Kirin 970, un bebé aún poco inteligente

22 / 11 / 2017 Nazaria Lago
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El procesador de Huawei abre la puerta a la inteligencia artificial en los smartphones, que no dejará de desarrollarse en los próximos 20 años.

Futuro: Richard Yu, consejero delegado de Huawei, en la presentación del Mate 10

La inteligencia artificial actual no alcanza el nivel de un bebé”. Es lo que dice Harry Shum, vicepresidente ejecutivo del área de Inteligencia Artificial de Microsoft. Y sigue hablando: “El cerebro de un niño puede procesar todo tipo de estímulos como la luz, el sonido... Lo que puede parecer sencillo para un humano, es arduo para la inteligencia artificial aún hoy”. Y si hacemos caso a lo que dice Shum, el superprocesador Kirin 970 que alimenta el nuevo buque insignia de Huawei, el Mate 10, es todavía un bebé.

Pero aunque Kirin 970 sea un recién nacido, nadie es capaz hoy de adivinar la capacidad que adquirirá en los próximos 20 años. La consultora Gartner dice de la inteligencia artificial que es “la mayor fiebre del oro de los últimos años”, aunque la mayoría de los que pretenden extraer ese oro y hacerse ricos con él no han identificado aún las verdaderas necesidades y usos potenciales de la inteligencia artificial para ofrecerlas a los clientes. 

Huawei, principal conglomerado chino del sector de telecomunicaciones, y que quiere liderar el mercado de los smartphones desbancando a Samsung y Apple, ha querido con el Mate 10 y Kirin 970 dar un golpe de timón y presentar lo que califica como el “inicio de una nueva era”.

Ventaja competitiva

Si todo va según lo previsto por Gartner, en 2020, en solo dos años, “la inteligencia artificial debería estar presente en prácticamente todos los nuevos productos y servicios de software”. Los mismos expertos reconocen que hay cosas que las máquinas pueden hacer mejor que el hombre, aunque la clave, señala la consultora, radicaría en la combinación de tecnología y ser humano.

Esa combinación es la que Richard Yu, consejero delegado del área de Consumo de Huawei, señala como ventaja competitiva de su bebé frente a los de Apple –el procesador A11 Bionic– o Samsung –el chip Exynos 8895 que integra el recién nacido Note 8–. Yu afirmó en Berlín en septiembre pasado, en la presentación del nuevo procesador, que “Kirin 970 es el primero de una serie de avances que se traducirán en potentes funciones de inteligencia artificial para nuestros dispositivos, y que nos posicionarán frente a nuestros competidores”. Pero Huawei reconoce también que la experiencia de uso todavía tiene mucho que mejorar en aspectos como la latencia, la estabilidad o la privacidad.

“Para hacer posibles nuevos avances en inteligencia artificial es necesario un esfuerzo conjunto, implicando decenas de millones de desarrolladores y aprendiendo de las experiencias e impresiones de cientos de millones de usuarios”, señala el fabricante chino. Huawei está posicionando su Kirin 970 como una plataforma abierta para móviles con inteligencia artificial, abriendo el chipset a desarrolladores y partners que puedan dar con nuevas e innovadoras aplicaciones para su capacidad de procesamiento.

Atractivos se presentan los años venideros con chipsets y procesadores de la propia Huawei, Apple o Samsung, o los de compañías como Qualcomm, que tendrán mucho que decir al respecto. Alan Turing, pionero de la inteligencia artificial, puede dormir tranquilo. Las máquinas ya pueden pensar, y más que lo van a hacer en el futuro.

Más rápido y con menos gasto

El nuevo buque insignia entre los chipsets de Huawei es la primera plataforma de procesamiento móvil para inteligencia artificial que cuenta con una unidad de procesamiento neuronal (Neural Processing Unit o NPU). Fabricado con un avanzado proceso en litografía de 10 nanómetros, Kirin 970 condensa 5,5 millones de transistores en una superficie de apenas un centímetro cuadrado. El chipset está impulsado por una CPU de 8 núcleos y una GPU de nueva generación de 12 núcleos. En comparación con un chipset con una CPU de cuatro núcleos Cortex-A73, la nueva arquitectura de procesamiento heterogéneo de Kirin 970 le permite ofrecer 25 veces más rendimiento, con una eficiencia 50 veces superior. En resumen, el chipset Kirin 970 puede realizar las mismas tareas de inteligencia artificial en menos tiempo y consumiendo menos energía. En una aplicación de pruebas de rendimiento en tareas de reconocimiento de imagen, Kirin 970 fue capaz de procesar 2.000 imágenes por minuto, lo que lo convirtió en más rápido que otros chips del mercado.

El test de Turing

El nacimiento de la inteligencia artificial 

La inteligencia artificial basada en una computadora data de 1950, cuando Alan Turing propuso: “¿Puede una computadora comunicarse bien como para persuadir a un humano de que es humano?”. Meses después estudiantes de Princeton construyeron la primera red neuronal articular, con 300 tubos de vacío y un gyropilot excedente de guerra. El término “inteligencia artificial” se acuñó en 1955 para describir la primera conferencia académica sobre el tema. Los investigadores del Carnegie Institute of Technology produjeron el primer programa, Logic Theorist. Los avances siguieron durante la década de 1950, y Marvin Lee Minsky fundó el Laboratorio de Inteligencia Artificial en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), mientras que otros trabajaron en redes semánticas para traducción automática en Cambridge y software de autoaprendizaje en IBM.

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Uno de los primeros ordenadores (1950), construido en el Reino Unido y diseñado por Turing

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