en cuanto a la verdad”

Ilustración: Luis Grañena

Con su exitoso ensayo ‘Imperiofobia y leyenda negra’ se ha propuesto desmantelar el argumentario de quienes han hecho de la historia de España un montaje estragado y falaz.

¿La imperiofobia perdura como complejo en la España actual?

Las formas en las que la leyenda negra ha perdurado son muchas, una es la del complejo, que los españoles han terminado asumiendo. La imperiofobia ha dado aire al nacionalismo germánico, al holandés, al inglés y perdura en corrientes que son fundamentales en el continente como el humanismo y la ilustración.

¿Por qué cree que en España las clases ilustradas han aceptado las invenciones más groseras y las exageraciones de la leyenda negra?

Antes de la dinastía borbónica, los españoles eran conscientes de la fobia al Imperio, pero no se lo tomaban muy en serio. Cuando llegan los borbones y con ellos la ilustración francesa, que era profundamente hispanófoba, comenzó un proceso de imitación de lo francés que se ha reproducido generación tras generación, porque para ser un intelectual moderno, con expectativas de triunfar, había que asumir todos esos tópicos.

Autores como Picatoste en el siglo XIX decían que España dio como respuesta la reacción aislacionista. ¿Ha sido así?

El aislacionismo ha sido otro de los tópicos de la hispanofobia. Cada moda cultural europea ha construido una versión distinta de la diferencia española. Una de esas tendencias ha fraguado como que este país no tiene nada que hacer con la ciencia o que es un país aislado. ¿A qué hechos concretos se refieren? No lo sabemos, pero hay que recordar que pocos países han defendido con más tenacidad su insularidad que Inglaterra.

Ganivet, por el contrario, atribuía la hispanofobia al exceso de presencia española en el mundo y la incapacidad para sostenerlo.

El Imperio estaba perfectamente trabado y era administrativamente compacto, de lo contrario no hubiera durado tanto tiempo. La tragedia del 98 hace pensar así a Ganivet, pero también a generaciones posteriores, como la de Ortega, que fueron impactadas por el derrumbamiento definitivo de aquel imperio y prefirieron lamentarse a pensar cómo había sucedido aquel milagro del sostenimiento de un imperio durante tantos siglos y que fue, sin duda, un éxito.

De ese éxito se deriva la inquina de los países que se sentían una alternativa válida para sustituir a España en la hegemonía.

Es el hecho de intentarlo y no conseguirlo nadie. Los ingleses se fueron al Norte y en un siglo y medio no supieron resolver el problema demográfico y no alcanzaron más que un territorio que era más pequeño que España. La expansión española fue espectacular e inclusiva.

Las antiguas colonias españolas…

No, no, el colonialismo es justo lo contrario de un imperio. Se basa en las diferencias entre la metrópoli y las colonias, mientras los imperios han sido fenómenos de expansión inclusivos. Roma llevó al Imperio su organización, sus ciudades, su Derecho, todo lo que era Roma. España hizo lo mismo. La leyenda negra deja mucho que desear en cuanto a la verdad.

¿La España actual y europea acusa todavía esos clichés?

La hispanofobia ha sido reescrita muchas veces y en función de necesidades de otros pueblos que no son precisamente amigos, en el sentido de que, entre ellos y nosotros, siempre ellos. Y se manifiesta por ejemplo en la prima de riesgo, subiendo pese a condiciones objetivas mejores que las de otros países. La opinión pública europea cree que España es un país raro, inseguro, en el que no merece la pena confiar. 

Grupo Zeta Nexica