El Corte Inglés suma y sigue

Dimas Gimeno, presidente de El Corte Inglés, tiene claro cuál es la apuesta más importante para el futuro de la cadena de grandes almacenes. “No hay otro reto más sugestivo ni urgente –decía hace pocos días en la junta general de accionistas– que enlazar la tienda tradicional con los nuevos canales electrónicos, es decir, integrar las tiendas físicas y el mundo on line”. Y eso, en toda la gama de productos que maneja el grupo.

El salto tecnológico, que en parte ya ha empezado, se produce en un momento de recuperación de las cuentas del grupo. Tres años seguidos de crecimiento de ventas han llevado a El Corte Inglés a consolidarse como una de las cinco mayores cadenas de grandes almacenes del mundo y a elevar su facturación anual de 2016 hasta los 15.505 millones de euros, con un aumento del 1,9% sobre las del ejercicio anterior.

El ejercicio fiscal terminado el pasado 28 de febrero finalizó con un beneficio neto de 161,8 millones de euros, que representan un crecimiento del 2,3% con respecto al año anterior. Este incremento del resultado neto es superior en cuatro décimas al de la facturación, lo que indica que ha aumentado la rentabilidad del negocio. Con todo, el beneficio podía haber sido bastante superior si no se hubiera cargado como gasto extraordinario los 178 millones de euros que dedicó este último ejercicio a financiar el plan de bajas voluntarias de la plantilla.

Este plan de reconversión de personal, firmado en 2016 con los representantes de los trabajadores, tenía por objeto el rejuvenecimiento de una plantilla que al acabar el ejercicio contaba con un total de 91.690 personas. A esta cifra se llegaba después de que se hubieran incorporado 1.200 trabajadores nuevos, cifra similar a la de los que habían salido con las bajas voluntarias.

En este último ejercicio fiscal, El Corte Inglés ha aprovechado también el buen momento de los bajos tipos de interés para reducir el coste de su deuda financiera, cifrada a 28 de febrero pasado en 1.718 millones de euros, una cantidad muy similar a la de un año antes, pero que le ha costado en intereses 197 millones frente a los 258 que pagó en 2015 por el mismo concepto.

Según señala el grupo en la explicación de las cuentas anuales, su aportación a la renta nacional alcanzó en 2016 los 3.774 millones de euros. A ello contribuyeron, además de los impuestos pagados por los productos y la plantilla, los más de 31.000 proveedores con los que cuenta su cadena de tiendas, de los que un 87% son españoles.

El futuro

Ahora el reto está en adaptar los canales de venta a las nuevas tecnologías, uniendo tiendas y venta on line. Para ello, El Corte Inglés firmó en 2016 un acuerdo con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para recibir un crédito subvencionado de 116 millones de euros, destinados precisamente a impulsar los procesos de I+D+i en su cadena logística para la creación de una nueva plataforma digital integrada de comercio on line, que permitirá potenciar la venta multicanal, a través de Internet y del teléfono móvil, y crear sinergias con el negocio en las tiendas físicas.

Durante el último ejercicio, El Corte Inglés ha visto crecer en un 60% el número de pedidos on line, que han propiciado un crecimiento del 40% de su facturación por esta vía y un 25% más de  tráfico en su página web.